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Francamente, el mandatario estadounidense merece un aplauso esta vez. Un poco demorado, pues el Estado Islámico lleva dos largos y sangrientos meses actuando en zonas del norte de Irak y antes mucho más, en Siria, Barak Obama por fin dio órdenes de ataque contra los efectivos de una agrupación a la cual favoreció mientras actuaron en áreas sirias junto con otros grupos que vienen actuando contra el gobierno de Bachar Al Asad.
En su disertación vespertina del jueves 7 de agosto, Obama dijo que se actuaría con asistencia humanitaria a favor de los yazidíes, una antigua secta religiosa practicada sobre todo por kurdos y de momento son parte de una enorme cantidad de personas que huyeron hacia el monte Sinjar, cercano a la ciudad de Erbil, capital del estado semiautónomo del Kurdistán iraquí, atacada por los extremistas que han estado tomando localidades, ejecutan a chiíes, cristianos y otros grupos religiosos, que no sean sunitas, o roban bancos y se apropian de áreas petroleras.
Horas antes, esos yihadistas tomaron por asalto la ciudad de Qaraqosh, la urbe con mayor cantidad de cristianos de todo el territorio iraquí. El área estaba protegida por los peshmergas que forman parte de las fuerzas de seguridad del semi-autónomo Kurdistán iraquí. Tanto ellos como las autoridades centrales en Bagdad, creyeron que podrían frenar el avance de los extremistas islámicos, pero es obvio que no lo lograron.
Según el patriarca caldeo Louis Sako y el arzobispo católico de Kirkuk, Jospeh Thomas, entre varias fuentes eclesiásticas, alrededor de 100 000 cristianos abandonaron a la precipitada sus hogares en busca de sitios más seguros, pero sin recursos mínimos, ni siquiera agua, por lo cual se estima que decenas de niños sobre todo, han muerto de sed.
La terrible situación afectó de igual forma a los yazidíes, luego que miembros del Estado Islámico se hicieron con iglesias y otros locales, destruyendo los símbolos y documentos de ambas tendencias confesionales y unas cien familias fueran acorraladas en el aeropuerto. Los hombres fueron asesinados y las mujeres y los menores secuestrados.
Los datos los aportó la Media Luna Roja, organismo de asistencia sanitaria que denunció los hechos. También se hizo referencia a que varias de las ciudades atacadas quedaron desiertas por completo ante el éxodo motivado por el asalto nocturno y el vandalismo contra todo tipo de credo que no sea el islamismo sunita.
De acuerdo con versiones fiables, hay en total unos 300 000 desplazados que se suman a los 230 000 refugiados sirios que estaban ya en esas áreas. Luego el desastre tiene proporciones inmensas.
La gravedad de los hechos y la atroz catástrofe humanitaria provocada, se parecen bastante a la que siguen sufriendo los habitantes de la Franja de Gaza, que ni siquiera tienen la alternativa de huir hacia las montañas como hicieron estas otras desdichadas comunidades iraquíes o sirias.
Felicitaba a Obama por prometer asistencia material a quienes padecen la ofensiva del Estado Islámico, o por lanzar unas cuantas bombas sobre sus posiciones, aunque solo fueran las cercanas a instalaciones donde hay personal norteamericano, pero es imposible apartarse de varios cuestionamientos.
¿Por qué no se les otorga también derecho a una oportuna defensa a los palestinos? ¿Los victimarios israelíes no merecen siquiera una simple reprimenda? ¿Acaso los grandes centros de poder, sobre todo Estados Unidos, no debieron actuar antes para evitar tanto una desgracia como la otra?
El Estado Islámico, de inicio conocido con el apellido de Irak y el Levante, estuvo actuando primero en Siria, y como los restantes grupos antigubernamentales que siguen guerreando contra el ejército, recibieron ayuda material y política de Washington y de los emiratos del golfo.
Un cambio de estrategia les llevó a mediados de junio hacia Irak, donde protagonizaron una avasalladora ofensiva copando territorio, asaltando bancos y tomando por la fuerza instalaciones petroleras o, como queda expuesto, vaciando ciudades a través de la persecución so pretexto de la fe.
Desde el inicio, el gobierno de Irak solicitó ayuda a EE.UU. y pese a que en el ínterin, hubo unas 2 000 bajas y casi igual cantidad de heridos en las filas del ejército, como reporta la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en ese país, no fue hasta hace unas horas que la Casa Blanca reacciona.
Al cierre de esta edición, una convocatoria urgente del Consejo de Seguridad, solicitada por Francia, instaba a que la comunidad internacional haga frente al terrorismo (esta vez, sí, real). Muy bien, pero insisto: Y los palestinos ¿qué?