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Un tema importante para el VII Congreso del PCC

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El tema de la burocracia y del burocratismo sigue estando vigente en el conjunto de desafíos principales del sujeto político de la construcción social de orientación socialista en Cuba, y lo estará por mucho tiempo, dadas las raíces de este fenómeno social y por sus consecuencias.

El burocratismo, cuyos efectos son inversamente proporcionales a la democracia, afecta el funcionamiento sano de la sociedad en todos los órdenes, es económica y culturalmente pernicioso e irrita a la ciudadanía.

En los últimos tiempos, y al calor de los debates que generan las transformaciones socioeconómicas en curso en el país y por los importantes y difíciles desafíos que enfronta la sociedad cubana, este fenómeno negativo es tratado con mayor frecuencia.

A lo largo del proceso revolucionario cubano hemos experimentado diferentes procesos de ofensiva antiburocrática y en el orden organizativo y de formación se ha trabajado en la eliminación de sus causas, sin que podamos decir que ya no es un problema socialmente relevante, antes bien es de la mayor importancia y actualidad.[1] Vale entonces recordar como introducción a este breve texto lo planteado por Fidel hace 50 años:

“…creo de todo corazón que el socialismo tiene que cuidarse del burocratismo tanto como del imperialismo. No olvidarse de eso, porque es más peligroso, porque es un enemigo clandestino. (…) Pero es un mal grande del cual no nos damos cuenta, del que no tenemos conciencia. Y, sin embargo, es un gravísimo mal, estorba la producción, consume en tareas innecesarias las mejores inteligencias, consume mucho de la energía del pueblo”.[2]

Primero hay que diferenciar “Burocracia” de “Burocratismo”

Valen la pena unas líneas para establecer con claridad los significados con los cuales entenderemos estos términos.

Burocracia

El término “burocracia”[3], a diferencia del término burocratismo, no se emplea siempre en sentido peyorativo. Con el advenimiento de la llamada “sociedad de masas”, denominación que alude al crecimiento general, económico, tecnológico, industrial, poblacional, etc., la burocracia aparece como el aparato administrativo organizado jerárquicamente y pautado por regulaciones estrictas que permite el ejercicio racional del poder, no solo del poder público, de la organización gubernamental, sino también en las estructuras políticas partidarias, comerciales, sindicales, industriales, eclesiásticas, etc. No es que no hubiera burocracia anteriormente, sino que ahora sería un elemento más extendido y omnipresente.

Al constituirse en mecanismos de poder en la sociedad capitalista, la burocracia se consolidó como ente ajeno a la ciudadanía, como aparato al servicio de la dominación del capital sobre el trabajo y como espacio para los privilegios, el nepotismo, la prevaricación, las pugnas entre intereses corporativos, la coima y la corrupción. Para las prácticas burocráticas del Estado capitalista se necesitaba un ciudadano pasivo, aceptador, sumiso.

En la tradición revolucionaria socialista, el rechazo a los abusos de las estructuras de poder del capitalismo instaló en la ideología y la política y en la conciencia ciudadana la interpretación peyorativa del término y junto con ello, la figura del burócrata como persona al servicio e identificado con esas prácticas. Los burócratas suelen identificarse y eventualmente prodigarse favores mutuos, creando en ocasiones redes mucho más perniciosas.

Es con este enfoque que emplearemos en este trabajo el término burocracia.

Cuando emprendimos la aventura de la construcción socialista de la sociedad cubana, se tenía como totalmente ajeno a los revolucionarios, al Estado revolucionario, a las instituciones y organizaciones revolucionarias, el peligro del burocratismo, pero no tardó en comprenderse que en el socialismo persisten profundas contradicciones en la sociedad que resultan generatrices de las tendencias burocráticas.

Burocratismo

El sufijo “ismo” denota la cualidad de sistema, de doctrina, lo que se refiere entonces no a la actividad o sistemas organizativos específicos que emplean los ocupados de la administración y que pueden estar incluso deformados por las prácticas burocráticas, sino a la manipulación espuria en el ejercicio de la actividad administrativa, en la que predominan características formales, estrictas y complicadas que lentifican, obstaculizan y  enredan la solución de los asuntos públicos o de otra índole, y en su mayor deformación la inercia, el conformismo, la desidia y la privatización de las posiciones públicas para ilegítimo beneficio individual o de grupos.[4]

El uso popular de estos términos

Cuando los cubanos empleamos habitualmente los términos de burocracia y burocratismo, los referimos habitualmente a los obstáculos y complicaciones que se presentan en los organismos públicos, cuando tenemos que hacer trámites para autorizaciones, reclamaciones, legalizaciones, actualizaciones, registros, altas o bajas, etc. Y naturalmente, no falta razón en esta interpretación, ya que no pocas veces, múltiples factores causales y sus consecuencias hacen el papel de freno a las soluciones a las que tenemos derecho como ciudadanos instalando así en esos espacios de administración pública la desidia, la lentitud, la ineficiencia, la rutina y una plomiza incapacidad, para el cambio y el desarrollo.

En ese tenor, el funcionario devenido burócrata, que se rige por su estructura piramidal y la observancia de la disciplina jerárquica a la que pertenece, pierde capacidad de ubicarse en las necesidades y problemas de la ciudadanía y reacciona exclusivamente a las indicaciones “de arriba”.

En ocasiones estos frenos están lamentablemente matizados por la humillación del público por funcionarios insensibles, cuando no son complicaciones ex profeso para condicionar la coima o el soborno constituyéndose entonces en abuso contra la ciudadanía ya con implicaciones no solo de orden ético, sino también legales.

El burócrata, identificado como parte de una estructura de poder que ha privatizado, ve al ciudadano no como alguien con el derecho a ser debida, correcta y eficientemente atendido, sino como alguien subordinado a su persona, alguien a quien se hace un favor, a quien se le dispensa una dádiva. El ciudadano, a veces un “usuario”, a veces un “impertinente”, debe sentirse agraciado por la atención del todopoderoso funcionario.[5]

Diferentes organismos de la administración tienen departamentos u otro tipo de estructuras para atender las quejas de la ciudadanía; sin embargo, la vida demuestra que esas entidades al ser juez y parte no ejercen adecuadamente la función para la cual están dirigidas. Las dependencias tienen libros “de quejas y sugerencias” que por lo regular no juegan el papel que se espera como mecanismos para mejorar su trabajo, ya que no predomina el sentido de la crítica y de la autocrítica constructivas.

Ahora bien, más allá de su indiscutible importancia, lo anterior se refiere a determinados efectos que las tendencias del burocratismo tienen directamente sobre la ciudadanía, no así a los factores causales que como se dijo arriba resulta esencial conocer y abordar.

