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Reflexiones en honor al general Flor Crombet

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(En el 120 aniversario de la Expedición independentista que bajo su conducción arribó por Duaba,  Baracoa, el 1 de abril de 1895 junto a los generales Antonio y José Maceo y veinte patriotas más.)

En una proclama llena de fervor patriótico e intransigencia revolucionaria de Flor Crombet, fechada en Duaba, en abril de 1895, tras haber desembarcado y convertida en su testamento político, según su biógrafo el historiador Abelardo Padrón Valdés quien la cita en la página 484 de su obra “El general Flor. Apuntes históricos de una vida”, premiada en el Concurso 26 de Julio de la Dirección Política de las FAR  y publicada por la Editorial de Arte y Literatura del Instituto Cubano del Libro, en 1976, podemos leer los siguientes fragmentos, reveladores de su pensamiento, convicciones y principios a favor de la causa independentista cubana:

“... A esta generación, no a otra alguna, le cabrá la gloria de libertar la Patria ... Mientras Cuba sea esclava no habremos cumplido ni con nuestra conciencia, ni con el hermoso programa americano. Ayacucho no es la última palabra de ese gran drama; a Cuba le cabrá la gloria de pronunciarla. América lo espera. Nuestro honor, además, lo exige... esforcémonos porque sea admitida como la heroína del Mar Caribe, y no juzgada de otra manera por la posteridad ... están con nosotros la razón y la justicia ... Vosotros que en más de cien batallas habeis demostrado que sabeis luchar y morir por la Libertad, enseñad al Mundo que sabeis triunfar en la lucha por la independencia de la Patria ...”

Veamos algunos pasajes de su fecunda vida al servicio de Cuba . Se incorporó a la guerra de 1868 a los pocos días del estallido revolucionario de la Demajagua. Combatió bajo las órdenes de Máximo Gómez, Antonio Maceo y Calixto García. Mantuvo una actitud ejemplar durante toda la contienda y cuando se produjo el Pacto del Zanjón en febrero de 1878, fue uno de los que junto al general Antonio Maceo participó en la Protesta de Baraguá, el 15 de marzo de ese mismo año.

Convertido por las circunstancias en emigrado político, no dejó de luchar por la independencia de Cuba. Por eso en el segundo semestre de 1878 regresó a la patria con el objetivo de realizar actividades revolucionarias en estrecha combinación con el general Calixto García, quien fuera el principal líder de la Guerra Chiquita. La labor conspirativa que desarrolló de un lugar a otro de la Isla fue de tales proporciones, que en marzo de 1879 las autoridades coloniales lo detuvieron y enviaron como prisionero político a la Península.

Ya en el destierro trató de alcanzar la libertad en solicitud que hiciera pidiendo regresar a Cuba; pero la respuesta del gobernador general de la Isla de Cuba al Ministro de Ultramar de España, según carta localizada por el autor en la Sección de Gobierno del Fondo de Ultramar del Archivo Histórico nacional de Madrid, fue entre otras cosas la siguiente:

“Entiendo que V. E. debe desentenderse en absoluto de Flor Crombet, que es hombre travieso, malo y enemigo irreconciliable de España. Cuantas promesas haga en el sentido de que no se mezclará más en política, serán falsas, como lo serán sus manifestaciones de que sólo aspira a vivir en su patria ganándose honradamente el sustento.. Aquí no debe venir en modo alguno, porque no haría otra cosa que conspirar y seguir las órdenes de Maceo, y entiendo que tampoco se le debe mandar a Filipinas porque sería un elemento de perturbación”

Por esas razones su estancia en España se extendió hasta 1882, cuando logró fugarse y dirigirse a Nueva York, vía París. Ya en los Estados Unidos hizo contacto con las principales figuras de la independencia, fundamentalmente con José Martí . Entre ambos surgió y creció una entrañable amistad basada en los principios revolucionarios. Y fue precisamente Flor quien posteriormente le presentó al Héroe Nacional  al patriota Carlos Baliño, el cual devendría fundador del Partido Comunista de Cuba, en 1925.

En cumplimiento de orientaciones revolucionarias suyas recorrió varios países de América. En carta de Martí desde Nueva York, fechada el 20 de julio de 1882 y dirigida a Máximo Gómez, le expresó : “A eso iba y va Flor Crombet a Honduras. Querían hacer picota de escándalo, y base de operaciones ridículas. Él tiene noble corazón, y juicio sano, y creo que piensa como pienso”.

En otra misiva de igual fecha, dirigida a Antonio Maceo, le informó : “ En carta siguiente le explicaré todo lo que llevamos hecho, y pensamos hacer, que gira todo sobre eso que le llevo dicho, y en respuesta a lo cual, y a lo que Flor Crombet tiene encargo de explicarle, espero que no me diga si no aplaude y comparte estas ideas”.

