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Palabras sobre la verdad o cómo leer las crónicas del derrumbe soviético

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portadacronicasds

Por razones de mi primera vida, me gradué orgullosamente de periodismo en la Unión Soviética estancada, pero en una escuela que no sé bien si, por conservar parte de la pureza de las primeras escuelas de comisarios rojos, o por la influencia de la cercana frontera occidental, me permitió estudiar las ideas del socialismo en sus clásicos y en sus polémicas, y no en manuales.

Por razones de esa misma vida, descubrí lo poco que sabía del socialismo y de las revoluciones, cubriendo como corresponsal las guerras de Nicaragua y Angola. De aquellos revolcones existenciales nacieron reflexiones y credos que aún hoy me acompañan y definen.

Por razones de mi otra vida, supe pronto que la verdad solía ser esquiva, y había que buscarla en muchos y contradictorios lugares. Anduve en los últimos años y hasta no hace mucho por el Pulgarcito de América, y allí leí a fondo al poeta y revolucionario Roque Dalton, que escribió en un verso lapidario:

¡Ay de los que creen que porque la verdad es concreta
ella es solo como una piedra, como un bloque de hormigón
o un ladrillo!

Este libro sobre cómo se derrumbó el socialismo en la Unión Soviética pretende ser eso: una de las muchas verdades concretas, dialéctica, poliédrica, polisémica. Una verdad-collage. Incluso, una verdad cubana, si bien no la única. Empezó a escribirse en 1993, recién llegado de Moscú, cuando las heridas sangraban y el dolor atormentaba. Aquellas líneas, más que reflexión, escupían amargura, y como juicios, no merecían ser publicadas ni leídas.

Hay ante todo cuatro personas a las que debo las sacudidas necesarias que me permitieron liberarme, para reescribirlo. El primero fue el general de división Ulises Rosales del Toro. El segundo fue José Ramón Balaguer Cabrera. De ambos guardo unas telegráficas notas manuscritas que fueron brújula durante todos estos años de lecturas e interpretación de apuntes, memorias y publicaciones.  El tercero no está más, y a él va dedicado el libro, porque con su impenitente agudeza me dio las claves interpretativas. El periodista Guillermo Cabrera Álvarez me recordó el retozo con mi apellido con que me despidió camino de Moscú, en 1990: “nunca te olvides que eres Pedro Pravda”, y pravda quiere decir verdad en ruso. La cuarta persona anda sentada por ahí, censora feroz de todos mis desvaríos y musa de todos mis aciertos.

Gratitudes principales dichas –porque son muchas más, incluidas las que aún debemos al pueblo soviético-, vuelvo al DERRUMBE…  En todos estos años de trabajo, mientras más leía a los detractores del socialismo, más me convencía de la necesidad de rescatar lo vivido. Desde la academia y el periodismo, hasta la literatura, convive entre nosotros una narrativa apocalíptica de la tragedia y múltiples interpretaciones sobre sus causas. Hay cierta tendencia a mistificar (demonizando o absolviendo por igual) al zarismo, el leninismo, el estalinismo, el trotskismo, el gulag, la traición final, todas como sublimaciones miméticas que se reproducen más allá del tiempo y las fronteras, como provocando la vergüenza y el arrepentimiento ajenos, mientras nos consideran delirantes vestigios de una moda pasada y nos preguntan por qué nos hacemos los “necios” y queremos “seguir jugando a lo perdido”.

El caso es que con los testimonios lúcidos, imprescindibles y aleccionadores, convive la superficialidad de muchas de las historias que nos han contado del derrumbe soviético, tan truncas como el pensamiento de muchos de sus protagonistas. Ello ha llevado a que algunos asuman la inevitabilidad del derrumbe propio, con idéntico mimetismo al que antes asumieron la economía planificada sin déficits presupuestarios, o la ficción del comunismo científico, de modo que lo que “allá” se cayó, es lo mismo que se puede (o debe) caer aquí.

En unos y otros abunda la pereza del músculo gris, incapaz de producir pensamiento propio, como el caso de una profesora de la Academia del PCUS a quien conocí, y que negaba a Marx y a Roudelle, mientras rogaba a los socialdemócratas europeos que le dieran respuestas para sus males, que ella era incapaz de encontrar.

En aquellos años, en mi corresponsalía de Granma en Moscú, cada vez que veía desplomarse los pedazos del edificio soviético, descubría que aquellas grietas, cerrazones y escombros no eran los míos. Y no es que “mi” edificio fuera una joya de la arquitectura,  pero créanme que después de haberla vivido como su hijo –y chovinismos aparte-, como revolución, la cubana ha sido ejemplar, tan ejemplar que, ni siquiera han podido barrer con ella sus propias distorsiones y errores, por fortuna, ni estratégicos, ni esenciales, pero bien amenazantes si nos retrasamos en superarlos.

La primera pregunta que siempre me hacían al regreso era para confirmar que el derrumbe había sido consecuencia de un plan perverso del imperialismo. Sin renunciar a la idea de la conspiración subversiva, yo me negaba a la respuesta cómoda, aburriendo con disquisiciones sobre el papel de la vanguardia, sobre los límites de la democracia socialista soviética y el lugar de la sociedad civil, sobre la libertad, los derechos, la cultura, la información. En los mayores alardes, incursionaba hasta en temas de economía, pues me había convencido ya que en el trabajo y sus resultados estaban todas las claves. Combinación de factores, insistía, explicaba, y me miraban con extrañeza, y algunos hasta con desconfianza.

Afortunadamente, Fidel contribuyó a poner las cosas en su lugar la noche del 17 de noviembre de 2005, cuando desde el Aula Magna de la Universidad, proclamó que no sabíamos qué cosa era el socialismo y que, si este se caía en Cuba, sería por nuestra responsabilidad. Entonces todo resultó más sencillo de explicar. No obstante, reescribiendo este libro, de nuevo tropecé con la filosofía escolástica, que no veía en la eticidad y la sensibilidad de Félix Varela y José Martí, en su equilibrio entre razón y corazón –como los llamó Cintio Vitier-, la clave moral de nuestra salvación, incluso en aquellas etapas que hoy pudieran calificarse como las más grises.