Sobre el fondo del problema

Son múltiples las causas de las tendencias burocráticas que pueden desarrollarse en las administraciones a todos los niveles. Sin pretender un listado exhaustivo cabe señalar las siguientes:

-       Excesiva centralización de funciones y en correspondencia escasa descentralización, controles exagerados, voluntarismo, desconfianza en los otros, verticalismo, estilo de “ordeno y mando”.

-       Administración deficiente por desidia, desinterés, inercia e indolencia.

-       Envejecimiento moral, obsolescencia de las estructuras y normativas de funcionamiento de las administraciones.

-       Crecimiento y complejización de las necesidades sociales sin una adecuada respuesta organizativa.

-       Leyes y normativas deficientes o que se aprueban sin reglamentación o con una reglamentación inadecuada y sin las condiciones apropiadas para su aplicación.

-       Insuficiente y deficiente preparación de los directivos, funcionarios y personal administrativo en general.

-       Deformaciones provocadas por la entronización en las estructuras administrativas de intereses individuales y grupales espurios.

-       Deficiencias en los controles estatales y partidistas de la gestión pública.

-       Deficiente información pública acerca de las normativas vigentes y escasez de conocimiento por parte de la ciudadanía generada por el desinterés y la indisposición de estudiar y conocer los mecanismos de funcionamiento de las diferentes estructuras.

-       Inexistencia de formas eficientes de control social.

Es importante recalcar que estos “frenos” a la solución de las demandas sociales se generan en lo público, pero no se refieren únicamente a los trámites que necesita hacer la ciudadanía, sino a todo el funcionamiento de las estructuras públicas; no solo a las instituciones que están a cargo de los servicios a la población, sino también a las económicas, las jurídicas, las políticas, las sociales, las culturales. En todas ellas estos elementos pueden frenar la fluidez en la solución de los problemas y desafíos, las necesidades y las demandas de la sociedad. Si esto no se tiene en cuenta no se podrá calibrar integralmente el fenómeno de las tendencias burocráticas. De las características de estos “frenos” se infiere la complejidad del enfrentamiento del burocratismo en la sociedad.[6]

No es posible en un breve ensayo como este proponerse siquiera desarrollar cada uno de estos factores causales de las tendencias burocráticas. Todos ellos interactúan como freno a las soluciones necesarias para el adecuado funcionamiento de la sociedad en sus diferentes ámbitos, planos y niveles. Entre ellos, por ejemplo, el hecho que la propia ciudadanía no se preocupa por conocer detalles legales, normativos y procedimentales en las instituciones públicas y tampoco exige sus derechos con la energía necesaria.

Sin embargo, un eje transversal lo constituye el primero de los descritos: la excesiva centralización de funciones, los controles exagerados, la escasa descentralización, la poca horizontalidad, la desconfianza en los otros, el verticalismo, el estilo de “ordeno y mando”. Este factor causal de las tendencias burocráticas viene de los errores en el entendimiento y aplicación del principio conocido como centralismo democrático.

¿Centralismo democrático o articulación democrática?

Entre los factores enunciados como generadores de tendencias burocráticas, el relativo a la relación centralización – descentralización, verticalidad –    horizontalidad, tiene una expresión teórica y práctica en el principio organizativo del centralismo democrático, destacado en la experiencia socialista de Europa del Este y de la extinta URSS en calidad de fundamento de la dirección, no solo del partido, sino también del Estado y de la economía.

El centralismo democrático fue adoptado también en Cuba en calidad de principio organizativo. Inscrito estatutariamente como principio organizativo de la actividad partidista, ha influido notoriamente en todos los ámbitos de la actividad social, como norma y como estilo.

El eje de su fundamentación teórica parte de la conjugación del democratismo con la centralización, concebida como la dirección “desde un centro”, la subordinación de la minoría a la mayoría, de los organismos inferiores a los superiores, para lo cual el polo democracia se garantizaría con la elegibilidad de los órganos y organismos, la rendición de cuenta, el control, evitar la centralización arbitraria, etc. El Estado, la superestructura política, nunca estarían por encima de la sociedad, de la ciudadanía, mucho menos en su contra, antes bien actuarían en dirección a ceder sistemáticamente cuotas de  poder para empoderar gradual, sucesiva y ascendentemente a las bases, cultivando la autogestión en todas las esferas de la vida social.

Bajo este principio se desarrolló la organización de los procesos de construcción socialista y con ello se lograron importantes avances en diferentes esferas de la actividad social. Sin embargo, la práctica en los países socialistas de Europa del Este y en la desaparecida URSS, desconoció fatalmente todas las advertencias hechas por Lenin, quien concibió este principio para el partido y luego planteó su extensión a la economía socialista. La deformación práctica afectó también la relación dirigente – dirigidos y neutralizó el principio de la crítica y la autocrítica constructivas.

La modalidad de esperar por los organismos superiores, de considerar ley indiscutible lo decidido “arriba”, de no fertilizar ninguna iniciativa hasta que no estuviese “autorizada”, anuló la creatividad, empobreció y frenó el desarrollo. Estos errores se han cometido también en la experiencia cubana y es preciso alertar al respecto. Hoy es evidente la necesidad de rever críticamente este principio de dirección.

Se necesita una revisión a fondo del centralismo democrático, pensar detenidamente en las derivaciones perjudiciales que ha generado su práctica, estudiar la reorganización de la actividad social con nuevos principios de dirección, más democráticos y participativos, capaces de rescatar y hacer funcionar eficientemente los contenidos originales positivos del centralismo democrático, partiendo de concebir la dirección no como las decisiones “de un centro”, sino como la articulación de la inteligencia y la voluntad colectivas en cada plano y espacio organizativo del país para adoptar las mejores decisiones y actuar disciplinadamente en consecuencia.

Si en la práctica los organismos superiores derivan hacia el verticalismo, el ordeno y mando, el ocultamiento y la manipulación de la información y la formalización de la democracia, terminarán cercenando la creatividad, el flujo de las iniciativas y la promoción de nuevos liderazgos. No es relevante, a los efectos de sus consecuencias, la justificación que se asuma y la intención que se proclame para tal actuación; en los hechos deviene desconocimiento de los derechos de la ciudadanía,  la subvaloración del otro, y el freno al mejor desarrollo de la actividad de que se trate. Se derivará en la práctica perniciosa de la consulta para todo, se perderá responsabilidad individual consciente, se apagará el entusiasmo.

