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La encrucijada argentina

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El 22 de noviembre, Argentina llevará a cabo la segunda vuelta de la elección presidencial, en la que se juega la continuidad o un rudo golpe al proyecto bolivariano, sanmartiniano, martiano, chavista y fidelista de unidad e integración de América Latina y el Caribe. Ese con el que Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Lula da Silva, como intérpretes de recias luchas de los pueblos de nuestra América, derrotaron hace 10 años en Mar del Plata el proyecto de recolonización impulsado por Bush y sus perros falderos, denominado pomposamente Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

El mismo que ha colocado a América Latina y el Caribe en el mapa político del mundo como un jugador de primer orden, e impulsado –junto a China, Rusia, Irán y los BRICS- un veloz tránsito en la escena geopolítica internacional de la unipolaridad a la multipolaridad. Con políticas propias a través de nuevas estructuras sin presencia de Estados Unidos, como CELAC, UNASUR, PETROCARIBE, el MERCOSUR renovado y un CARICOM que, en ese contexto, ha elevado apreciablemente su peso regional e internacional.

De imponerse el neoliberal Mauricio Macri sobre Daniel Scioli, del kirchnerista Frente para Victoria (FPV), esos enormes avances en la unidad, soberanía e independencia de nuestra región correrían grave peligro. Macri, del mismo pelaje cipayo del venezolano Henrique Capriles y del colombiano Álvaro Uribe actuaría como un ariete contra ellos con todo el peso político de Argentina.

Uno puedo imaginar lo destructiva y regresiva que podría significar una victoria de Macri para Argentina y para nuestra América simplemente recordando el singular y extraordinario aporte de Néstor y Cristina Kirchner en los últimos 12 años al proceso de transformación y emancipación de ambas. A la lucha por la defensa de la democracia y la autonomía latino-caribeña, contra los intentos golpistas en Bolivia, Ecuador, Venezuela. A la batalla para tratar de que no se impusieran los golpes de Estado contra los presidentes Manuel Zelaya en Honduras y Fernando Lugo en Paraguay.

En la primera vuelta de los comicios Scioli derrotó por casi tres puntos de diferencia (más de 700 000 votos) a Mauricio Macri, candidato de la alianza llamada perversa y demagógicamente Cambiemos, auspiciada por Washington y el sector más entreguista y antipatriota de la derecha argentina, de neta inspiración neoliberal, reaccionaria y excluyente. Sus orígenes se remontan al dominio británico en el Cono Sur en el siglo XIX y parte del XX, dogal que sustituyó por el del imperialismo yanqui.

Scioli no es, como Néstor y Cristina, un líder parido por una coyuntura histórica excepcional, que no se repiten. Carece del carisma, la simpatía, la cultura y el empuje de aquéllos, proviene del ala conservadora del peronismo, nacido en el seno de una familia acomodada y él mismo empresario. Pero no ha sido sometido a proceso judicial ni vinculado a corruptelas como Macri y es reconocida su lealtad al exitoso proyecto de justicia social, defensa de la soberanía nacional y espíritu latinoamericanista forjado por los Kirchner. Casi lo primero que hizo cuando fue electo candidato fue viajar a Cuba y sostener un largo encuentro con el presidente Raúl Castro.

Su compañero de fórmula y candidato a la vicepresidencia, Carlos Zannini, proviene de un origen muy humilde, militó en un partido marxista de inspiración maoísta, fue preso político de la dictadura militar durante cuatro años y ha ocupado el estratégico cargo de secretario legal y técnico de la presidencia en los tres gobiernos kirchneristas.

Macri es además un hombre sin pudor alguno que, aconsejado por su asesor ecuatoriano de mercadotecnia no tuvo empacho en su camino hacia la primera vuelta en asegurar que respetaría las principales conquistas políticas y sociales kirchneristas, tal cual hizo su par Henrique Capriles sobre los programas sociales del chavismo. Él y su familia se enriquecieron a la sombra de la dictadura de Videla y por eso se opone a hacer justicia –como los Kirchner- a los torturadores y asesinos de entonces.

El kirchnerismo ha beneficiado a todas y todos. Puso el país sobre sus pies después de la arrasadora crisis del 2001. Recuperó a la clase media, redistribuyó riqueza hasta alcanzar a la mayoría de la población. Todo eso se perdería si gana Macri, que metería de nuevo a Argentina en el ciclo de endeudamiento y devaluaciones que tanto sufrimiento ocasionó en el pasado.