Cuando en octubre de 1884, los generales Máximo Gómez y Antonio Maceo llegaron a Nueva York para desarrollar sus planes revolucionarios, Flor Crombet fue uno de los que acudió a recibirlos. Desde entonces y durante todo el plan insurreccional Gómez- Maceo, del 1884 a 1886, Flor apoyó sus objetivos. En este período y con fines de propaganada y recaudación de fondos, viajó a Francia, donde realizó un excelente trabajo. En cumplimiento de una misión de Máximo Gómez llevó al doctor Manuel Coroalle, en Panamá, la siguiente carta de presentación, localizada en el fondo de Donativos y Remisiones del Archivo Nacional. En ella el Generalísimo le decía: “El General Crombet va de parte mía con comisión cerca de ese centro de emigración cubana. El le informará el objetivo de la comisión ... Póngase al lado del Gral. Crombet, tan valiente como honrado y ayúdelo con toda su voluntad y valiosa cooperación”.

Luego del fracaso del plan insurreccional de Gómez y Maceo, en septiembre de 1886, Flor Crombet se puso a disposición de José Martí y comenzó a colaborar con éste en la preparación más cautelosa de la tercera y última guerra independentista.

A fines de 1889, solicitó permiso a las autoridades coloniales españolas para regresar a Cuba. Este hecho lo utilizaron sus enemigos para tratar de detractarlo; pero el intransigente mambí se proponía desarrollar sus actividades conspirativas dentro de la Isla como luego quedaría demostrado.

En 1890 estuvo entre los que recibieron al general Antonio Maceo en Santiago de Cuba, durante la visita que éste hiciera a la Isla en esa fecha. Luego, por su actividad revolucionaria, verificada por el espionaje colonial español, Flor al igual que Antonio Maceo fue obligado a abandonar el país.

De 1890 en adelante se entregó nuevamente a la colosal obra del fundador del Partido Revolucionario Cubano. En carta de José Martí, dirigida a Antonio Maceo y fechada el 18 de junio de 1894, le decía acerca de Flor:

“Flor me deja una impresión muy grata. No le había escrito a derechas ni era preciso como me lo demostró la entrevista, Uds. irán brazo con brazo. Nada tendrá Ud. por fortuna que embarace su camino. Lo bello de estas cosas es que llegamos a donde estamos sin una sola reserva, doblez ni ocultación. Lo pequeño a la hora grande, se funde en lo grande. Yo a Flor le expliqué el plan general de lo que se ha de hacer aquí, diciéndole que a Ud. quedaba la dirección total y absoluta de lo que hubiera de hacerse aquí y yo me llevaba todas las demás responsabilidades.”

Posteriormente, en los preparativos finales de su expedición desde Costa Rica y tras el fracaso del Plan de Fernandina, el general Antonio Maceo manifestó la imposibilidad de organizarla y prepararla con el dinero puesto a su disposición por la dirección del Partido Revolucionario Cubano. En tal coyuntura, dando prueba de su capacidad y valentía política, José Martí, convencido de que no se podía perder un minuto, escribió a Antonio Maceo una carta, fechada en Montecristi, el 26 de febrero de 1895, en la cual le explicaba todos los contratiempos de la expedición a él encomendada y le trasmitió la decisión de entregar el mando a Flor Crombet, y ponerse bajo las órdenes de éste. Al tomar tan delicada decisión, con gran habilidad política y revolucionaria, le señaló a Maceo :

“(...) como he de proponerle yo hablar de estas cosas con Ud.? ¿A pedir virtud? ¿A permitir de que nadie dude de que la demostrará suprema? ¿A creer que hay en nadie más valor y desinterés que en Ud.? Cuba está en guerra, General. Se dice esto, y ya la tierra es otra. Lo es ya para Ud. y lo sé yo. Que Flor, que lo tiene todo a mano, lo arregle todo como pueda. ¿Qué de Ud. pudiera venirle el menor entorpecimiento? ¿De Ud. y Cuba en guerra? No me entrará ese veneno en el corazón.”

De este modo, fue Flor Crombet quien viajó al frente de la expedición que salió de Costa Rica y llegó por la desembocadura del río Duaba, en Baracoa, Guantánamo, el primero de abril de 1895. En total eran veinte y tres expedicionarios. De ellos: 17 cubanos, 2 colombianos, 1 dominicano, 1 mexicano, 1 puertorriqueño, y 1 jamaicano. El 2 de abril, un día después de su desembarco, Flor escribió una carta desde Baracoa a sus amigos Gonzalo de Quesada y Benjamín Guerra, donde entre otras cosas, les informaba con gran optimismo y entusiasmo revolucionario:

“ Mis queridos amigos:

Quedan cumplidas las órdenes que me diera ese representable centro.

El día primero de abril desembarcamos en la boca de Duaba a dos leguas de la ciudad de Baracoa. Pocas horas después de nuestro desembarco fuimos atacados por una fuerza española, la que sufrió 9 bajas—sin ninguna de nuestra parte. Nuestros expedicionarios se batieron con bravura no común—pero es justo hacer especial mención de mi joven ayudante Tomás Julio Sainz.