Cuando las estructuras encargadas de proponer las personas que deberán ocupar las posiciones de responsabilidad de las diferentes instituciones administrativas y políticas (las secciones, departamentos y direcciones de cuadros. Comisiones, etc.) se rigen por normas y un estilo de funcionamiento que termina por subordinarse a las decisiones del “centro”, a la voluntad “de arriba” sin tener realmente en cuenta a las bases, se acaba desconociendo en la práctica al polo democracia. Los así elegidos se sentirán más dependientes del “centro” que de las personas, estructuras y destinos relacionados con la actividad para la cual han sido situados, los demás verán subvalorados sus criterios. Si imaginamos una derivación piramidal, el resultado será la separación del “centro” de las bases, de las realidades sociales.

Otro tanto puede ocurrir con la burocratización de la vigilancia y el control que puede ser muy severo para unos y permisivo para otros.

Una práctica perniciosa generadora de burocratismo es la que consiste en no mantener  los temas abiertos a debate, incluso cuando se toman decisiones que deben ser cumplidas por todos los participantes en una determinada entidad económica, administrativa o política.

Cualquier propósito social necesita organización y direccionamiento para ser asegurado eficientemente. Por tal razón, una vez que se adoptan las decisiones (por ejemplo la aprobación de los Lineamientos), corresponde a la sociedad en su conjunto trabajar en función de su aplicación. Esa labor debe tener entre otras dos características básicas: una se refiere a que si bien las estructuras y el personal especializado son consustanciales a los requerimientos contemporáneos, el modo en que estas actúan debe basarse en la más amplia participación, la consulta colectiva, el consenso, el control popular. La segunda, tiene que ver con el hecho que cualquiera de los lineamientos o incluso direcciones más generales, continúan siendo objeto de debate y análisis, no solo porque puede haber errores en ellos, sino porque las situaciones cambiantes pueden exigir su modificación.

Y ese debate debe ser fluido y la información acerca de su desarrollo debe fluir también con la necesaria transparencia entre las diferentes estructuras y personas involucradas.

La superación de tales insuficiencias y errores es una tarea de alta complejidad, pero estratégica y decisiva, y debe ser abordada por toda la sociedad con la orientación del partido. Esa orientación tiene que fundamentarse en las conclusiones que se deriven del análisis crítico de la experiencia de dirección a lo largo del proceso revolucionario y de la situación actual, y constituye en consecuencia en la actual coyuntura un asunto a ser considerado por el próximo congreso del partido.

En la lógica elemental de toda actividad humana estarán siempre presentes el conflicto y el disenso, el diálogo y el consenso, las leyes (mientras exista el Estado) y las normas, todo para lograr una actuación racional, pensada y más eficaz en función de los intereses. Sin orden, disciplina, normas y sistema no hay actividad humana realmente eficiente.

Por otra parte, en la misma medida en que la sociedad en su conjunto ha avanzado en el orden instructivo, educacional y cultural, y hay más preparación para una productiva participación en las decisiones en general, el centralismo democrático, como principio básico de la organización de la sociedad cubana en transición socialista, debe evolucionar hacia la articulación democrática, un sistema, un modo de actuar, un modo de gestión que se oriente a lograr toda la democracia posible en las diferentes estructuras de dirección de la sociedad, que sea más eficiente en la conjugación de voluntades y en el aprovechamiento de la sabiduría colectiva, que conjure las deformaciones del centralismo y que base su aplicación en principios tales como la disciplina consciente, la unidad consciente de acción, el control social, la crítica y la autocrítica constructivas, la transparencia y fluidez de la información, la práctica de la consulta, el ejercicio eficiente de la participación democrática en la elección de las diferentes estructuras, la rendición de cuentas con las correspondientes consecuencias de aprobación o desaprobación y de reconocimiento de responsabilidades, el debate abierto de todos los temas, entre otros. No se excluye, por supuesto, la capacidad de vetar decisiones, para lo cual deben ser estudiados los posibles casos y elaboradas igualmente las correspondientes normativas y procedimientos.

En el binomio articulación – democracia, el polo democracia es la mayor reserva potencial de inteligencia colectiva y para anular y disolver los intereses individuales y grupales ilegítimos, ya que es el espacio donde están presentes todos los miembros de una comunidad, una agrupación, una empresa, un territorio, una organización, la sociedad en su conjunto, tanto los que tienen responsabilidades de dirección, como los ciudadanos “comunes”.

Se trata de retomar y desarrollar como práctica organizativa y método sistemático de conjurar las tendencias burocráticas en la sociedad cubana, aquello que tan tempranamente como en 1961 explicó y alertó Fidel:

“El método burocrático implica el riesgo, incluso, de sacrificar una serie de principios que son fundamentales para la revolución. Y, sobre todo, hacerle perder –renunciar- a lo que es tan fundamental en la revolución: la iniciativa, el espíritu creador y el entusiasmo de las masas. Porque una revolución es, sencillamente, una tarea de pueblo, no es una tarea de funcionarios administrativos, no es una tarea de dirigentes revolucionarios. Una revolución es una tarea de pueblo. Y el método burocrático está en contradicción absoluta con el principio de la revolución socialista.”[7]

Sobre el papel de los medios de comunicación

Es difícil minimizar la importancia del periodismo revolucionario, en particular el periodismo de investigación, en el combate contra la burocracia y el burocratismo, como parte de los esfuerzos mancomunados en esta dirección.

El incremento de las relaciones mercantiles en la sociedad cubana como resultado de las transformaciones económicas en curso, arropan inevitablemente el fortalecimiento del individualismo y las ambiciones personales desmedidas.

Ya no se aprecian las responsabilidades en las diferentes estructuras –como ocurría en años anteriores del proceso revolucionario cubano-, solo como un espacio para el deber y el servicio a la sociedad. Han surgido deformaciones que se alejan del ideal ético socialista y ocurre con notable frecuencia que por intereses egoístas se desconocen los errores y se defienden las posiciones adquiridas. Es preciso denunciar y combatir estos comportamientos, siempre en el espíritu de acabar con los errores, no con las personas, pero anteponiendo en todo momento el interés de la sociedad en su conjunto.

El periodismo cubano, revolucionario por definición y de probada fidelidad al pueblo, tiene la responsabilidad de participar profundizando en los problemas, informando fehacientemente acerca de las deformaciones y conductas burocráticas, en particular cuando estas se mezclan con el oportunismo, el nepotismo y la corrupción, de servir como instrumento de control popular y de contribuir al enriquecimiento de la cultura cívica de la sociedad cubana y a la creación de un clima de confianza para el debate público de los problemas.