(Tomado de La Jornada)

Se han publicado 7 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Extremo Oeste dijo:

    Pues sí, una gran encrucijada. Si gana Macri sería un gran derechazo a la izquierda de Argentina y de América. Que así no sea.

    • Aroldo dijo:

      Sólo espero que el día 22 los argentinos sepan votar, que sean sabios, y que sobre todo, a la hora de poner la cruz en el papel no olviden.

  • Santiago Herrera Linares dijo:

    ARGENTINA, UNIDA VENCERÁ .
    Por Santiago Herrera Linares (Cuba).
    Los avances del kirchnerismo y el pueblo que lo apoya, en materia de soberanía política, económica y avances sociales, parece que no es suficiente para evitar que una parte significativa del electorado se ha haya dejado arrastrar por la inteligente y sutil manipulación y las campañas mediáticas contra la familia Kirchner, la Presidenta Cristina Fernández y otros líderes del Frente para la Victoria y promesas de cambios de candidatos que no dicen claramente qué quieren cambiar, pero que se sabe quiénes son y a qué intereses responden.
    Los intereses de la oligarquía los representan determinados candidatos que aunque adornen su discurso con promesas y cambios tienen un historial que los desmienten. ¿Cómo un electorado puede dejarse confundir?. Pudiera parecer que las lecciones históricas de Argentina no han sido suficiente para la conciencia política popular...
    La alerta permanente para las fuerzas de izquierda es la necesidad de enfrentar la maquinaria de engaño, manipulación y acciones violentas de las oligarquías con la unidad del pueblo, una obra transformadora continua y ascendente, una labor organizativa cada vez más unitaria, consciente, sin miedo
    Las reglas de la izquierda se basan en valores contrarios a los de la derecha. Son las reglas de la transparencia, lealtad al pueblo, a la verdadera soberanía política y económica, a la redistribución equitativa de la riqueza, derechos económicos, políticos y sociales garantizados, limpieza moral, el ser humano como sujeto y razón de ser de los proyectos políticos… Cuando se lucha con estos valores y se avanza en función de ellos, entonces los pueblos son los actores, la manipulación de la derecha pierde espacio y los movimientos progresistas se hacen indetenibles y su obra perdurable.
    Si el proyecto político, económico y social tiene como protagonista a la gran mayoría de la población, entonces ese proyecto es triunfador. La unidad de la vanguardia junto a su pueblo será la clave de la victoria.
    Pienso que el hecho de que Scioli, candidato por el Frente para la Victoria, haya sido el más votado es una muestra de que pueden ser confundidos una parte, pero no la mayoría de los electores. El balotaje que medirá a Scioli con Mauricio Macri, el segundo en cantidad de votos, será la prueba final, que expresará hasta dónde puede llegar en la balanza electoral la política real de transformación progresista de ese país en los últimos años frente a la manipulación mediática y del discurso político del candidato opositor.
    En este contexto la lucha es compleja, pero los pueblos son determinantes.
    Los argentinos decidirán con su voto libre el país que desean, como dice Scioli, pero ... !qué bueno sería que la mayoría no se dejara confundir y con plena conciencia de país votaran!... ¡América Latina y el caribe también son la Patria que los acompaña y espera.!

  • katana dijo:

    que me dices??, que la confrontacion permanente es hoy y no cuando el cacerolazo y las dictaduras militares????

  • asiduo dijo:

    Ese comentario vale dinero¿ Cuanto te Pagaron?, Es que acaso crees que la gente no recuerda, Es que acaso tu no recuerdas que argentina recibio Kirchner, producto del desastre de era Mennen, Claro hay quien acusa al actual gobierno de corructo ¿Conoces a Macri? No me jodas

  • Juan Gatica dijo:

    Sí, que así no sea....
    Sería como mucho en Latinoamérica un Henrique Cardoso, un Ricardo Lagos Escobar, un siniestro Alvaro Uribe Velez, un Henrique Capriles , un Federico Franco, un Roberto Micheletti, y ahora un MAURICIO MACRI....

  • Aroldo dijo:

    Entonces vaya allá y ponga la cruz en la boleta de Macri, es lo único que te falta, ¿cuánto te pagaron?, ya, eres el nuevo militante, doctorcito.

Se han publicado 7 comentarios



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Angel Guerra Cabrera

Angel Guerra Cabrera

Periodista cubano residente en México y columnista del diario La Jornada.

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