Imprimir
Inicio »Opinión, Cultura  »

¿Incendiar Bayamo?

| 107

cabezal amaury perez columna cronica de amaury grandeHace un par de décadas un pequeño grupo de cantores y especialistas en la obra martiana, asistimos a un encuentro teórico-musical en la ciudad de Bayamo, en el Oriente de Cuba. Entre ellos estaban las cantautoras y maestras de generaciones Teresita Fernández y Sara González.  Me entusiasmó la invitación que nos cursaron. Debo resaltar, por las suspicacias, que amo a Bayamo, a su gente y al peso de su historia en la cultura cubana.

En principio cantaríamos apenas dos canciones cada uno con versos del Apóstol el día del acto de inauguración y punto. El fuerte del evento no era el canto, sino el coloquio y la disertación de los expertos, pero a alguien de la localidad se le ocurrió la idea de que, ya que estábamos allí, ofreciéramos un concierto para los bayameses que supuestamente asistirían en masa a escucharnos.

Como las autoridades culturales de la provincia no tuvieron tiempo de hacer una propaganda efectiva, encontramos el teatro  semivacío —no pueden hacerse actividades públicas sin promoción—, y cuando estábamos a minutos de suspender la función el “entusiasta promotor cultural” padre de la idea, dijo con suficiencia: “¡Déjenme a mí eso de llenar el sitio!”. Se acercó a una explanada contigua al teatro donde vendían cerveza a granel en una pipa, y reclutó, pergas incluidas, al grupo de borrachines que allí se encontraba. Al entrar, como una manada, llenaron la platea de un etílico hedor y un ensordecedor volumen parlante.

Un improvisado conductor me presentó justo a las nueve de la noche.  Aparecí en el escenario con mi guitarrita y entoné “Carmen”, un hermoso texto de Martí dedicado a Carmen Zayas Bazán. Entonces, tímidos primero y totalmente desinhibidos después, comenzaron los silbidos y abucheos. En otras circunstancias me hubiera encolerizado y desaparecido, pero elegí sonreír y continuar cantando. Ahí fue donde  los silbidos se convirtieron en algarabía y las pergas de cerveza empezaron a caer en el escenario o sobre mí. Las esquivaba como podía con hawaianos movimientos pendulares, y cantaba, cantaba y cantaba un tema tras otro sin detenerme ni cambiar la expresión dulcificada y agradecida del rostro. Mi esposa Petí, y nuestra amiga Diana Balboa (compañera de Sara) trataban de sacar a los  asistentes peor portados halándolos del brazo, alguien llamaba a gritos a la policía, mientras yo permanecía imperturbable interpretando las canciones como si nada de aquello estuviera ocurriendo.

De pronto, tuve la funesta idea de dirigir al respetable algunas palabras:

—¡Bayamo, ciudad heroica, cuna de nuestro Himno Nacional! —comencé. Ahí, con cierto respeto, los chiflidos comenzaron a apagarse sensiblemente hasta extinguirse hacia el silencio y continué el espontáneo y cada vez más fervoroso discurso:

—¡Tierra natal de Pablo Milanés y del diseñador Agustín “La Perra”! Ciudad donde Carlos Manuel de Céspedes juró lealtad a la causa de Cuba entrando en la iglesia bajo un manto púrpura! ¡Lugar de hermosa flora!... —Pero no me pude contener y agregué: — ¡No sabía, sin embargo, que aquí, en esta sagrada tierra, convivían tantos ¡PÁJAROS!!!!!!!!!!

El público literalmente enloqueció. Vociferaban: “¡Fuera! ¡Más pájaro serás tú! ¡Desgraciado! ¡Comemierda! ¿Quién te crees  que eres? ¡Feísimo!”. Me bañaron en cerveza, pero así y todo seguí entonando el tema de cierre, que sin tener nada que ver con el programa martiano, se llama “No lo van a impedir”

Antes de despedirme, en medio de una rechifla que aún me hace pestañar, les dije con solemnidad:

—¡Volveré queridos amigos, pero no a cantar, sino a quemar a Bayamo nuevamente! Muchas gracias por su amable atención. 

El teatro rugió. La morralla se sublevó y empezaron a patear las butacas e intentar arrancarlas. Todo parecía derrumbarse detrás de mí que ya llegaba a las bambalinas con un ataque de risa nervioso e incontrolable.

Solo Sara y Teresita, que cantaron después, con aquel talento innato que tenían para dominar multitudes enardecidas, evitaron que aquel despilfarro de cebada se convirtiera en un mar de sangre; en el caso que nos ocupa, la mía.

En Video, "Carmen". Letra: José Martí. Música: Amaury Pérez

Se han publicado 107 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • anita dijo:

    Me encanta leer tus cronicas,es algo que nos hace reir y reflexionar nunca pienses en retirarte pues hay un pueblo que te ama y que les gusta lo que tu haces hermano aun el sol tiene mancha no te perocupes por lo que diga la gente mas son los que estan contigo y con lo que tu haces que los que las critican tienes un don especial eres sencillo y sabes como tratar a las personas que entrevistas todo lo mejor del mundo para ti.

  • Armando Aquino dijo:

    Amaury, soy Bayames y esta cronica tuya me ha llegado muy dentro, nunca pensé que en mi tierra natal se suscitaran cosas como esas, siempre he tenido presente que somos sensibles a la cultura la cual defendemos y respetamos.
    Yo soy un ferviente seguidor de tus obras y admiro tu dedicación y entrega total a nuestra Revolución , asi como al programa tan intructivo que conduces en la televisión que nos ilustra y nos actualiza en el quehacer y vida de los invitados seleccionados con inteligencia y sapiencia previa por parte d ustedes.
    Hermano gracias por tus cronicas y por el tiempo que nos dedicas .

Se han publicado 107 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Amaury Pérez Vidal

Amaury Pérez Vidal

Cantautor cubano. Fundador de la Nueva Trova. Ha conducido varios espacios exitosos en la televisión nacional. Ha escrito varias novelas y poemas.

Vea también