En el ejercicio del periodismo, en particular el de investigación, el periodista debe ser consciente también de su acrecida responsabilidad por los productos mediáticos que genera cuando se trata de situaciones que entrañan deformaciones burocráticas graves, mezcladas con el oportunismo y la corrupción, y ser muy cuidadoso en el tratamiento ponderado, cuidando de no hacer críticas injustas, y velando siempre por el carácter constructivo de sus mensajes.

No será, como se dice al inicio, un mal de fácil erradicación, pero solo con un adecuado diagnóstico de la realidad, decisiones certeras, trabajo constante y sistemático y amplia participación social, será posible enfrentarlo con éxito.

Notas


[1] Uno de esos procesos tuvo lugar en la segunda mitad de la década de 1980. Por aquel entonces, hace ya unos 25 años fue publicado por la Editora Política un pequeño libro de mi autoría titulado precisamente “Burocracia y burocratismo”, escrito al calor del proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, cuya finalidad era sentar las bases que permitieran iniciar un estudio sistemático de las desviaciones burocráticas en la sociedad cubana y aportar con ello  a la rectificación que por aquel entonces ya entraba en su fase de amplio despliegue y madurez.

En esencia, la propuesta partía del análisis de lo que había sido pensado sobre el tema por los clásicos del marxismo, por Lenin, por el Ché y por Fidel y cerraba con un capítulo contentivo de algunas definiciones conceptuales de partida para el estudio de la burocracia y del burocratismo en Cuba, todo sujeto naturalmente a crítica y desarrollo ulterior.

La vida impidió dar continuidad a aquel propósito. La desaparición del campo socialista contrajo el tiempo y el espacio de la revolución cubana y obligó al país a una marcha forzada y a cerrar filas por la salvación nacional.

Uno de los objetivos principales que se proponía el estudio se refería al seguimiento crítico del principio organizativo del centralismo democrático.

Aunque no se emprendió la tarea con la envergadura que inicialmente nos propusimos, sí abordamos posteriormente el tema de las relaciones centralización – descentralización, de la burocracia y el burocratismo en otros trabajos llegando al concepto de articulación democrática como principio organizacional para la construcción socialista en Cuba, asunto que abordaré más adelante.

[2] Fidel Castro Ruz, “Discurso pronunciado en la concentración conmemorativa del VI aniversario de la revolución, La Habana, 2 de enero de 1965”. Ediciones Obra revolucionaria, No. 1, La Habana, 1965, p. 30. (Tomado de Darío L. Machado, “Burocracia y Burocratismo, Editora Política, La Habana, 1990, p.63).

[3] Muchas veces se interpreta el término relacionándolo con la palabra “Buró” y ciertamente hay una relación con ese término, pero indirecta. La paternidad en la creación del término no está claramente definida, hay quienes lo atribuyen al economista fisiocrático Vincent de Gournay, otros al filósofo J.G.F. Hegel, pero su etimología lo refiere al francés “Bureau”  que significa “oficina” y el sufijo “cracia” del griego “cratos” que significa “poder”.

[4] En el texto aludido arriba (Burocracia y Burocratismo) ensayé una definición de Burocratismo: “es el conjunto de factores causales y sus consecuencias que crea y reproduce en las estructuras de regulación económica, política, social y cultural mecanismos de freno a la realización eficiente de las soluciones de continuidad de las necesidades sociales y que conforma un fenómeno de naturaleza antidemocrática que puede ser conceptualizado a escala social” (Darío L. Machado, “Burocracia y Burocratismo, Editora Política, La Habana, 1990, p. 82).

[5] El enfrentamiento a estos hechos negativos que se producen en el contacto de las instituciones públicas con la ciudadanía, debe abordarse atendiendo a los factores causales algunos de los cuales considero fundamentales y se describen en este texto, pero también específica y concretamente puede pensarse en la variante de crear una entidad racional y eficiente financiada por el Estado, respaldada por la ley e independiente del gobierno y de cualquiera otra institución, integrada por personas elegidas por el voto directo y secreto de la población por un determinado período de tiempo, que se encargue de defender los derechos de la ciudadanía, atienda las quejas y establezca las demandas administrativas o legales según sea el caso, les de seguimiento, mantenga informada a la sociedad y exija las soluciones.

[6] En el sector privado, por ejemplo, también se producen frenos a la solución de las necesidades y requerimientos dadas determinadas deficiencias en las capacidades de gestión y por causas que pueden en ocasiones ser similares a las descritas arriba, pero no configuran un fenómeno de envergadura social, salvo que estén condicionados por decisiones atinentes al Estado y al Gobierno, sino solamente de características microlocalizadas que no califican como “burocratismo”.

[7] Fidel Castro Ruz, “Palabras pronunciadas en la reunión con los trabajadores bancarios”, La Habana, 16 de octubre de 1961. Ediciones Obra Revolucionaria, No. 39, La Habana, 1961, p.8. (Tomado de Darío L. Machado, “Burocracia y Burocratismo, Editora Política, La Habana, 1990, p.59)

Se han publicado 27 comentarios



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  • La fusta dijo:

    El periodista Darío Machado hace un análisis muy exhaustivo y crítico del fenómeno burocrático, pero en mi opinión, al intentar llegar al fondo del problema se queda un poco corto, porque hay que dejar bien claro quiénes son los burócratas (sin sentido peyorativo) y los burócratas (con todo el sentido peyorativo del mundo) a los cuales les podemos llamar provisionalmente "burófilos" a falta de un término más apropiado. Los burócratas y los burófilos son actores muy diferentes de la gestión estatal, empresarial y social, aunque yo prefiero llamar a los burócratas: cuadros. Un cuadro es la persona que detenta un cargo a cualquier nivel y lo hace de forma honesta, inteligente, creativa, esforzada, eficiente y efectiva. Un burófilo es también una persona que detenta un cargo a cualquier nivel y lo hace de forma interesada, mediocre, mecánica, acomodada, ineficiente y aparentemente efectiva. Hay una frase célebre (creo que de Lenin) que decía que si se rasca la piel de un extremista se encuentra un oportunista; parafraseando podría decirse que si se rasca la piel de un burófilo se encuentra un mediocre, y por qué no, también un oportunista. Los burófilos están a todos los niveles. A nivel central se ocupan de emitir disposiciones y leyes sin prever los casos especiales, y después no se toman el trabajo de medir las consecuencias de las resoluciones y leyes emitidas. A nivel de base se ocupan de hacer cumplir APARENTEMENTE con las resoluciones y leyes emitidas por los organismos superiores pero soslayando los casos particulares porque son difíciles de resolver. A su vez también emiten sus propias determinaciones como clausurar una puerta de acceso para acomodar a los custodios, o los baños para que no se roben los merucos, o esconder los medios básicos en situación irregular cuando viene una auditoría, o maquillar los informes.
    Luchar contra el burocratismo se concreta en gran medida premiando y promoviendo a los cuadros y sacando del juego a los burófilos. Por supuesto que eso no lo van a hacer los propios burófilos y que la lucha contra este mal debe provenir del Partido (donde desgraciadamente también hay burófilos, aunque menos) y de la prensa.