Hago estas explicaciones porque uno de los propósitos implícitos del libro es contraponer a la historia de los hechos soviéticos la perspectiva crítica de socialistas insuficientemente estudiados entre nosotros, empezando por Trotski y Gramsci, o de cubanos universales como el propio Martí, el Che, Fidel o Raúl, y recordarnos episodios de nuestra historia del último medio siglo, que a veces olvidamos, o que aún no hemos contado lo suficiente.

Fernando Rojas, en el prólogo, afirma, con benevolencia, que hago un guiño a la realidad cubana para advertir lo que no nos puede ocurrir. Les confieso que, sin muchas pretensiones, me centré, con alevosía y premeditación, en describir lo que, desde mi punto de vista, fue la célula cancerígena primigenia del colapso: el secuestro del socialismo a manos de la burocracia. Lo demás fue metástasis.

Por supuesto: se conocerán muchos más fenómenos que tributaron a la destrucción y desmontaje de esas formidables estructuras política y militar que fueron el Partido Comunista de la Unión Soviética y el Ejército Rojo. Y con ellos, la entrega paulatina del poder, la rendición negociada, la ruptura del balance mundial de fuerzas, la humillación nacional, la destrucción de la historia y la cultura, y con ellas, la identidad y la dignidad nacional soviéticos.

Cuando lleguen al final y se tropiecen con una arriesgada paráfrasis de El socialismo y el hombre en Cuba, leída como Cuba en el socialismo y el hombre; es decir, qué aportó Cuba al socialismo y al desarrollo de sus mujeres y hombres, que no estuvo presente en la URSS, y que debemos preservar acá, entenderán que apenas me he atrevido a ofrecer acertijos para, entre todos, mantener, encontrar, reencontrar, o reemprender el rumbo y seguir navegando nuestra aventura única por los mares procelosos del tiempo, en una época de nuevas zanahorias y garrotes, donde todo dependerá de quién venza dentro de nuestra cabeza y nuestro pecho.

Las CRONICAS… son en realidad una trilogía. Este volumen es sobre el pensar. Otro, sintetiza lo que Granma publicó en aquellos años, para que los jóvenes ponderen mejor los mitos de la censura en nuestra prensa. Y hay un tercer volumen, que ya está en preparación, de donde extraigo un breve contrapunteo de realidades, llamado Conceptos, que hoy les adelanto en exclusiva:

Andrei Kudriatsev pilotea un AN-26. Lo hace casi a diario en las trazas aéreas militares del Lejano Oriente ruso. Todos los días ve a Japón entre las nubes y desea refugiarse en su hogar de Jabarovsk, donde un bebé lo espera. Antes estuvo al timón de un SU-27 y hasta fue número en Afganistán del piloto de combate Alexander Rutskoi, entonces defenestrado vicepresidente del país.

De flaco es casi escuálido. Tiene grandes cicatrices en el cuello y la base del cráneo de las heridas recibidas al catapultearse. Y tiene una herida muy honda y que no cicatriza en el corazón.

Fue en un cerco... "los mojahidines tenían rodeados como a cien muchachos nuestros. Nos dieron la orden de impedir a toda costa su captura. Héroes sí, prisioneros no. El que se negara a cumplir la orden le aplicaban el reglamento de tiempo de guerra. Ya sabes… Fui, cerré los ojos y tiré los cohetes..."

Andrei llora amargamente, tiembla encogido con el cigarro entre los dedos y apura de un golpe un vaso de alcohol. Levanta los ojos y dice: "los muchachos pensaban que íbamos a apoyarlos"… ¡hasta los veía haciendo señas con los brazos!... y las lágrimas vuelven a ahogarlo…

…Fuentes está agotado. Lleva cercado varios días, sin agua ni alimentos. La UNITA y el ejército sudafricano han lanzado sobre la 32 brigada de infantería angolana de Cangamba todas sus fuerzas. Noventa y un cubanos se baten en espera de los refuerzos que tratan de abrirse paso a través de una feroz cortina de balas.

La moral no ha decaído, pero la sitiada plaza de varios kilómetros cuadrados, donde los cubanos con sus muertos y heridos batallan, se ha reducido al espacio de un terreno de fútbol. Los propios angolanos, alentados por la hombrada isleña, comparten trincheras y destino. La presión de los agresores es enorme cuando se escucha un ronroneo familiar y, seguido, unos truenos:

Los MiG 21 pasan sobre ellos banqueando las alas en saludo. Les siguen helicópteros y aviones AN-26. Las balas silban en torno al fuselaje y lo perforan. Nadie tiembla. Trepan luego y se lanzan unos en picada a descargar sus proyectiles del otro lado. Los otros bombardean. Disminuye la intensidad del asedio y los helicópteros logran entrar y dejan caer bultos con municiones y alimentos.

En uno de ellos viaja una carta de angustia y esperanza que Fuentes copia con los ojos llenos de lágrimas y que los soldados se la disputan cuando conocen quién la firma: “…no están solos. Les prometo que, cueste lo que cueste, no los vamos a abandonar… Fidel”.

…El oficial ruso –aún soviético- apaga el cigarro contra el cenicero, se traga el último sorbo de alcohol, seca con la manga de la chaqueta las lágrimas del rostro y dice: "¿me comprendes, periodista?".

Estos conceptos contrastados los tuve presentes recién, cuando leía un viejo documento de seguridad nacional estadounidense, de hace más de 40 años, que parece escrito hoy, y que afirmaba: “…La defensa de la democracia, la libertad, de la propiedad privada y la familia implica una guerra permanente y total… Las formas de esta guerra cambian de acuerdo a cada etapa… Al énfasis en lo militar sucede el énfasis en lo político o lo propagandístico para luego volver al énfasis en lo militar definitorio. Lo importante es comprender que esta guerra continuará hasta la destrucción total del adversario como tal (lo cual no necesariamente es sinónimo de destrucción física), puesto que se trata de la guerra de la verdad. Y la verdad no puede existir con el error, tiene que destruirlo, ya que su propia existencia significa la negación profunda del error…”

El “error” somos nosotros, los comunistas, los revolucionarios, los antisistema, los contracorriente. La guerra, para los pacifistas que no creen en ella, la proclaman ellos, pero la previó José Martí hace más de un siglo: es de pensamiento, y por tanto, a pensamiento ha de ganarse. Para que una revolución verdadera prevalezca, debe saber defenderse. Esa es otra verdad innegable de Lenin.

