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Los pesos de la muerte y los medios

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Kenya

Masacre terrorista en Universidad de Garissa, Kenia.

En la misma semana en que dos individuos mataron a 13 personas en la redacción de la revista francesa Charlie Hebdo e inmediatamente todos “fueron Charlie”, en el noreste de Nigeria unos dos mil perdían la vida y nadie fue nadie.

Cuando de muerte se trata siempre parecen especialmente vulgares los números porque una sola muerte es toda la muerte y, hasta matemáticamente hablando, hay comparaciones que no se sostienen. El dolor de una sola pérdida es el de todas las pérdidas. Para una madre la muerte del hijo solo, tiene el mismo “tamaño” que la muerte del hijo junto a otros diez, o doce, o quince mil. Es ridícula la discusión del número de muertos de una comunidad social o religiosa para que pueda tipificarse el crimen como genocidio. Es ridícula la discusión de cuántos millones de judíos, exactamente, exterminó el III Reich... como si los márgenes que hacen los dígitos rebajaran grados de horror a la barbarie.

Pero siguiendo el orden de un mundo de valores contables que obedecen a extrañas instrumentaciones, a la racionalidad caprichosa de equivalencias y comparaciones arbitrarias, los hechos recientes solo proponen la “lógica” de que un francés equivale a un centenar de africanos, a algunas decenas cuando menos... quizás equivalencia parecida con los centroamericanos o algunos árabes.Y lo mismo un alemán o un español.

Es lo que sugiere la resonancia mediática del caso Charlie Hebdo y la catástrofe de Germanwings por un lado, y por otro, la que (no) “gozan” crímenes multitudinarios –no poco cotidianos– en rincones “menos centrales” del planeta. Es demasiado desproporcionada la reacción, cuando se supone que la que opera en los ojos de los testigos internacionales es una misma sensibilidad.

Nada nuevo bajo el sol. Una tendencia ya vieja que no deja de manifestarse: la desaparición de más de 200 niñas nigerianas, la masacre de la universidad de Kenya, las guerras todas en Oriente Medio.

Este viernes El País, el mismo diario que hiciera notar hace unos meses que todos sabíamos quién es Teresa Romero –y sabíamos, por demás, quién era su perro– pero no podríamos nombrar ni uno solo entre los miles de muertos por Ébola en África, echa mano de un par de argumentos académicos para explicar el fenómeno:

La información se guía por redes de poder. Proximidad y vías de comunicación con el hecho determinan el eco de la noticia. Por eso 150 muertos en Kenia movilizan menos que 13 en París.

 

Toda la información es local y si nos hacemos eco de noticias internacionales es por la proximidad y la vinculación que tenemos con esos países, además de por la calidad de la información que podamos obtener.

Son comentarios del periodista Miguel Ángel Bastenier, uno publicado en su cuenta en Twitter, y otro retomado de enero a propósito del desbalance descomunal entre la cobertura a Charlie Hebdo y la ofensiva de Boko Haram.

La piedra angular de esta teoría es la “jerarquía de la muerte”, terminología de los medios anglosajones para designar los diferentes niveles de interés periodístico ante unas víctimas y ante otras. “En esta jerarquía influyen varios factores, que podemos dividir en dos grupos: la proximidad y la calidad de la información", cita El País:

1. La proximidad. Nos interesa más lo que ocurre en nuestro país y en países cercanos, además de si hay alguna víctima local.

2. La calidad de la información. Son muchos los medios que cuentan con corresponsales o enviados especiales en países europeos y americanos, incluidas las agencias, mientras que se cuentan con menos medios y recursos en países como Kenia, Nigeria o Siria, que a menudo son más peligrosos.

Revisemos un par de matices, también por separado:

Proximidad: Es cierto que la muerte de un primo toca más a alguien que la de un desconocido. Pero en modo alguno eso significa que no importen lo mismo. Justo porque importa tanto el nosotros, se respeta el ellos, porque se le atribuye también un nosotros. El respeto al dolor ajeno y su reconocimiento pasan por el testimonio, por la propia vivencia del dolor. Por otra parte, cuestiono posiciones internacionales, muy globales por cierto cuando de economía de mercado y avanzadas militares se trata. ¿Por qué no puede operar igual en términos de valor noticia, de interés humano?