    • jose dijo:

      La fusta no exageres que corto no se quedó, quizás le faltaron cosas, pero no exageres. Y en mi modesta opinión la burocracia es un fenómeno difícil de resolver en nuestra sociedad. Tengan presente que en todo el estado quiere intervenir a pesar de que nuestro presidente Raúl pidió en el pasado congreso efectuado que no interviniera el estado en asuntos de los ciudadanos y ya vez la ministra de tal y mas cual ministerio todos los años quiere cerrar lo que ella cree deja libre tal mas cual puerta por donde los ciudadanos estuvieran ganado terreno. Que vamos hacer

    • Elio Antonio dijo:

      Hola:-)

      La fusta está en lo correcto. José: para el intercambio mediante en estos medios y en sentido general en cualquier tipo de debate, existen métodos que todos debemos dominar para ser efectivos, si no, se convierte en un simple cacareo. El periodista dejó claro que su ensayo no es suficiente, nunca podrá serlo por lo complicado del asunto. Ahora bien, lo que considere otra persona no estar abordado o que merece precisión o enriquecimiento, entonces simple y llanamente lo hace escribiendo. En la mayoría de los casos, no es necesario gastar palabras para minimizar los argumentos de los demás, hay otras formas más inteligentes si fuera necesario.

      Saludos;-)
      http://desdeguantanamo.cubava.cu/
      http://elioantonio.cubava.cu/

      Es decir

  • York-Barón dijo:

    Estimado columnista no termine de leer su articulo, muy largo, teórico, no obstante coincido con usted, la burocracia y el burocratismo son un mal generalizado en todo el mundial, no existe país en el planeta tierra donde no estén presentes, una vez mas se ratifica la frescura y visión del pensamiento de Fidel con la sita de su texto “…creo de todo corazón que el socialismo tiene que cuidarse del burocratismo tanto como del imperialismo. No olvidarse de eso, porque es más peligroso, porque es un enemigo clandestino. (…) Pero es un mal grande del cual no nos damos cuenta, del que no tenemos conciencia. Y, sin embargo, es un gravísimo mal, estorba la producción, consume en tareas innecesarias las mejores inteligencias, consume mucho de la energía del pueblo”.[2]

    Nosotros los cubanos hasta hicimos una película, un clásico del cine revolucionario en los primeros anos de la revoluciona, pero seguimos en eso, los burócratas cuando se sientan y emiten Resoluciones, Instrucciones, procedimientos, normas, cartas circulares y cuantos otros documentos puedan existir no están mirando para los lados, su interés es solo dar a la luz ese su engendro, lo peor de todo eso es que esos documentos se convierten en estandartes para frenar el desarrollo de nuestras fuerzas productivas, perdemos mucho tiempo en reuniones para preparar otra reunión, documentos importantes que van al fondo de una gaveta de un buro, porque estamos agobiados con otros que no tienen esa importancia, en no pocas ocasiones lo mas importante es el papel no los hechos, bueno el tema da para un doctorado

  • Pioneer dijo:

    Profesor Dario , en mi humilde opinión no puede existir un socialismo sin centralismo democrático porque es uno de sus principios fundamentales , no se puede jugar a la conceptualización de procesos en un país que emergente mente necesita soluciones a corto plazo que destraben mas que liberen soluciones económicas que en fin conduzcan a la salvación económica de un modelo quebrado en la practica , no discuto en teoría porque el bagaje teórico puede conducir a luces de luciérnagas que en la noche pueden ser muy halagadoras pero no olvidemos que estos insectos vuelan y pueden seguir alejando la luz que trae el oxigeno vital premorten , en esencia profesor las soluciones de la burocracia rosa sino camina por senderos super estudiados por sociedades que según el precepto socialista contradicen en su hacer sus principios , y la pregunta seria ,seremos capaces en aras de una sociedad mejor renunciar a los principios socialistas que no la permiten? , seremos capaces de ir por encima del dogma a buscar el bienestar del pueblo que como bien dice es a fin de cuentas quien debe construir lo que el socialismo promueve , y para eso solo otra pregunta , quien le pone el cascabel al gato y que cascabel le ponemos??? , pero mas importante , será que la dirección actual de la revolución cuenta con la experiencia social directa(convivencia con quien sufre directamente el fenómeno y mejor padecerlo en carne propia) para este empeño .

  • FRANCISCO dijo:

    El problema mayor es que un gran porciento de la poblacion cubana no conoce sus derechos, no tiene a quien acudir frente a un burocrata ya que todas las instituciones para tramites dependen del Poder Popular y muchas veces el quejoso es tomado como una afrenta al sistema y el desconcimiento de la ley y sus multiple variedades de regulaciones y reglamentaciones hacen mas dificil el tramite

    • Dudas dijo:

      "Todas las dependencias para trámites dependen del Poder Popular..." Que absurdo!! Para su conocimiento, en unos cuantos rganismos de la Administración Central del Estado se realizan importantes trámites: Voy a referirle sólo 2 de ellos: Ministerio de Justicia y Ministerio del Interior.

      • Francisco dijo:

        Sr. o Sra. Duda es correcto, pero esos dos Organismos que mencionas, son los que mas organización tienen, sin los mas apegados a las leyes y con menos papeleo y cuando se sientan todos los Directores y Dirigentes de un municipio reciben orientaciones y reclamos del Presidente del Poder Popular y son criticados o alabados por este, recuerde que en Cuba los poderes no son separados en los municipios, todo responde al Presidente del Gobierno.

  • Rosaura dijo:

    me parece mas facil empezar por revisar estructuras administrativas para que vea cuantas Direcciones, Departamentos, etc tiene cada una y por tanto, cuantas personas se dedican a tiempo completo a establecer directivas "hacia abajo" para luego efectuar visitas, inspeciones y controles sorpresivos ademas de solicitar informes diarios, semanales, mensuales y trimestrales, y sobretodo cambiando los formatos, porque algo tienen que hacer en 8 horas de trabajo. Pero ademas estas instituciones tienen areas de inspeccion para chequear si se esta cumpliendo lo dispuesto por cada area administrativa e informado por las dependencias inferiores y ademas auditores para revisar al detalle si las entidades inferiores cumplen las directivas y las guias de control. De tal manera es muy dificil que esas personas se interesen en combatir el burocratismo porque serian los primeros en quedarse sin nada que hacer

  • Artemen dijo:

    Excelente! El texto y las notas. Se tendrán en cuenta estas ideas y propuestas para el VII Congreso del PCC? Sería un crimen no considerarlas. El socialismo es una tarea de hombres libres. Sin verdadera democracia participativa no puede haber socialismo, el que quiere y se merece el pueblo cubano. El que teme a la profundización de la democracia en nuestro proyecto o es adicto del burocratismo o es enemigo, declarado o no. Las transformaciones económicas por sí solas no producirán el socialismo próspero y sostenible al que aspiramos, es mas, no serán efectivas sin la democratización a todos los niveles y la promoción de una verdadera ética revolucionaria, martiana, humanista.

