- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Un dúo, un sueño, una hazaña

Foto: Archivo.

Foto: Archivo.

Cuando me topé con la noticia, el viernes en la tarde, pegué un brinco en el asiento, con una mezcla efusiva de sorpresa y emoción. Siempre he esperado mucho de este muchacho desde que vi sus primeras actuaciones internacionales, pero la faena en Glasgow superó cualquier realista expectativa. Manrique Larduet llegó más alto que cualquier otro cubano en la historia de la gimnasia artística. Recogió la impronta de Casimiro, Richard, Eric López y se elevó hasta la cúspide.

Su éxito es una mezcla de talento, disciplina arrojo, humildad, entrega. Con sólo 19 años, este pequeño santiaguero se ha convertido en el segundo gimnasta más completo del mundo, únicamente superado por la leyenda japonesa Kobei Uchimura, seis veces campeón del orbe.

Pero también hay mucho de su entrenador en este triunfo. Carlos Rafael Gil ha sabido demostrar cuán poderosas son las armas de la pasión, la perseverancia, el trabajo serio y sistemático, la fe infinita en sus posibilidades y la de sus pupilos. Cuentan que hubo los que le decían que para triunfar como técnico en esta difícil disciplina había que peinar canas. Él, con sólo 30 años, se ha convertido de golpe y porrazo en el aclamado preparador del subcampeón del mundo.

Es este el mayor triunfo de la nueva Escuela Nacional de Gimnasia; ese sueño de Fidel que es ya una realidad. Con el extraordinario resultado de Larduet, recordé aquella noche de septiembre de 2000, cuando en medio de una de las reuniones de coordinación de la Batalla de Ideas, el Comandante en Jefe comentó con asombro y admiración las competiciones de gimnasia artística y rítmica de los Juegos Olímpicos de Sidney, las polémicas que se habían dado con los jueces en la competición masculina, la juventud de las campeonas, y se preguntaba cuándo Cuba podría tener a estrellas mundiales de la gimnasia.

Se habló entonces de la falta de condiciones que había en la sede la Escuela Nacional de Gimnasia (entonces en Prado y Trocadero), la ausencia de aparatos modernos para el entrenamiento y otros hándicaps en la preparación de los gimnastas cubanos. Proyectó entonces Fidel la idea de construir una sede adecuada para la Escuela, que permitiera concentrar y preparar desde edades tempranas a los talentos que tuviéramos en todo el país.

En el 2006 se abría parcialmente la espaciosa y confortable escuela en la capital cubana. Y en el 2010 vendría el primer gran resultado con un oro en manos libres en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Ahora, 15 años después de aquel sueño de Fidel, Cuba tiene una estrella en el firmamento de la gimnasia artística mundial: Manrique Larduet.

Estoy convencido que el dúo Manrique-Carlos Rafael volverá a sonar entre los grandes en la Olimpiada de Río 2016. Y crecerá en prestigio la Escuela Cubana de Gimnasia.

Escuela Nacional de Gimnasia de Cuba. Foto: Juventud Rebelde

Escuela Nacional de Gimnasia de Cuba. Foto: Juventud Rebelde