La misma tarde de nuestra llegada se sublevó en el pueblo Don Félix Ruenes incorporándose a nosotros en el juncal con treinta hombres—ese caballero tenía preparados todos los barrios; así es, por todas partes se nos incorporan hombres armados y desarmados, todos jóvenes útiles para las armas--. Nuestro triunfo es un hecho.

Después de organizar las fuerzas de esta localidad pasará Maceo a Guantánamo y yo a Santiago de Cuba.”

Lamentablemente Flor no pudo salir hacia Santiago de Cuba, pues el 10 de ese mismo mes y un día antes de desembarcar José Martí y Máximo Gómez, con cuatro patriotas más, por Playita de Cajobabo, cayó heroicamente en combate, en Alto del Palmarito, en Baracoa, sitio declarado Monumento Nacional en la actualidad por ese acontecimiento allí ocurrido.

El 21 de abril, en su Diario de campaña, al evocarlo, José Martí, hizo la siguiente anotación:

“¡Pero qué triste noticia! ¿Será verdad que ha muerto Flor, el gallardo Flor?

Así son las guerras. Luego caerían también en combate el propio José Martí, José Maceo, Antonio Maceo, Serafín Sánchez y otros muchos de los jefes legendarios de las luchas por la independencia. Pero el ejemplo de sus vidas alumbró el camino hasta la victoria final contra el colonialismo español. Ese es legado sagrado de nuestros héroes y mártires en 147 años de batallas que no podemos olvidar nunca.

Se han publicado 8 comentarios



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  • Aroldo dijo:

    Tengo en casa una bohemia del año 1950, es una edición especial que se hizo en ese año en homenaje a la epopeya de 1895, bastante maltratadita por cierto, las hojas se parten si no las tratas con suma delicadeza, contiene relatos y pasajes de la guerra que no conocía, fotos inéditas, al menos para mí, entre otros artículos importantes están Los generales muertos durante la guerra del 95, La maniobra clave de la invasión a occidente, Los oficiales mambises que traicionaron la causa y pasaron al bando español, bien interesante de verdad, aún no he terminado de leerla.

  • estemuchacho dijo:

    muy buen trabajo. mujy grande flor. de esos imprescindibles que poco hablamos a los niños en las escuelas y son la semilla de la patria. solo una observación, a mi juicio, en la portada de cubadebate se habla de la última guerra de independencia; creo más atinado decir la penúltima; recordar que en la práctica no fuimos independientes hasta 1959. eso tampoco podemos olvidarlo.

    • Eduardo Aguilera dijo:

      Así es Estemuchacho. Cuba cambió de amo por el instinto de rapiña del imperio. El 26 de julio fue el inicio de la Última guerra de Independencia. Saludos desde México que, ahora, necesita continuar su revolución.

  • Erenio dijo:

    Solo quiero hacer una correción.
    El sitio donde cayera el valiente general Flor Crombet está en el municipio de Yateras de la provincia Guantánamo, el punto exacto es conocido en esa zona como El Obelisco. Yo tuve la oportunidad de visitar ese sitio en dos ocaciones cuando cumplia mi servicio militar en las sierras del Alto Oriente Cubano.

  • Rosquete dijo:

    !Que bella es nuestra historia patria, cuanto más deberíamos conocerla!

  • Sempie dijo:

    Me gustaría saber más sobre sobre la expedición de este gran patriota cubano. ¿Alguien sabe el nombre del boricua que lo acompañó en 1895?

    • Raúl Rodríguez La O dijo:

      Del expedicionario puertorriqueño puedo informarle que era el Capitán Jesús María Santini Torres quien fue hecho prisionero yera el Capitán Jesús María Santini Torres quien fue hecho prisionero y luego reincorporado hasta terminar la guerra. La relación de los 23 expedicionarios de la goleta Honor aparecen en las páginas 229 a la 231 del libro "La expedición del honor", del coronel amigo y colega Hugo Crombet Bravo (Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2003.)

      En cuanto al compañero que menciona el lugar donde cayó Flor: el que señalo es el exacto. Estuve personalmente en dicho sagrado sitio cuando atendía como especialista la Comisión Nacional de Monumentos. Pero además se puede corroborar en el mencionado libro de Hugo Crombet Bravo.

      Saludos, Raúl Rodríguez La O

  • gladys regina dijo:

    Mi madre fundo una escuelita a la que nombro Flor Crombet como desagravio a un involuntario olvido,cuando en el ultimo examen para graduarse de pedagoga,menciono a los expedicionarios que desembarcaron en Duaba,excepto a Flor;el tribunal de examen no perdono ese detalle y la proxima pregunta fue,precisamente,hacer una reseña biografica de ese patriota,para que nunca mas lo olvidara....Año 1946.
    Creo que debio publicarse una fotografia adjunto al articulo,la belleza fisica de este patriota es un complemento a su belleza interior.

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Raúl Rodríguez La O

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