Solo una cosa me queda por desear a todos los que tengan la paciencia de la lectura: que la indignación, la reflexión o la inspiración que le proporcionen estas memorias del corresponsal de Granma puedan verse convertidas en razones y acciones, como las que vi desplegar hace unos días a hijas e hijos gallardos de nuestra tierra, en un desafío inédito, frente a las trampas del Imperio, la OEA y sus mercenarios, en Panamá. Nadie puede venir a dar lecciones de prosperidad y empoderamiento a un pueblo soberano que se tomó en serio el poder, y que ha luchado heroicamente más de medio siglo por su bienestar y el de toda su especie.

(Tomado del blog El cubano libre)

Se han publicado 51 comentarios



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  • Carlos L. Villa T. dijo:

    Es dicifil para los panameños poder tener acceso a lecturas tan refrescantes. Nos toca construir no una sociedad perfecta más sí una que nos permita ser solidarios y libres. Libres física y mentalmente. Siento que éste libro en las manos de nuestros adultos y de nuestros jóvenes abriría puertas de dignidad que el Play Station y el Movil mantienen cerradas ocultando el mundo. Saludos.

    • Misil dijo:

      Sr, Carlos, se que para uds, es difícil tener acceso a este tipo de lectura, máxime con lo que leo todos los días en los periódicos La Estrella y El Siglo, además de mi batalla eterna con nuestros enemigos de clase que opinan, aunque la verdad no es absoluta, tenemos que vivirla para conocer que defendemos con fuerza e ideas lo que estamos construyendo, leo como se realizan opiniones llenas de mentiras y verdades a media, siento dolor de ver como el dolor ajeno se utiliza de noticia (Crónica Roja), cuántos muerto a diario en ese pequeño país.
      Para ud hermano mi solidaridad.

    • Pedro dijo:

      Carlos: agradezco sus palabras. A pesar de las dificultades acabo de conocer en su tierra a panameños solidarios y libres como usted desea, que apoyaron a las delegaciones de Cuba en los foros oficiales de la Cumbre de las Américas y en la Cumbre de los pueblos. Nunca olvidaré a los policias indignados que alzaron en brazos para desaparecer del lugar a un mercenario de origen cubano que lanzaba patadas al aire ante una joven cubana que demandaba su salida del lugar. Mil gracias.

  • Zofía dijo:

    Voy a buscar el libro, ya veremos dónde lo encuentre, para leer sus vivencias sobre el derrumbe.
    Mi autodidactismo en el tema me permite afirmar que el derrumbe se gestó en las tres primeras décadas del siglo XX, por Stalin. Gorvashov solo le dio el toque final.
    Los capitalistas se dedicaron únicamente a "alimentar la deformidad" de la Unión Soviética y a esperar el momento justo para desaparecerla.
    Coincido en que fueron los soviéticos quienes perdieron su Revolución, pero no todos los soviéticos, sino aquellos que tenían el poder, porque el pueblo casi nada podía hacer.
    Pero no me apresuraré, voy a buscar su libro y leer sus impresiones.

  • Victor SA dijo:

    Cuanta necesidad tenemos de estudiar estas reflexiones, estos libros y todo lo referente a estos temas, que de una manera clara, nos indican la luz roja del peligro. "El Socialismo Traicionado" último libro que leí sobre este asunto, me dejó más preocupado que otros como "Mi Verdad" el primero que llegó a mis manos hace ya unos cuantos años. Veré dónde puedo encontrar estas "Crónicas... " y ojalá el precio no me traicione.

    • Pedro dijo:

      Victor: estudiarlas las reflexiones, libros, temas; pero sobre todo, debemos convertir lo que aprendamos de esos estudios en acciones. No basta con recitar a Fidel con aquello de que hay que "cambiar todo lo que deba ser cambiado". Tenemos que empezar por cambiar nosotros para que cambien las cosas. Cambiar la mentalidad es lo más difícil: arriba, en el medio y abajo.

  • ana ivis galan garcia dijo:

    Sencillamente Excelente. Sugerente.

  • Leonardo dijo:

    Me ha sacado las lágrimas y llenado de orgullo con las crónicas del piloto y los asedios. Desafortunadamente había mucha desinformación de la realidad soviética y los cubanos la idealizábamos. Eso contribuyó al shock que sufrimos cuando el derrumbe. Realmente fue trágico para todo el mundo. Significó el retroceso por décadas de las fuerzas progresistas en el mundo. espero que de esta lección nuestros dirigentes hayan tomado muchas lecciones aunque hayan sido tan lentos en muchos aspectos. Es cierto: la burocracia está en todos los países, pero en nigún sistema hace más daño que en el socialismo. Permite el endiosamiento y la impunidad de los funcionarios y la apatía y la indiferencia de los pueblos que se ven frustrados y maniatados. Por eso es tan necesario luchar contra la burocracia y esa es la tarea número 1 de nuestro gobierno directamente de nuestro estimado presidente porque desde su posición para abajo, se encuentra con burócratas en todos los niveles.La burocracia se combate con exigencia y control. Felicito la labor de la contraloría.

