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El Halcón Maltés

maltese_falcon_ver2.jpgEn 1941 apareció “El Halcón Maltés”, con esta obra comienza lo que se dio en llamar el género del “cine negro”, un género que popularizó el thriller. Los personajes negativos y una visión de la sociedad norteamericana emanada del propio cine hollywoodense que se desmarcaba del “happy end” y la sociedad satisfecha.

El Halcón Maltés es una novela escrita por Dashiell Hammett, un autor que conocía la temática, fue detective privado de la Agencia Pinkerton, dejó este oficio y comenzó a escribir relatos, novelas, y guiones cinematográficos con su personaje protagónico Sam Spade.

Hammett no tenía una visión edulcorada del mundo aventurero de detective privado, los conocía demasiado bien, sabía que no eran héroes idealistas sino personajes astutos que utilizaban todos los ardides para lograr sus fines.

La visión que tenía Hammet de la sociedad norteamericana próspera de los años 40. Era también una mirada crítica. Hammett, de ideas sociales, sin duda izquierdistas, estuvo en muchas listas anticomunistas, y aunque nunca fue convocado a declarar, si estuvo muy vigilado ¿Vigilar a Hammett?, un hombre que se dedicó a seguir a los demás.

Cuando la Warner Bros  -una productora con cierto barniz de cine social- decidió acometer este filme, iban casi al seguro por el éxito de la novela y otras versiones cinematográficas anteriores. Se pensó que esta nueva versión con Humphrey Bogart interpretando a Sam Spade, sería un gran éxito, pero su trascendencia superó las expectativas.

Un Bogart solitario, implacable, con los diálogos de Hammet que le venían como anillo al dedo a este actor con sombrero ladeado y una risa sarcástica e irónica.

Lo que da pie a la historia es la búsqueda de “El Halcón Maltés”, un valioso tesoro símbolo de la Isla de Malta que se dice estaba incrustado con oro y diamantes, era un regalo que los Caballeros de la Orden de Malta dieron a Carlos V a cambio de la Isla.

Como en muchas de estas películas, hay un cierto grado de verdad histórica. La Isla de Malta existe, los caballeros de la Orden de Malta, también, y Carlos V era el Rey de España, Alemania y de casi todo el mundo que se conocía entonces.

La trama básica del filme es relativamente sencilla, la búsqueda de este tesoro por una bella y ambiciosa mujer Interpretada por Mary Astor (Brigid O’Shaugnessy), y quien pretende seducir a nuestro detective.

Una pandilla internacional también busca “el Halcón”, la lidera Sydney Greenstreet, un magnifico actor, muy grueso, habitual de las películas Warner y que aquí encuentra su gran papel. Tiene un pistolero, Wilmer (Elisha Cook Jr.), que se exhibe con un par de grandes revólveres  protegiendo a su Jefe.

Cuando amenazan a nuestro detective, Sam Spade lo desarma, burlándose abiertamente de él. Esto provoca la risa del obeso personaje (Sydney Greenstreet). Otro personaje es Peter Lorre, actor de origen alemán, quien con una silueta endeble y una pequeña pistola, amenaza también a Sam Spade a quien, el detective igualmente desarma y ridiculiza. Dos policías inútiles y torpes, Ward Bond y Barton Maclein, merodean en el filme, vigilan a Sam Spade y tratan de capturar a la pandilla con la propia ayuda de Spade.

El filme está basado en las actuaciones que unen a estos personajes y el magistral diálogo de Hammett. El director John Houston, un guionista que aquí debuta como director, logró un gran éxito. Alguna crítica norteamericana contemporánea dijo irónicamente que este fue su mejor obra (Houston dirigió decenas de películas).

Un marinero moribundo, antes de caer deja el pesado paquete que le costó la vida: ¡El Halcón! El Jefe de la Banda (Sydney Greenstreet), toma el Halcón y comprueba que es falso, lo deja a un lado y siguen la búsqueda. Queda la bella Mary Astor sin saber que ha sido delatada a la policía por Sam Spade como una delincuente internacional.

El final nos muestra al astuto y desalmado detective que entrega Mary Astor a la policía. Aquí se produce una secuencia clásica en la historia de estos thrillers, la actriz es conducida a un ascensor de esos que se cierran con rejillas. Su bello y sorprendido rostro se observa detrás de estas rejas.

Con este filme comienza como dijimos antes el cine negro, un cine supuestamente entretenido, pero con una fuerte carga de violencia y amargura. Las reglas del juego fueron cambiando en Hollywood a partir de los años 40, después vendría el Macartismo, el anticomunismo y el cine norteamericano vibrante de los años 40 fue cayendo en grandes superproducciones mediocres. Pasarían muchos años antes de que nuevas generaciones volvieran a poner el cine norteamericano en un primer plano artístico.