Calidad de la información: Sí hay menos corresponsables en estos países porque “importan” menos. Pero los guardianes internacionales de la libertad y la democracia nunca han dejado de enviar, bajo argumento de peligrosidad, bombas y soldados a estos “oscuros” rincones. ¿Por qué sí los desplazan al centro de atención cuando son objeto de interés? ¿Por qué nos familiarizan entonces con sus nombres, sus geografías, su historia o lo que hacen de ella?

Hablan, además, de la percepción de una crisis constante, que no merece ya atención, que "no es novedad", gente convertida en sangre anónima desechable, sombras que viven, a veces, en los noticieros, hologramas en una pantalla, condenados, sin nombre ni historia. Sin relato.

Dice Owen Jones en The Guardian, citado por El País: nos olvidamos de las guerras complejas en países sin peso estratégico. Entonces sí. Hay, expresamente, una balanza cuyo fiel son los intereses. ¿Veremos a los líderes mundiales reunidos en Kenia como en París? No. Cinismo, racionalidad esquizofrénica global contemporánea.

Hace poco más de 24 horas una iniciativa, con la etiqueta #147notjustanumber (147 no es solo un número) intenta poner nombres, fotografías, historias de vida a lo que hasta ahora no ha sido más que una cifra, en el ánimo de hacer honor a la verdad de que detrás del número hay individuos con una vida, personas.

Hebe de Bonafini, líder de las Madres de la Plaza de Mayo, dice en un discurso: “El otro soy yo”. Verse en el otro, sí. Pero en todos los otros, no solamente en algunos.

Nos robaron la mirada

Ricardo Ramírez Arriola

Con el silencio
nos redescubrimos cómplices de un secular discurso de exclusión.
Hay muertos que no existen...
Por un instante,
en hacedores y reproductores de verdades, de todos los colores,
se redibuja el profundo andamiaje
discriminatorio,
clasista,
racista,
sexista
del que estamos hechos;
donde el silencio por supuesto que es discurso,
es indiferencia,
es complicidad,
es acuerdo tácito,
es beneplácito.
Un discurso donde algunos existen menos que otros,
unos valen menos que otros
o son menos necesarios
o simplemente
no existen.
Un discurso
donde no son lo mismo las muertes africanas que las muertes europeas,
no son lo mismo las muertes "desarrolladas" que las muertes "en vía de desarrollo";
un discurso que nos explica
por qué tampoco son lo mismo
las muertes mestizas que las muertes indígenas,
las muertes hombres que las muertes mujeres,
las muertes heterosexuales que las muertes homosexuales,
las muertes con o sin discapacidad;
un discurso que nos convence por qué existen muertes que nos deben doler a todos, nos lanzan a la calle y nos conmueven hasta las lágrimas
y por qué hay muertes que no nos deben distraer de nuestro vacacionar.

Quizá, intentando recuperar la capacidad de sentir e indignarnos
que nos es inherente
desde nuestros más lejanos ancestros primigenios,
africanos por cierto,
podamos legar un discurso menos hipócrita,
un discurso diferente.

Se han publicado 51 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Nelo dijo:

    me gustó el artículo, creo que además de joven y hermosa, eres una excelente periodista

  • cesar rendon dijo:

    Excelente análisis. Ahora todos, además de que nuestras tragedias son desconocidas y olvidadas, nuestros muertos clasificados y estratificados, nuestros comentarios desconocidos, de manera premeditada o no, pareciera que la geopolítica - forma de sustantivar los intereses coloniales en juego frente a la víctimas inertes, despersonalizando a los responsables y a las víctimas, es el único a quien podemos reclamar las injusticias cometidas.

  • cesar rendon dijo:

    Completamente de acuerdo con los análisis y conclusiones de la periodista. Hace algunos días, a raíz de los sucesos de París en comento y los estudiantes desaparecidos en México, envíe un comentario en el mismo sentido y fue vetado por ustedes. Quisiera saber, y en su momento lo pregunte : ¿ Quién filtra los comentarios en Cubadebate ?

  • bhgarcia dijo:

    Comentario oportuno y muy certero. Hasta la muerte anda presa de estereotipos (estereotipos que muchas veces los medios de comunicación ayudan a fabricar). La vida humana vale lo mismo en cualquier lugar, sin importar sexo, raza o nacionalidad. Gracias a la autora por abrirnos los ojos a esta realidad.

  • Luis Fonte Galindo dijo:

    Excelente, otra vez!!! El poema, además, en armonía con el texto.