  • jesus S dijo:

    Hay que buscar ese libro .Y leerlo .Y analizarlo.El libro "Mi Verdad" me dejo con mas preguntas que respuestas. Luego lei"La revolucion traicionada , de Trosky , y entendi muchas cosas , sobre todo que 60 años antes , un comunista de verdad , lleno de defectos , pudiera preever la posibildad de la caida de la URSS, CARCOMIDA sus bases por la burocracia partidista. Y ahora leo , SOCIALISMO TARICIONADO, con un tufo stalinista , pero bastente objetiva.Ahora , veremso que es lonuevo que nos trae Pedro Prada

  • Javy dijo:

    Me encantó esa exclusiva, espero encontrar el libro.
    saludos

  • Daniel Bermudez dijo:

    Pedro, un saludo y tratare de leer el libro. No obstante, tuve la oportunidad cuando coincidimos en Moscu, por razones de esta unica vida que tengo, de conocerlos a ti y a tu musa, y vivir los momentos del derrumbe y los posteriores. Me alegro que existan periodistas que puedan escribir sobre esos temas,
    Saludos
    Daniel

    • Pedro dijo:

      Daniel: los que vivimos a experiencia tenemos el deber de contarla, para que descubramos que lo nuestro no es tan malo como puede parecer a veces, ni que copiamos tanto como creemos por ratos, pero que si no hacemos las tareas que nos tocan, sí tendremos que enfrentar lo indeseable para todos. Saludos a la familia, siempre recordada.

  • El Loco dijo:

    En mi modesta forma de apreciar, las causas del derrumbe se venían gestando desde la muerte de Lenin en 1924, lo que luego la gesta del pueblo y soldados soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial, engrandeció ante el mundo a la Unión Soviética, pero los continuos errores cometidos por el poder soviético (Stalin, Jrushchov, Brézhnev) sepultaron a esa gran nación, Gorbachov, solo hizo lo que tenía a su alcance, ya el sistema estaba corcomido y obsoleto, entonces a nosotros nos chocó tanto el derrumbe, porque viviamos encerrados en una urna de cristal y acá no se publicaba nada sobre la vida cotidiana de la Unión Soviética y esa es una crítica que le hago a nuestro sistema y a la prensa cubana en general (que sigue siendo así, solo que ahora las TICs no mantienen a tanto de toda realidad), de todos modos será muy bueno leer este libro de Prada.....

    • Pedro dijo:

      Loco: justamente para desmostrar lo contrario a su afirmación es que se publicará un volumen de crónicas con una selección -nunca se puede todo- lo que Granma publicó durante mi corresponsalía. Pero piense ustd que yo fui el tercer corresponsal, y que me precedieron en aquella a veces amarga tarea los colegas José Gabriel Gumá y Nidia Díaz. Lo que sí no hallará es morbo. La caída de un hermano, como fue la URSS, merecía al menos respeto, el que le negaron los adversarios del socialismo.

      • Mario Molleda dijo:

        Buen dia amigo Pedro. Desde Maracaibo, Republica Bolivariana de Venezuela.
        he leido guna de su cronica y sobre todo en Cuba debate su analisis sobre sus experiencias y la base del naciminento de este su libro, no he podido conseguirlo enlas librerias, ni siquiera la del sur ( la cual siempre vende libros interesantes y a precio de pueblo)....Me gustaria saber donde puedo encontrarlo o si se puede bajarle por internet.
        Gracias compañero, de ser posible interesantes bibliografias sobre la realidad del proceso cubano en esta fase tan importante y aleccionadora.

  • cadillac dijo:

    saludos, tuve la oportunidad de leer "Mi Verdad" un libro muy esclarecedor sobre lo que venia sucediendo en la URSS...lo que paso simplemente fue obra de los mismos sovieticos, ni la CIA se imagino que todo iba a temrinar de esa manera, fraguado en gran parte por los mismos soviets, por sus errores, la mala dirigencia, no solo de Stalin con sus errores y sus abusos y excesos, tambien Jruchov tuvo su parte y Breznev, epoca de este ultimo que se conocio como "el estancamiento" por el retroceso y estancamiento en todas las esferas de la economia sovietica....se lograron lanzar naves espaciales y poner hombres en el cosmos, pero no eran capaces de hacer un auto competitivo a nivel mundial, un radio, una grabadora y equipos de alta tecnologia que compitieran en el mercado, la burocracia ademas el nacionalismo de las republicas que "voluntariamente" pertenecian a la URSS entre muchisimas cosas mas, contribuyeron al fin de esta. a Gorvachov, le dejo capitulo aparte... para mi el fue el que le toco estar al bate a la hora del derrumbe, si hubiera sido otro años mas, o menos, le hubiera tocado de alguna otra forma, el mal estaba ahi ya.

  • Orestes H. dijo:

    Por que si tenemos tanto potencial intelectual entre nuestro pueblo para hacer esa guerra a pensamiento que nos adelanto Martí, hay tanta desidia en su implementacion.?
    Ante una reflexion de Aurelio Alonso aparecida en el sitio "Segunda Cita" de SR di mi opinion sobre la necesidad de prepararnos para la guerra porque cuando ella llegue no tendremos tiempo. (alguien duda que ya esta aqui?).
    No podemos seguir dandonos el lujo de evitar el debate y la exposicion de ideas, pero al por mayor, no solo en Cubadebate, o en otros foros aun exclusivos (por la cantidad de sus participantes).
    Estos temas que PPP roza en su libro y otros de nuestra realidad merecen ser discutidos en foros PUBLICOS, PUPLICOS. Cuando lo entenderan los que marcan la pauta informativa en nuestro pais.?
    Nuestro pueblo tiene suficiente madurez para hacerlo honestamente, pero el tiempo corre en contra nuestra porque ademas el enemigo que ahora se hace el bueno la tiene bien clara y tiene muy bien pensadas sus jugadas.
    A nivel macro, estamos manejando la politica encomiablemente pero hay que bajar a las calles, a la TV (como sigue de aburrida y mediocre) y muchos hombres y mujeres intelectuales y trabajadores pueden aportar mucho.
    Hace unos dias asisti a un encuentro de la Catedra del Caribe de la UH. Me invitaron cortesmente para que expusiera algo sobre lo que en algun momento relfexione en cuanto a la huella barbadense en Cuba, resultado de mi experiencia en aquel pais.
    Cuanta gente buena, humilde, de a pie y de a guagua que desafiando los terribles mas de 35 grados celsius que estamos sufriendo por estos dias, llegaron a la UH a exponer sus criterios y sus ideas sin mas exigencia que el espacio para hacerlo.
    Esa gente que es nuestro pueblo, que somos nosotros, merecemos que las cosas se hagan como deben ser.
    Es muy grato contar con esta cronica de PPP, pero mas grato seria que nuestro pueblo todo pueda contar con ella y otras en vez de estarnos bombardeando con tanta musica mediocre y tanto invento tecnologico que nos mata el alma.

