Cuando hace un par de meses me enteré que Columbia Records pondría en circulación un fonograma llamado Cheek to Cheek (Mejilla con Mejilla) con dúos entre el legendario cantante Tony Bennett y la interprete pop Lady Gaga, mis años olfateando “la industria norteamericana del entretenimiento” me puso sobre ascuas: ¿Una locura de Danny Bennett, el hijo, manager y productor del Maestro, o una operación de marketing minuciosamente calculada por la famosa discográfica y Bobby Campbell el manager de La Gaga? Las dos cosas y más han venido a confirmar mis sospechas, pero no tuve en cuenta que habría que agregar el ARTE (con mayúscula) de ambos.
Cuando decía locura me refería a que dudaba que Tony Bennett, Queens, N.Y 1926, podría “competir” y empastar con la voz lozana de Lady Gaga nacida en Manhattan, N.Y en 1986. Mis dudas se desvanecieron de manera rotunda al escucharlos pues logran algo inimaginable: La maravilla. Ya hubo un acercamiento anterior en el disco DUETS II de Mr. Bennett pero era solo unacanción a compartir y ahora ¿Un disco con 15 temas no sería demasiado? me volví a equivocar; no es demasiado, sencillamente no es suficiente.
Cheek to Cheek, título de la canción homónima de Irving Berlin, el padre y mentor de legiones de compositores norteamericanos en las primeras cinco décadas del siglo pasado, es más que un CD, es un viaje a la nostalgia, al buen hacer y al atrevimiento que es parte indisoluble del hecho artístico. Tony Bennett, con la expresión entera, el cantante que hizo decir a Sinatra en 1965, nada más y nada menos que en la revista LIFE: “Él es mi cantante soñado, preferido, las canciones se hacen para queTony las cante” y Lady Gaga que bajo sus excentricidades (y me encantan las excentricidades y divierten las extravagancias de Miss Gaga) esconde una voz llena de soul, brillantez, afinación, buen gusto y autenticidad me convencieron. Los dos se complementan y logran un disco donde nada falta y que junto al sonido de los años dorados: Big Band y grandes formatos de cuerdas grabados por Dae Bennett, interpretan a autores como Cole Porter, Cy Coleman, George Gershwin y el mismo Berlin entre otros no menos célebres, y que sus obras, entre los vaivenes del rap y el blues más ramplón que escuchamos hoy, cobran una vigencia que congratulo y festejo. Cheek to Cheek parecería un fracaso comercial. No lo ha sido. Otra vez me equivoqué y van tres.
Cheek to Cheek es un regalo que escucharé con la certeza de que no todo está perdido. Lo bailaré mejilla con mejilla con quien lo merezca. Enhorabuena por la música de los grandes y por dos grandes. Soplan buenos vientos solo había que saberlos esperar.