  • Reynaldo Feijoo dijo:

    Qué problema más complejo. Pienso que a veces criticamos la burocracia o cualquier otro mal. eso sobretodo cuando somos nosotros los usuarios, pero en cuanto llegamos y nos sentamos detrás de nuestro buró, nos sale el burócrata y hacemos exactamente lo mismo. Tendemos a hablar de la gente como si nosotros no fuéramos también gente. Sin tratar de justificar, también pienso que las condiciones de guerra impuestas a Cuba, a saber: guerra económica brutal, guerra mediática, intentos de aislamiento y sabotages de todo tipo, han desarrollado una mentalidad y una economía de guerra así como algunas leyes encaminadas a combatirlas. La crítica abierta se ha visto limitada por el hecho de no dar armas al enemigo. Así que por muchos años nuestro pensamiento y toda nuestra actividad ha estado en función de combatir esa guerra. ¿Qué es si no la libreta de abastecimiento si no economía de guerra?(recordar muchos paìses durante la II guerra Mundial. El tener que producir o importar bienes que no todos consumen, pero le tocan. El controlar altas, bajas, desvío y fraudes, lleva papeles y personal trás un buró. Cada vez que critiquemos, y no lo digo por este artículo, pensemos que hemos sido y somos parte del problema. ¿Hemos hecho o hacemos lo que nos corresponde al tratar a los demás? Si no tratamos a los demás y exigimos que se nos trate como seres humanos, entonces no somos revolucionarios, pero tampoco lo seremos si no cambiamos todo lo que debe ser cambiado, el burocratismo entre otras cosas. "El peor enemigo de la Revolución es el burgués que los revolucionarios llevamos dentro" sentenció Mao Tze Dong hace muchos años y yo añadiría, es también el burócrata que todos llevamos dentro.

  • estudiante dijo:

    Lo triste es que desde el Triunfo de la Revolución conocemos del problema y no pudimos evitarlo, ni resolverlo tampoco.

  • Victor SA dijo:

    Hay otro asunto profesor que no se resuelve y es el que tiene que ver con la dicotomía que se produce entre lo legalmente establecido y lo legítimo. A mi en particular me preocupa mucho esas normas que se establecen y que son imposibles de cumplir y entonces se obra al margen de la ley. Y otro es entre lo justo y lo injusto, fíjese, si usted es declarado no idóneo o disponible por un comité de expertos y el jefe toma su decisión, la que sea, justa o injusta, se reclama en esta última y si no hay violación de procedimientos, la declaran SIN LUGAR, vaya es como legalizar una injusticia, no es eso desproporcional al SOCIALISMO que queremos construir?, eso no desmotiva y desmoviliza?, es el mismo efecto que produce el burocratismo. Mira que hay asuntos que discutir, ojala el Congreso de nuestro PCC no se centre en las estadísticas macro económicas y vaya a estos asuntos.

  • La fusta dijo:

    Es cierto que es un problema dificil, pero también muy dañino y peligroso; tanto que Fidel lo pone al mismo nivel del imperialismo; y no es exageración. En la historia y en nuestras propias vidas hemos visto como revoluciones hermosísimas como la Comuna de París, la mexicana, la rusa, la chilena, la china, se esfumaron o quedaron como caricaturas de lo que fueron. Otras se baten por sobrevivir en situaciones muy precarias. No ha estado el burocratismo en el fondo de estos desastres. La historia está para aprender de ella; y nos muestra de forma inequívoca que no se puede poner este problema en segundo plano, porque es un reto que hay que vencer si se quiere salvar la Revolución

  • quiero opinar dijo:

    Aprovecho este tema para preguntar algo ¿por qué hay tan poca distribución en nuestro país de la constitución? Un libro que todos deberíamos tener en nuestras manos y yo todavía no me he empatado con uno porque no lo encuentro en ningún lado por lo menos aquí en Mtz. Demasiada centralización hace inmunes a unos cuantos y hay que cambiar eso.

    De acuerdo con FRANCISCO y Artemen

  • La fusta dijo:

    Perdone que me inmiscuya en una profesión tan noble como la periodística, que no es la mía, pero la respeto y la considero porque estimo que es una herramienta imprescindible de toda Revolución, tal como la puso Martí en el centro del combate. Por eso creo que Ud. le da en su escrito un papel bastante modesto; quizás porque Ud. mismo lo es. La prensa debe CRITICAR al cuadro que cometa errores de buena fé si no son debidos a incapacidad o mediocridad, pero no ocultar esos defectos por ser "cuidadoso" Estos no son los primeros tiempos de la Revolución en que había que situar en cargos de dirección a compañeros talentosos pero poco preparados. Más de 50 años han transcurrido y muchas escuelas de cuadros han graduado a varias generaciones. El que no haya asimilado esas enseñanzas, o no haya sabido ponerlas en práctica, no merece seguir en el cargo y debe cederlo a otro más capaz; y la prensa debe alertar sobre eso. Otra situación muy distinta es la de los burófilos; a esos no hay que criticarlos ni ser cuidadosos; hay que DENUNCIARLOS. Por supuesto, el periodismo de investigación tiene que ser muy serio, y darle esta tarea a los mejores profesionales, precisamente para cuidar el prestigio de la prensa. Los periodistas tienen que investigar hasta la saciedad para comprobar ante quién están, pero una vez que lo saben, no les puede temblar la pluma en la mano.

  • javierjuventus dijo:

    Y es solo la punta del iceberg...deja que se termine el bloqueo para que vean llo que es burocretinismo...
    Nuestra buerocracia es enorme y se adapta a cualquier forma o transformacion...
    Y asi por ejemplo mientras se propugna la horizontalidad y los poderes de los gobiernos locales para eliminar el verticalismo provocaron la adaptacion al provincialismo.. asi lo poco que era de subordinacion local, como las empresas municipales , las transformaron en provinciales para demostrar que esos aparatos intermedios si hacen falta...
    Sacudir la mata, carga para matar bribones...