    Saludos,

    Orestes H

    • Alejandro dijo:

      Orestes:
      Un saludo para tí desde la lejana Beijing.
      Un abrazo,
      Alejandro.

  • Ana Cristina Tablada Quiñones. dijo:

    Me quita el sueño no poder encontrar y leer su libro, afortunadamente junto a nosotros vive aún un gran hombre que nos guía a mirar el mundo con todos sus matices, y con la sabiduría de anunciar ese derrumbe, cuando muchos no lo veían venir (FIDEL). En estos tiempos vivo angustiada de ver la ciudad donde pasé los mejores años de estudiante de Filosofía Marxista Leninista y de mi juventud convertida en un sitial de guerra (KIEV- UCRANIA). Por ahora su crónica nos ha dejado con la llama encendida. Gracias por testificar lo que la historia debe recoger y los jóvenes deben conocer.

  • El tridente dijo:

    De los humildes, por los humildes y para los humildes....... cuantos se han creído y cuantos se creen por encima de esta setencia?......Cuanto de culpa hay en quienes
    sin profundidad de pensamiento o con ninguna posibilidad de enfrentarse, apoyamos desde una posición pasiva, los emonderamos y damos por sentado el viejo dogma capitalista de que tiene que ser así? Luchemos desde nuestra modesta trinchera personal por valores mas grandes y hermosos que nosotros mismos. Seámos un tilín mejores.... que desde la comodidad de una buena butaca, la nevera llena y la mesa repleta cualquiera decide aplaudir..... con perdón del poeta, somos la caravana de la verguenza y la moral y a todos esta lucha nos ha costado mas que una vida , mas que una lágrima y mas que un sueño. Y nos quieren quitar mas. Nuestro futuro como país, como nación y como latinoamericanos, alejandonos de nuestros hermanos y cegandonos ante las realidades con lo peor de su cultura y animos. Una vez mas pepitas de oro por cuentas de cristal y pedazos de espejos. Viva Cuba y su pueblo heroico. Saludos.

  • Atano dijo:

    Leíste CUBADEBATE, lo que necesitamos es el DEBATE, que todas las ideas tengan la oportunidad de ser expuesta, que no mida en ninguna un sensor imparcial, pues se debe defender a la revolución y la patria imparcialmente, con todo. Pero no amordazar las ideas, ni las noticias. Porque al final parecerán (o serán) traidores los que hagan eso, que solo llevan a la desidia, la apatía y la indiferencia al pueblo. Necesitamos tormentas de ideas para desbrozar el camino.

  • clemente Nieves dijo:

    Buscare el libro es un capitulo particular de la historia que hay seguir estudiando , pero sobre el SOCIALISMO creo en mi modesta opinión, al buscar las verdades, sobre el socialismo no digo la verdad, al buscar las verdades hay que hacer mucho en la filosofía, con Marx de la mano, me gustaría leer lo que piensa Armando Hart sobre este tema histórico con su visión filosófica, …………………de estos hechos he aprendido que el dogmatismo, y la ideas injenuas de que al triunfar una revolución como paso en Rusia, por ese solo hecho la lucha de clases termino, el bienestar y la productividad llegarían solos por decantación porque era suficiente creernos y repetir la idea de que al llegar la clase obrera al poder es suficiente, solo era cuestión de esperar ………..toda esa ingenuidad filosófica de los hombres traiciono el socialismo en el antiguo campo socialista, hoy nos toca a nosotros defender esa bandera, en la practica revolucionaria usando a Marx y usando como brújula el sentido común de cada momento de forma dialéctica.

    • Andrés Dovale Borjas dijo:

      clemente Nieves, hace muchos años Armando Hart publicó en el periódico Granma un artículo sobre la desaparición del “socialismo real” en la URSS, y si mal no recuerdo dijo que era lo mejor que pudo haber pasado la caída de aquel falso socialismo. Ya han pasado 23 años y todavía en nuestro país, tan ligado a la URSS, de la cual habíamos copiado casi todo y que mantenía a flote nuestra ineficiente economía, no se ha realizado un análisis profundo de las causas de aquel acontecimiento que asombró a muchos pero que ye en la primera mitad de la década del 60 Che había pronosticado al conocer los errores cometidos por el PCUS en el desarrollo de aquel sistema. Pedro Prada resume la esencia de lo ocurrido en este breve párrafo: “Les confieso que, sin muchas pretensiones, me centré, con alevosía y premeditación, en describir lo que, desde mi punto de vista, fue la célula cancerígena primigenia del colapso: el secuestro del socialismo a manos de la burocracia. Lo demás fue metástasis.” Y es que solo un ciego, un oportunista, un privilegiado del sistema o los burócratas en el poder no reconocen que la Revolución rusa, el pueblo ruso fue traicionado por una camarilla que se apoderó del Partido y generó esa burocracia, que cuando Gorbachov trató de “cambiar todo lo que debía ser cambiado” le dieron un golpe de estado que provocó la disolución del PCUS, la desintegración de la URSS y el retorno del capitalismo salvaje a las naciones que componían el antiguo imperio de los zares rusos.
      Mientras en nuestro país no se analicen a fondo, públicamente y con la más alta participación del pueblo, estos hechos y se modifique radicalmente el modelo político, económico y social copiado de la URSS, que no es otro que el Capitalismo Monopolista de Estado, estaremos en peligro de correr igual suerte, a pesar de las promesas y juramentos de nuestros máximos líderes. Ya Fidel el 17 de noviembre del 2005 “desde el Aula Magna de la Universidad, proclamó que no sabíamos qué cosa era el socialismo y que, si este se caía en Cuba, sería por nuestra responsabilidad.”, como nos recuerda Pedro Prada en su artículo.

