No es otra tonta película americana sobre Viet Nam
Ni Rambo, ni ningún otro héroe express made in Hollywood. Esta es una película sobre la guerra de Viet Nam que tiene como héroe a un hombre tan real, que confiesa su miedo a la metralla y llora frente a cámara conmovido por unos niños.
Se llama Iván Nápoles y en la década de 1970 fue hasta la península de Indochina para poner sus dedos, no sobre un gatillo, sino en el obturador de una pequeña cámara cinematográfica.
Sus anécdotas al lado de grandes cineastas cubanos como Santiago Álvarez y Julio García Espinosa llegan ahora a los espectadores a través del documental "Viaje al país que ya no existe", dirigido por la reconocida actriz Isabel Santos.
Concebida como la historia del regreso de Nápoles a Viet Nam, cuarenta años después, la cinta es la crónica de los avatares de un grupo de realizadores cinematográficos que visitaron la patria de Ho Chi Minh, en pleno conflicto, con el propósito de dejar constancia fílmica de la resistencia del pueblo y los crímenes que cometió contra ellos el ejército norteamericano.
La vista de Fidel Castro a la zona liberada de Viet Nam, los funerales de Ho Chi Minh, el primer bombardeo yanqui a Hanoi, la reconstrucción del país al finalizar la guerra y el rol de los cubanos en ese proceso, son algunos de los acontecimientos que recogió Nápoles y que hoy constituyen un patrimonio fílmico invaluable de ese país asiático y el mundo.
Precisamente la cinta esté dedicada a “la gente que forma parte de la historia de nuestro cine”, como declaró Santos, lo que da una connotación especial a esta pieza cinematográfica, en la que aparecen secuencias de varias emisiones de los Noticieros Icaic y los documentales Hanoi, martes 13 (1967), 79 Primaveras (1969) y Abril en Viet Nam en el año del gato (1975), con imágenes y fragmentos de sonido ambiente que fueron rescatados de los archivos del Icaic.
Rodado en apenas un mes y con el diseño de producción de una road movie, Viaje al país que ya no existe cuenta con el guión a cuatro manos de Isabel y la periodista de Arleen Rodríguez, además de la colaboración de Silvio Rodríguez con el tema original He vuelto y arreglos especiales al reconocido El rey de las flores.
El filme supera la vocación historicista y se convierte en una estampa de lo que es actualmente la nación indochina, que en poco más de 20 años cambió el paisaje lunar de sus campos por rascacielos, autopistas y los tradicionales campos de arroz, producto del que es el principal exportador a nivel mundial.
La sorpresa de Nápoles ante la rapidez de los cambios que han ocurrido es apoyada por el montaje que combina imágenes de archivo con otras más actuales, además de la intención de la fotografía, a cargo de Rafael Solís, por mostrar la convivencia entre lo moderno y lo tradicional en la vida cotidiana de los vietnamitas.
Para los que no vivimos aquella etapa, y la referencia a la guerra de Viet Nam más cercana son las clases de historia de la escuela o películas como We were soldiers, el documental de Isabel Santos resulta un redescubrimiento. Al mismo tiempo, el filme logra apartarse de la fotografía turística y el exotismo para presentar a un pueblo laborioso, afable y que enfrenta con optimismo sus contradicciones y retos.
No es la primera vez que la intérprete, reconocida por sus intervenciones en clásicos como Clandestinos y La vida es silbar, se pone detrás de las cámaras. Antes había debutado como realizadora en el documental San Ernesto nace en La Higuera, también con un matiz histórico y dedicado a la figura del Che.
Su experiencia como actriz bajo la tutela de grandes directores cubanos como Fernando Pérez le ha servido para encarar el rol de cineasta, sobre todo para manejar las entrevistas y crear situaciones dramáticas emotivas.
Aunque en los planes a corto plazo de Santos no se vislumbra otra aventura cinematográfica similar a esta, nuevamente los espectadores la veremos en pantalla en proyectos como La pared de las palabras, de Fernando Pérez, Vestido de novia, de Marilyn Solaya y Cuba Libre, de Jorge Luis Sánchez.
(Tomado de Cubahora)
- Mario R. Menéndez Rodríguez, baluarte de la dignidad del periodismo latinoamericano
- ¿Por qué no sabemos de forma concluyente quién mató al Dr. Martin Luther King Jr.?
- Solidarias compañías: crónica de una botella en La Habana
- ¿Estados Unidos dividido en dos?: La probabilidad que presenta Chatham House
- La inadvertida muerte de migrantes en el desierto del Sahara
- ir aOpinión »
- El día que García Márquez me escribió en Cartagena su lista de clásicos imprescindibles de la literatura
- Falleció Ramona de Saá, una de las grandes maestras de la danza en Cuba
- Romerías de mayo: homenaje a 30 años del Festival Mundial de Juventudes Artísticas en Holguín (+ Video)
- Celebran cuatro décadas de Tele Pinar, canal televisivo de la más occidental provincia de Cuba
- Memorial José Martí con variado programa cultural durante semana de receso docente
- ir aCultura »
Pienso que sería justo también mencionar en este momento de recordación de la epopeya vietnamita el trabajo de otro grande con el dedo en el obturador de una cámara: Dervis Pastor Espinosa.
muy interesante, y siempre vigente la necesidad de conocer un poco mas de la historia del heroico pueblo vietnamita y como se puede acceder a ver el documental
gracias un abrazo
luis
Reafirmo el comentario del compañero Hugo Andrés al cual no tengo el gusto de conocer, es lamentable como Iban Napoles compañero de mi padre de tantos años, no haya tenido la delicadeza de haberle dedicado una mínima parte en ese documental, que sin el aporte de mi padre con su camara , arriesgando su vida, no hubiera tenido la riqueza de imágenes de las vivencias de la guerra en viet nam, espero sepa recapacitar.
Probablemente su comentario sea ofensivo a Iván por indelicado.
Hugo Andres Govin Diaz, muchas gracias en nombre de la familia de Dervis Pastor Espinosa.
Iván Nápoles es un archivo viviente. Es bueno conocer que se ha hecho este documental o filme. El Viet Nam de hoy era inimaginable en aquellos tiempos, mas el Tío Ho, son su optimismo y sabiduría lo predijo. Los vietnamitas se ganaron el derecho a una vida mejor. El mundo entero los admira.
Que bueno debe estar ese material, salido de las manos de tan prestigiosos profesionales. Esperamos verlo pronto y recordar esa epopeya heroica.
Qué pena que no se haya incluido nada sobre el papel de la Heroína del Moncada Melba Hernández en el documental, ella que sin dudas tuvo un papel protagónico en las relaciones Cuba-Viet Nam