  • Reidis dijo:

    es decir que el burocratísmo cubano se ha convertido en estos días como una especie de indiosincracia a lo cubano al nivel superior ,es como dicen lo tienen pegado y no se quita

  • VICTOR KOZASKI dijo:

    UNAS DE MIS CRITICAS ES QUE NO HAY CONSEQUENCIA A NADA , TRABAJO QUE SE HACE Y NO HAY CONSEQUENCIA DE QUE MANERA SE TERMINA , Y COMO SE TERMINA , POSIBLEMENTE LA PERSONA ENCARGADA DE LA OBRA NO TIENE CONOCIMIENTO DEL TRABAJO POR LO TANTO EL OBRERO LO TERMINA SIN CONSEQUENCIA , ME REFIERO A A LA CONSTRUCIONES PUBLICAS QUE ME E FIJADO SU TERMINACION QUE NO ES TERMINACION , DINERO GASTADO SI RESULTADOS , SE GASTAN DINERO EN COMPRAR AMORTIGUADORES DE CARROS QUE SON CARISIMO PARA LOS CARROS , Y CADA GOLPE ES UN GOLPE MALISIMO PARA LA ESPALDA MI SENORA SUFRIO DE ESO , NADIE SE PREOCUPA ARREGLAR LOS BACHES DE LAS CALLES Y SI LO ARREGLAN MEJOR NO ARREGLARLO , PORQUE OTRA VEZ NO HAY CONSEQUENCIA DE LA TERMINACION DEL TRABAJO DE SEGURO LA PERSONA ENCARGADA NO TIENE NOCION DEL TRABAJO COMO DEBE DE TERMINARSE EL TRABAJO , HIGIENE LO PEOR TANTO CONOCIMIENTO Y NO HAY CULTURA DE HIGIENE , HIGIENE NO TIENE NADA QUE VER CON POBREZA , ES CUESTION DE CULTURA , LOS BANOS PUBLICOS SON UN DESASTRES , LOS RESTAURANTES Y SUS COCINAS ESTAN POR DEBAJO DE LA HIGIENE REQUERIDA PARA PROTEGER AL CIUDADANO DE NO AGARAR ALLGUNA ENFERMEDAD , , YO ESTOY ORGUYOSO DE QUE MI PAIS TIENE UNA DE LAS MEJORES MEDICINAS DEL MUNDO Y YO ME ORGUYESO DE ESA PARTE RECOMIENDO A TODOS LOS ENFERMOS AQUI DONDE YO VIVO LOS ANGELES QUE YO LOS APOYARE SI TENDRAN QUE PASAR A CUBA A CURARSE , TODO MAGNIFICO , PERO NO HAY NADA CREADO CONTRA LA PREVENCION PARA NO AGARAR ALGUNA ENFERMEDAD , LA HABANA ES CONOICIDA COMO LA QUE TIENE EL MAS ALTO ENFERMEDAD DEL CANCER PULMONAR , SI TENEMOS LA MEDICIANA NO TENEMOS LA PREVENCION , PINTURA SE PINTA CON PLOMO ME ASUSTE CUANDO LO OLI EN EL HOTEL COHIBA MELIA PISO 18 Y 20 , LAS TRABAJADORAS DEL HOTEL NO PUDIERON RESPIRAR NI MI SENORA NI YO LES PEDI RAPIDO QUE ABRIERAN LAS VENTANAS PARA QUE EL AIRE CIRCULARA , DE LO CONTRARIO ERA IMPOSIBLE , ME ACERQUE AL CONTRATISTA PARA PREGUNTARLE SI ESO NO LE MOLESTA , ME DIJO QUE SI Y LE PREGUNTE PORQUE NO SE PREOCUPA POR SUS OBRERO , Y CUAL ES LA RAZON DE UTILIZAR PLOMO CUANDO ESO YA ESTA ERADICADO DE TODAS LAS PINTURAS EN EL MUNDO , ME CONTESTO QUE EL ACRILIC LE CUESTA MAS CARO , Y LE OPREGUNTE QUE HAY CON LA CONSEQUENCIA DEL CANCER Y NO UTILIZAR MASCARA SABIUENDO QUE ESE TOXICO LE LLEGA A UNO A LOS PULMONES QUE NO ES SALUDABLE SE FUE Y CERRO LA PUERTA DONDE ESTABAN LOS PINTORES PINTANDO , OTRA VEZ TENEMOS LA CURA PERO NO LA PREVENCION , NO HAY CONSEQUENCIA , HAY BUROCRACIA , GENTES SENTADAS HABLANDO DE REVOLUCION Y DE EMBARGO PERO NADIE SE HACE RESPONSABLE POR NADIE , SI HAY EMBARGO ESO LO ENTIENDO AQUI NOSOTROS LUCHAMOS ABIERTAMENTE PARA TERMINAR EL EMBARGO , , PERO AQUI YO NO PODRE AYUDAR A PREVENIR CONTRA NINGUNA ENFERMEDAD POR FALTA DE HIGIENE , LA BUROCRACIA ES EL PEOR ENEMIGO DE LA REVOLUCION EN PROBLEMA ESTA EN EL INTERIOR NO EN EL EXTERIOR , EN EL EXTERIOR NOSOTROS SABEMOS QUIENES SON NUESTROS ENEMIGOS , PERO ADENTRO ES DONDE SE DEBE DE HACER LA VERDADERA LUCHA , SE RECUERDAN LA HISTORIA DEL CABALLO DE TROYA , NO PUDIERON GANAR POR FUERA LA GANARON POR DENTRO ,ME RECUERODO LA FAMOSA FRASE DE LENIN EN LA REVOLUCION QUIEN NO TRABAJA NO COME , ESTOS BUROCRATAS QUE NO TRABAJAN NO PRODUCEN VIVEN MEJOR QUE CUALQUIER TRABAJADOR QUE SI PRODUCE , VOLVEMOS A LO MISMO NO HAY CONSEQUENCIA . NADIE ES RESPONSABLE , YO SEGUIRE MARTILLANDO ESE CLAVO HASTA QUE ENTRE , YO QUIERO MUCHO A MI TIERRA VOY TODOS LOS ANOS A VISITAR A ESA TIERRA VOY CON MIS HIJO NIETAS MI SENORA AMISTADES , NO PARO DE IR NO LA QUIERO PERDER POR NEGLIGENCIA , Y REPITO VIAJE POR CUBA CON MI SENORA LE ENCANTO Y ME HIZO UNA PREGUNTA QUE YO YA SABIA LA CONTESTA , PORQUE HAY TANTAS PARCELAS DE TIERRA SIN LABORAR , Y TANTAS GENTES SIN TRABAJAR , ESTUVIMOS EN ITALIA , ES CAPITALISTA PERO NO HAY NINGUNA PARCELA PEQUENA O GRANDE SIN QUE SEA LABORADA , Y SI HAY LUGARES COMO MONTANAS QUE NO SE PUEDE LABORAR SE SIEMBRA ARBOLES PERO EN CANTIDAD PARA ATRAER LAS LLUVIAS Y FILTRAR EL AIRE , , VOLVEMOS A LO MISMO , ESCUCHE LAS DISCUCIENES PIR TELEVICION DEL COMITE CENTRAL DE DESARROLLO Y CRITICA POR INCUMPLIMENTO DE OBRAS , Y LAS RAZONES QUE LOS PECIOS DE LAS VERDURAS Y LAS FRUTAS ESTAN AL POCO ALCANCE DEL PUEBLO PORQUE ESTAN CARISIMA , , EL COMERCIANTE EL BUROCRATA CAUSA QUE ALGUIEN COMPRE AL CAMPESINO SUS PRODUCTOS Y LA REVENDE AL MERCADO A PRECIO ALTO , Y LA GANANCIA LA GRANDE GANANCIA VA PARA EL , YO CREI QUE EN EL TIEMPO DEL CHE SE ACABO ESO , YO SE QUE ME FUI DEMASIADO LARGO CON MI COMENTARIO , FAVOR CUIDANME A MI CUBA GRACIAS