  • sachiel dijo:

    "Hay cierta tendencia a mistificar (demonizando o absolviendo por igual) al zarismo, el leninismo, el estalinismo, el trotskismo, el gulag, la traición final, todas como sublimaciones miméticas que se reproducen más allá del tiempo y las fronteras, como provocando la vergüenza y el arrepentimiento ajenos, mientras nos consideran delirantes vestigios de una moda pasada y nos preguntan por qué nos hacemos los “necios” y queremos “seguir jugando a lo perdido”. Aqui(y allá, por supuesto) ya estan enfrascados hace rato en lograr cosas semejantes, con el pensamiento martiano y fidelista.

    Asi quieren jugar a la Historia los que no la vivieron en pellejo propio, y de contra dar clases de qué hacer. No se dan cuenta que mucha gente murió por estos ideales para que ellos tengan lo poco, medio o mucho que tienen hoy, y cuando se dan cuenta ya es un poco tarde para evitar las cagastrofes que se forman.

    Coincido en que esta trilogia debe ser llevada a la via digital y expuesta por todas partes. "De pensamiento es la guerra que se nos hace, ganemosla a pensamientos"

  • Juan Carlos dijo:

    Gracias, Pedro, por traernos este libro en momentos como los que vivimos hoy.

  • J.U.H. dijo:

    la ultima parte de este escrito me recuerda tambien algo que lei hace un tiempo acerca del accidente del submarino Kursk y fue que no aceptaron la ayuda de otros con mas tecnologia en su momento para salvar a los marinos hundidos, por soberbia o secretismo ¿quien sabe? y como contrasta esa actitud con la que ha tenido la revolucion cubana desde su mismo inicio cuando en el viaje del Granma a Cuba un combatiente cayo por la borda y el yate se puso a dar vueltas hasta encontrarlo, la revolucion nunca ha dejado a sus hijos atras. eso nos hace fuertes. gracias

  • Misil dijo:

    Estaré expectante para poder obtener el libro, yo he leído ya Mi Verdad, escrita por un soviético, miembro del CC, del Partido, que narra como fue viendo la destrucción día a día de la URSS, hasta que Gorvacho tomo el poder, ahora en la feria compré el del cro José Luís, sobre el derrumbe del Socialismo en Europa, y otro que no he comenzado a leer aún de un académico ruso sobre la conciencia, que trata el tema de la destrucción de la URSS, creo que falta mucho por analizar, los hombre somos los que destruimos lo que tenemos.

  • Raul G. dijo:

    Estudie en Odessa desde los años 1972 al 1977 y ante todo muestro un gran agradecimiento al Gobierno y pueblo sovietico por la colaboracion con nuestro pais y sobre todo en la esfera estudiantil que me toco bien de cerca.
    Durante esos cinco años si me percate de cosas que ocurrian y de las cuales no se hablaba en la prensa oficial sovietica y mucho menos en la nuestra.
    El Komsomol, organizacion juvenil de vanguardia funcionaba solo formalmente y sus miembros ni eran ejemplo , ni tenian interes por pertenecer a la misma.
    El "problema de la nacionalidades" que daban por resuelto los textos y la prensa no era ni remotamente un reflejo de la realidad existente.
    La prensa y la television mostraban un enfoque triunfalista , la corrupcion en las tiendas del estado , el pago de examenes , el alcoholismo en los jovenes ,los precios altos de los campesinos particulares, las prevendas de los dirigentes del Partido y muchas cosas mas que estoy seguro ocurren en cualquier lugar del mundo pero no se ocultan , se publican y se discuten.
    El derrumbe de la URSS no se le puede achacar a una persona fue el resultado del inmovilismo , la mentira , el temor a discutir y enfrentar los problemas existentes , la doble moral , la manipulacion de las estadisticas etc. etc. etc.........

  • matusalen dijo:

    Pedro Prada, hay alguna forma de obtener el libro por esta via, es decir atraves de internet??

  • Vladimir Putin dijo:

    Hace bien el autor en explicarme como leer las "Crónicas del derrumbe". De verdad que yo comencé a leer el libro y no pude seguir, es un poco malo. Tengo la impresión de que la mayoría que comentan arriba practican el sociolismo. Tanta alabanza a ese libro no puede ser producto de la racionalidad o de personas sinceras.

    • Pedro dijo:

      Vladimir, quien quiera que seas, escondido tras el nombre de un hombre de Estado ruso. Las personas que han vertido sus opiniones merecen respeto. Si de verdad leíste el libro, entiendo tu malestar: no está hecho para odiar al socialismo, ni a la URSS, ni para marcar la hoja de ruta del derrumbe nuestro, sino todo lo contrario. No puedo hab alr por el Presidente ruso cuyo nombre usurpas, pero puedo asegurarte que más allá de los pesares, vive orgulloso de la historia de su país y del pueblo noble y glorioso del que es hijo.

  • Raudel dijo:

    Solo apuntar que el pensamiento para la guerra que se nos propone, no debe ser preocupación solo para y de quienes ya se lo formaron y disponen de las herramientas para orientarse en un mundo tan complejo y cambiante como el que se nos plantea para el combate; Ha de preocupar a quienes se forman en las edades tempranas y ha de inculcársele la preocupación de todos los perfiles que lo soportan. Solo que para pulir esos diamantes necesitamos un ejercito d e verdaderos profesores que destierren la falta de compromiso, el egoismo, el delito, la antipatía, la desmotivación,..... Ahí es donde verdaderamente debemos ganar la guerra y no podemos cometer la ingenuidad de perder un tiempo estratégico que nos costará no solo algunas trincheras!!!! Los comunistas los revolucionarios, los progresistas no podemos cansarnos recuerden la frase: sembrar ideas, sembrar ideas, sembrar ideas.
    Trataré de encontrar, leer y conversar sobre el libro.
    Viva la Revolución, Viva Fidel y Viva Raúl

  • Calixto Sosa Martínez dijo:

    La lectura de sus apreciaciones y reflexiones se convierten en una necesidad para mí. Cursé estudios militares superiores en la URSS, específicamente en Odessa, Ucrania durante los años del 83 al 87. Tengo mis propias reflexiones, como usted dice, una proción bien concreta de la verdad. Me gustaría acercarme a las suyas. De hecho hay algo común: el deber de evitar y prevenir esos factores diversos, complejos y multisectoriales que hicieron posible lo aparentemente imposible. En ello nos va la existencia individual y colectiva.

