La vida no me dio hijos naturales, pero Cuba y mi profesión me han compensado, a lo largo de 32 años de ejercicio. Uno de ellos es Marcus Dutra, joven médico brasileño, que por decisión personal y militancia polìtica, eligió formarse en la ELAM.
Era estudiante cuando lo conocí en un grupo de varias nacionalidades que seguían con interés la Mesa Redonda y a menudo nos pedían materiales para ver y discutir entre ellos los temas más complejos de la crisis global. Al terminar sus estudios, formó parte del Batallón 500, que por invitación de Chávez, llegó hasta las profundidades del Amazonas, para llevar la atención de salud hasta donde nunca había llegado. Desde el delta del Orinoco, nos escribió hermosas crónicas de su noble misión que publicamos en Cubadebate.
Años después, cuando se abrió el progama Más médicos, regresó por fin a su país de nacimiento (su Patria es Latinoamérica). En horas cruciales para Brasil, me ha enviado esta carta, que quiero compartir con los lectores de nuestro sitio.
Madre, aunque sean unas pocas líneas no puedo dejar de escribirte en el dia de las elecciones en Brasil.
Quisiera comentarte algunas cosas.
Como sabes, estuve viviendo y formándome como ser humano y revolucionario en los últimos 10 años en Cuba y Venezuela.
El año pasado pensaba mucho sobre el llamado de Dilma para consolidar el sistema único de salud en Brasil y tenia cierta preocupación en encontrar la estrategia correcta para aplicar lo aprendido en las revoluciones que tuve el honor de presenciar.
Al inicio, te confieso, la primera impresión fue que Brasil había dado un paso atrás en lo respecto a las ideas progresistas. Fuimos testigos de los actos xenofóbicos y racistas dirigidos a los médicos cubanos quienes fueron recibidos por sus pares brasileños con gritos de “esclavos”.
Pero al cabo de pocos días me di cuenta que era todo lo contrario, el país dio un paso pero adelante.
La derecha ataca rabiosamente a Cuba, Venezuela, Bolivia… mucho más que antes, sin embargo esos ataques están causando un efecto contrario: la gente comienza a ver esos ataque literalmente como “payasadas”.
Han asociado mucho Dilma a Fidel y a Chávez y en vez de que disminuyera su apoyo popular ese parece aumentar (tanto que hay posibilidad, según la ultima encuesta de CNT/Sensus de que hoy se gané ya sin necesidad de segunda vuelta, algo que tiene chance de ocurrir).
Lo de los médicos cubanos ha sido (como en todas partes) algo grandioso, la gente empieza a ver que no hay cabida en atacar a gente que está aquí salvando vidas.
Se parece mucho con lo que vi en Venezuela: televisión tratando de crear una realidad paralela. No pudieron en Venezuela y acá tampoco están logrando hacerlo.
Al fin, que nos asocien con Cuba y Venezuela es el orgullo mayor que podemos tener.
Las fuerzas comienzan a polarizarse en Brasil, una izquierda que empieza a perder el miedo de llamar las cosas por su nombre y una derecha rabiosa que va perdiendo espacio en la vida real quedando con la realidad paralela de los medios de comunicación.
Confío de verdad que vamos profundizar el proceso en Brasil, fortalecer UNASUR, MERCOSUR, las relaciones con nuestra america, realizar proyectos integracionistas como el puerto de Mariel, ampliar el mas médicos (Ya Dilma anunció en su propaganda que va a convocar especialistas para trabajar) lo que nos ayuda mucho pues la presencia de los cubanos abren brecha, quiebra el discurso de odio de la derecha.
Fidel siempre tuvo la razón: las ideas pueden más que armas nucleares.
La idea de la integración parece estar llegando al pueblo brasileño después de tanto tiempo.
Te envío en anexo unas fotos de la campaña que hicieron de ataque a Dilma.
Un beso grande,
Hasta la victoria Siempre