  • Eduardo Ortega dijo:

    Buen tema, muy importante; texto muy largo. Aspecto muy necesario para el Congreso del Partido, que espero lo tome acorde con su gran importancia. El mejor atídoto contra el burocratismo es la democracia. Dar más poder al Pueblo, oir más las opiniones de la gente. Dismiuir el centralismo y aumentar la democracia. Como dice un comentario, si mannana se logra eliminar el bloqueo, los burócratas pueden cebarse aún más. La lucha contra la corrupción y la burocrácia, debe implicar más participación de la gente sencilla en la toma de decisiones. SALUDOS!

  • Eduardo Ortega dijo:

    Otra arista muy importante de este asunto es el papel de los medios masivos de comunicación. La inmensa mayoría de los cubanos todavía no pueden acceder a INTERNET para leer Cubadebate u otros medios informativos y dar su opinión. Mientras, es necesario crear sitios donde todos los ciudadanos puedan dar sus opiniones. Las actuales formas de recoger la opinión pública no son suficientemente ágiles ni participativas. Lo que dice una persona en una reunión de una organización de masas es difícil que llegue a donde tiene que llegar, porque muchas veces no se toma acta y si se toma, la opinión verdadera estará sujeta a la habilidad del que tomó el acta o al interés que pueda tener el dirigente de que se conozca lo expresado. La presa revolucionaria debe ser más ágil, debe reflejar más las opiniones de la población. Cartas a la Dirección recoge solo un porciento mínimo de lo que les llega y muchísimo menor de lo que se genera en la base. El periodismo revolucionario debe ser como dijo nuestro José Martí: “El periódico ha de estar siempre como los correos antiguos, con el caballo enjaezado, la fusta en la mano y la espuela en el tacón. Debe desobedecer los apetitos del bien personal y atender imparcialmente al bien público”. SALUDOS!

  • Sombra dijo:

    un tema importante es la cantidad inmensa de tiempo que los empleados de la administración publica, debemos dedicar a informes, guias, documentos, controles, etc. en detrimento del trabajo que cada uno de nosotros debe hacer para cumplir sus función real.

  • Guajiro dijo:

    Excelentes artículos, lastima que sean ten extensos.

  • José Luis Rodríguez dijo:

    Un comentario muy bueno, hace falta que se materialice en la práctica, muchos papeles y trámites no es sinonimo de control , al contrario , puede ser un obstaculo para este.

  • Paulina Hernández Mezonet dijo:

    Me adhiero plenamente análisis exhaustivo y crítico de Darío Machado sobre el fenómeno burocrátic: "El burocratismo, cuyos efectos son inversamente proporcionales a la democracia, afecta el funcionamiento sano de la sociedad en todos los órdenes, es económica y culturalmente pernicioso e irrita a la ciudadanía".
    En mi opinión, basta esa calificación para convencernos todos de que esta práctica es incompatible con nuestro sistema y nuestra ideología. Pero lo malo es que cada vez que se trata de eliminar se crean nuevos mecanismos burocráticos que empeoran. situasituación

  • Omar dijo:

    El burocratismo no es patrimonio sólo de quien trabaja detrás o desde un buró. Burócrata puede ser un médico que no atiende bien a su paciente; la empleada que no atiende bien al cliente, que lo hace sentada o que casi ni le mira a la cara o lo escucha; el custodio que retiene a las personas a la puerta de un comercio o entidad y se realiza originando una cola a la entrada; el maestro que ve al alumno como uno más en el aula y no como la arcilla que ha de moldear; el cuentapropista que deja pudrir los productos sin bajarle su precio; el obrero que no presta atención a la calidad de su trabajo... Todo aquel que se sienta como el centro del universo y que los demás giran a su alrededor como satélites: es un burócrata.
    En fin, todo el que vea y trate al prójimo como un objeto o una cifra estadística, o que piensa que desde su actividad no presta un servicio sino que “hace un favor”, es un burócrata. El burócrata es el mejor aliado del bloqueo y del bloqueador. Desgraciadamente, es una especie que abunda en nuestra Patria, y lo más grave y triste: no tiene conciencia de que es un burócrata.

  • Omar dijo:

    Paulina Hernández Mezonet dijo:

    Me adhiero plenamente análisis exhaustivo y crítico de Darío Machado sobre el fenómeno burocrátic: “El burocratismo, cuyos efectos son inversamente proporcionales a la democracia, afecta el funcionamiento sano de la sociedad en todos los órdenes, es económica y culturalmente pernicioso e irrita a la ciudadanía”.
    En mi opinión, basta esa calificación para convencernos todos de que esta práctica es incompatible con nuestro sistema y nuestra ideología. Pero lo malo es que cada vez que se trata de eliminar se crean nuevos mecanismos burocráticos que empeoran. situasituación
    8 enero 2016 a las 12:51
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Se han publicado 27 comentarios



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Darío Machado Rodríguez

Darío Machado Rodríguez

Licenciado en Ciencias Políticas y Doctor en Ciencias Filosóficas. Preside la Cátedra de Periodismo de Investigación y es vicepresidente de la cátedra de Comunicación y Sociedad del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

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