  • FABIOMAXIMO dijo:

    NO CREO, COMO OPINAN ALGUNOS, QUE STALIN O JRUSHCHOV, TUVIERAN CULPA DE LA CAIDA DE LA URSS, MAS BIEN A PARTIR DE BREZHNEV, CUANDO LA CORRUPCION, EL INCUMPLIMIENTO, EL AMIGUISMO,ETC.. SE HACEN COMUNES DENTRO DE LA SOCIEDAD SOVIETICA. SI SACAMOS CUENTA DE LA RUSIA ZARISTA QUE HEREDO LENIN, Y LA URSS QUE ENTREGO STALIN, ME PARECE QUE EL BALANCE ES POSITIVO, ES CIERTO QUE COMETIO EXCESOS CON SUS ENEMIGOS REALES E IMAGINARIOS, PERO CONVIRTIO UN PAIS, QUE NI SIQUIERA TENIA CARRETERAS, MUY POCAS INDUSTRIA, Y UNA ELECTRIFICACION CASI INEXISTENTE, DONDE MAS DEL 90% DE SUS HABITANTES EERAN CAMPESINOS POBRES Y ANALFABETOS, Y EN LAS CIUDADES, A LOS OBREROS NO LES IBA MUCHO MEJOR, EN LA SEGUNDA POTENCIA MUNDIAL, ADEMAS, LEVANTO LA ECONOMIA DE UN PAIS DESTRUIDO CASI TOTALMENTE POR LA 2DA GM. JRUSHCHEV, TRATO DE DEMOCRATIZAR MAS LA URSS, Y EN SU EPOCA SE CREIA QUE SERIAN CAPACES DE SOBREPASAR EL PODER INDUSTRIAL ESTADOUNIDENSE, PERO SUS ADVERSARIOS, SOBRE TODO ESTALINISTAS AUN EN PUESTOS DE PODER, LO DESTITUYERON. GORBASHOV, ERA UN LIDER SIN SUFICIENTE AUTORIDAD PARA LLEVAR A CABO TODOS LOS PROYECTOS QUE SE PROPUSO, POR ESO, LO QUE SUCEDIO, EN MI MODESTA OPINION. ENTIENDO QUE OTROS TENGAN LA SUYA.
    DE CUALQUIER MANERA, AUNQUE TANTO HAYA AFECTADO A NUESTRO PAIS LA CAIDA DEL SOCIALISMO EN EUROPA, SIRVE DE TESTIMONIO A NUESTRO PUEBLO, DE ERRORES QUE NO SE DEBEN PERMITIR. LO IMPORTANTE ES SACAR PROVECHO DE TODAS LAS INESTIGACIONES SOBRE EL TEMA, COMO LA QUE PROPONE PRADA. NO DEBEN DE QUEDAR SOLO EN REFLEXIONES, SINO IMPLEMENTARLAS EN LAS DESICIONES POLITICAS, ECONOMICAS Y SOCIALES.
    RECORDEMOS QUE TENEMOS UNA REVOLUCION QUE SE GESTO POR NECESARIA Y CON LA PARTICIPACION Y CONSENTIMIENTO DE LAS MAYORIAS, NO LO DESAPROVECHEMOS.

  • Gimmy Rodriguez dijo:

    Pedro, estudié allí, en Leningrado, en Piter, en el 88 escribí una carta por la que me juzgaron duramente en la que decía, desde mis 18 de edad, que al socialismo en la URSS le quedaba poco, fui sintiendo en cada parte de mi la debacle a que llevaba la traición de una burocracia dirigente que olvidó durante mucho tiempo, cosa que por suerte nunca pasó en Cuba, que el objetivo, centro y razon de la sociedad socialista es uno solo, el hombre, el hacer por el hombre hasta influir en su pensamiento, no con doctrinas, sino con hechos, como esa verdad eterna de que : Nunca nadie ha sido abandonado, ni cuando el Granma, ni en Angola, ni alos 5, ni a Elian, esa lucha eterna por mantener al hombre como centro y actor de la obra es loq ue nos mantiene y hace grandes.

  • Ricardo dijo:

    Siempre hay que felicitar a quien se adentre en los vericuetos históricos de tan fatal derrumbre. Tengo que buscar el libro aunque siempre he pensado que en el fondo de todo está la propia inmadurez del sistema socialista para imponerse consciente y voluntariamente en toda la

    sociedad humana. Se siguió demostrando en la práctica que todos los excesos materiales o espirituales para construir esa sociedad fracasaren. De nuevo el equilibrio martiano… y por otro lado es imposible construir todos los beneficios sociales que necesitan los hombres sin una base económica que lo sustente, sin riquezas, solo con buenas intenciones y con mucha burocracia se va al cadalso.

    humana. Hay

  • cadillac dijo:

    MI PERSONAL OPINION...una gran fallo de nosotros aca, fue en cierta manera ocultar en gran parte la realidad sovietica e idealizarla como modelo de perfeccion total, es por eso la conmocion que vivimosa cuando la urss se derrumbo y el campo socilista dejod e existir en menos de 6 meses, pienso que se debio tener informada la gentre de lo que sucedia ahi, tanto en el ambito social como politico, dando la informacion oportuna y sin que esta llegara a desmoralizar a la gente o hacer interpretaciones apresuradas.
    por ejemplo siempre hablabamos de pujante y vanguardista desarrollo d ela urss y los paises socialistas y al caer estos, ninguno integro el grupo de los mas desarrollados y estaban tecnologicamente a años luz de Europa occidental. No cometamos mas ese error, seamos realistas de las cosas de neustros amigos, para en cierto modo NO COMETER NI REPETIR SUS ERRORES.