  • Onelia Chaveco dijo:

    Magnifico tu comentario Mónica, has dicho lo que muchos queríamos escribir.

  • FDS dijo:

    Exelente artículo, pero es una verdad a gritos. Hoy vivimos el más ferreo monopolio de la información y el más aberrante cinismo y doble rasero, solo que al mismo tiempo el propio desarrollo de las tecnologías de la información, que les ha dado a los poderososs el imperio sobre las mentes, está agrietando ese dominio. Cada vez se esta abriendo paso más y más la otra cara de la información, las visiones alternativas, desde las periferias. No nos queda otra hay que seguir luchando. saludos, Mónica.

  • ncruz dijo:

    Solo una palabra GENIAL

  • Rataman dijo:

    La opinion que doy, es que no es por racismo ni nada de lo que el texto intenta insunuar.

    “Si un perro muerde a un hombre, no es noticia, pero si un hombre muerde a un perro, eso sí que es noticia.”
    ―William Maxwell Aitken

    Y en eso se basa todo, en paises africanos todo el mundo sabe que hay guerras, masacres, problemas de todo tipo. Sea esto importante o no, es otra cuestion, pero no son noticia porque ya son cosa de siempre. PEEEERO, no todos los dias un grupo masacra a personas en una zona QUE ESTO NUNCA OCURRE.

    No es tan dificil darse cuenta las verdaderas razones.

    • iceblade dijo:

      Rataman eres la única persona que ha escrito algo con sentido en esta página.

  • jesus eduardo dijo:

    es lamentable lo que pasa con los hijos de Dios, pero toda la responsabilidad es de satanas que padre de muerte y mentira es.....hasta que la humanidad no entienda que es a Cristo al que necesita cosas como estas seguiran repitiendose,......aque Dios los tenga a todos en la gloria, oremos, amen

  • Adrián dijo:

    Genial, a nadie le parece importar los millones de muertes por violencia y enfermedad en el Tercer Mundo.A veces cuando se confunde indiganción con odio, debemos pensar que el verdadero revolucionario, como dijo el Che, es guiado por sentimientos de amor, que es el mismo que ha inspirado tanto a los valerosos combatientes por la libertad como a los médicos, y ese amor lo necesitan los más vulnerables, que son al final los que más sufren las consecuencias de la violencia, el hambre y las enfermedades en el mundo. A África Cuba ha enviado a sus hijos en cualquier época, porque creemos que patria es humanidad. Los medios, al menos muchos de ellos, no miden con el mismo rasero las vidas humanas, porque reflejan el pensamiento excluyente y mercantilista de sus dueños.

  • José Carlos dijo:

    me gusto mucho tu articulo espero poder leer me articulos tuyos con igual calidad y me gustaria poder escrivirte para seguir seguir conversando

  • JKC dijo:

    Muy acertado el comentario de la periodista, es muy talentosa y profesional. resumiendo solo repito lo que ella dice y es muy acertado.... El dolor de una sola pérdida es el de todas las pérdidas. Para una madre la muerte del hijo solo, tiene el mismo “tamaño” que la muerte del hijo junto a otros diez, o doce, o quince mil. Es ridícula la discusión del número de muertos de una comunidad social o religiosa para que pueda tipificarse el crimen como genocidio...

  • consultor dijo:

    Monica, excelente articulo, vi como inundaron los noticiarios europeos cuando el caso del diario frances, pero algunos de los tipos que estaban en la marcha de condena en Paris, son los mismos organizadores de la OTAN, y se callan lo de los ninos muertos en Ucrania del este por la famosa ofensiva de Porokenco apoyada por ellos mismos, y se callan lo de los ninos palestinos asesinados por el Netanyahu que tambien estaba alli con su cara bien dura, y Holllande es otro que bien baila, bombardeando Siria para derrocar a su legitimo presidente. Ah Pablo, je ne suis Charlie, Je Sui Jonh Lennon HOMBRE DE NINGUNA PARTE HOMBRE DE NINGUN LUGAR

  • Roly dijo:

    Genocidio, esa es la palabra correcta, en pleno siglo XXI es inaudito como algunos no respetan la vida humana y el equilibrio natural que madre natura nos dio ¡¡¡ PAZ POR FAVOR, PAZ !!!

Se han publicado 51 comentarios



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Mónica Rivero

Mónica Rivero

La Habana, 1989. Graduada de Periodismo (2012) en la Universidad de La Habana. Twitter: @lamagoch

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