  • Leandro dijo:

    De aquella escuela de Lvov, a la cual hace referencia Prada, guardo gratos recuerdos. A ella llegué en mi temprana juventud, antes que Prada. Al llegar quizás era un empírico joven comunista cubano forjado en las batallas de la década de los 60s y la lucha de todo un pueblo por alcanzar la cifra no lograda de 10 millones de toneladas de azúcar. Allí me convertí en un comunista convencido de la justeza de la teoría marxista-leninista. No creo que todo era perfecto; parte de la historia no me la contaron y parte me la contaron a su manera, quizás los mismos que me impartían clases no la conocían (¿Conocemos a fondo la nuestra?). Pero me enseñaron a beber de las fuentes originales de Marx, Engels y Lenin. En mi equipaje, al concluir los estudios, traía las obras completas de Lenin. Allí compartí con soviéticos, búlgaros, checoslovacos, mongoles, vietnamitas, angolanos, somalíes, etíopes… Allí sentí un inmenso orgullo de ser cubano: de la Cuba de Fidel. En aquella cuidad ucraniana, que fue una de las primeras, si no la primera, donde derribaron la estatua de Lenin y a una de sus principales avenidas le cambiaron el nombre del líder de la Revolución bolchevique por el de Estephan Bandera (ultranacionalista que apoyó la invasión nazi a su territorio) y que hoy es una de las más antirrusas regiones de Ucrania, sentí el amor de aquel pueblo por la Revolución cubana y por Fidel. Los cubanos gozábamos allí, al igual que en toda la URSS, de una especial distinción, por el hecho de ser hijos de la Cuba de Fidel.
    No tuve, como Prada, la suerte o la desgracia de ver de cerca el derrumbe. Lo sufrí desde Cuba. Lo que allí aprendí en la escuela y en las calles de aquella región y de otros lugares que visité de aquel inmenso país, junto a posteriores estudios, aún inconclusos, pues nunca se puede dar por concluido estudio alguno, mucho menos de un fenómeno tan complejo, de los cuales forman parte esencial ideas expresadas por Fidel en diferentes momentos, me ayudaron a encontrar algunas de las claves de algo que en los 5 años en que permanecí en aquel excepcional centro político-militar jamás pude imaginar.
    Cuando me refiero a “posteriores estudios” tengo presente no solo los específicos sobre el tema, sino también otros referidos a nuestra propia historia. En José Martí, Félix Varela, Simón Bolívar y muchos otros, incluyendo a Chávez, Correa, Evo y otros líderes latinoamericanos y caribeños, junto a no pocas obras literarias sobre la realidad de “Nuestra América”, también he encontrado claves para acercarme a mi verdad sobre lo que sucedió con el socialismo europeo y la desintegración de la URSS.
    “Mi verdad” me ayudó a conocer procesos internos de los cuales el autor fue excepcional testigo y uno de sus protagonistas, sin que me resultara posible exculparlo de su responsabilidad, aunque él intentara hacerlo.
    Lo mejor que, a mi juicio, he leído sobre el tema, es “Socialismo Traicionado…” Al concluir su lectura envié a la editorial el siguiente correo:
    “He podido leer el libro "Socialismo Traicionado. Tras el colapso de la Unión Soviética 1917-1991" de los autores estadounidenses Roger Keeran y Thomas Kenny quienes a mi juicio hacen un análisis desde posiciones marxistas- leninistas de las causas del derrumbe de la Unión Soviética. Aun cuando no siempre comparto al pie de la letra cada uno de los criterios expresados por los autores, se trata de un libro que a mi juicio, como dice Ramón Labañino en el prólogo, es necesario para todos los que defendemos nuestro sistema socialista. Por tal motivo, considero que 3000 ejemplares es una tirada muy pequeña y debe, siempre que sea posible, realizarse una nueva tirada que llegue a un público mayor, principalmente a los dirigentes del Partido y el Estado y a los militantes del Partido”.
    Rápidamente recibí la siguiente respuesta: “Agradecemos sus opiniones acerca del título Socialismos traicionado, y suscribimos su opinión acerca de la tirada que se realizó, por lo estamos negociando una posible reedición como parte del plan 2015.”
    Espero poder adquirir la trilogía que Prada pone a nuestra disposición, para seguir complementando la búsqueda de la verdad, sobre todo para sacar lecciones, que me permitan, desde mi humilde posición, continuar defendiendo con renovados argumentos el socialismo cubano.
    Gracias Prada por la primicia de la magistral crónica sobre dos concepciones diametralmente opuestas. Sin duda, aunque algunas cosas copiamos de la URSS, en no pocas ocasiones tuvimos concepciones totalmente diferentes, entre las que sobresalen las manifestadas durante la Crisis de Octubre y nuestra ayuda internacionalista a la República Popular de Angola. Me dolió conocer cómo al arribar el gobierno guerrerista de Reagan al poder en los EE.UU. el entonces máximo líder de la URSS hizo saber a Raúl que su país no se involucraría en una guerra si Cuba resultaba agredida militarmente. Sin embargo, sería injusto no reconocer el extraordinario apoyo de los pueblos de la URSS y de los dirigentes del Partido y del Estado de aquel gigante a nuestro pequeño gran país.

  • Luis dijo:

    No lo tengo nada claro: ¿Acaso hoy no son los marxistas que enarbolan la bandera de los trabajadoras y parias de la tierra quienes están consiguiendo derrotar al imperio yanqui. ¿Podemos negar que el poder de nuestras conquistas está en el apoyo , la estrategia de y la fuerza económica de los BRICS. Creo que cualquier estudio histórico y de los caminos errados, que a veces ha tenido el proletariado, no debe impedir el reconocimiento de los esfuerzos y la lucha de clases contra un planificado ataque del capitalismo que con su ejército criminal ha logrado esclavizar con nuevas y sibilinas maneras a las trabajadoras y proletarios. La lucha tiene que continuar aprendiendo de lo pasado, pero sin olvidar que tenemos que ser solidarios, globales e Internacionales y jamás olvidar quién es el enemigo real que nos aplasta.

Se han publicado 51 comentarios



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Pedro Prada

Pedro Prada

Diplomático y periodista cubano. Embajador de Cuba en Argentina

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