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Punto Penal: Los triunfos morales no existen

Brasil vs Chile

I

Brasil no necesita encontrarse par de Chiles. Ojo: no entiendan a Chile como equipo. Veamos a Chile como un concepto. Un concepto que, según Alexis Sánchez, peca por la falta de credibilidad en sí mismo ante un Brasil que bien podría morir de recuerdos.

Brasil salió a presionar los espacios aumentando revoluciones. Presionar los espacios, en teoría, provoca imprecisiones en el contrario. En un contrario que piensa que este partido, según Mauricio Isla, será distinto al de Sudáfrica. Décima parte de la razón para Isla. "En ese encuentro ellos abrieron el marcador con el juego aéreo, que siempre es complicado para nosotros”, había dicho el lateral derecho de la Juventus en la conferencia de prensa previa a este partido. En esta ocasión, David Luiz marcó el primero a la salida de un córner  en el minuto 18. No obstante, reitero: décima parte de la razón para Isla.

El partido era distinto, al menos, a sabiendas del resultado. Según el reporte minuto a minuto realizado por la BBC sobre el partido celebrado en la pasada Copa del Mundo: “Minuto 18: A Chile le está costando recuperar la pelota, pero Brasil tampoco está haciendo mucho con ella. Dunga parece respetar la velocidad y el descaro del sistema de Bielsa...”. La velocidad, un Sampaoli que bien podría ser una prolongación de Bielsa, pero, sobre todo, el descaro. Un descaro que se traducía en hacer creer al rival que “nunca se ha tenido fe con las potencias mundiales”, a decir de Alexis Sánchez.

Sin embargo, tras el gol brasileño apareció el cuadro chileno, con posesión a ras del suelo, controlando las acciones, generando fútbol de riesgo, y aprovechando los errores locales, como en el 31' cuando Alexis Sánchez aprovechó una mala salida de Marcelo con Hulk para igualar el partido. De ahí en adelante, el partido fue para Chile: la otredad en el movimiento de balón a merced del “descaro”. En los penales ganó Brasil: ya eso todos lo sabemos.

II

Brasil no engaña a nadie: juega un fútbol con fisuras deterministas. Deterministas en el sentido de creerse que la única causa de sus males es el desacierto de hombres como Hulk, Fred, Paulinho u Oscar. Brasil carece de personalidad en la parte más adelantada del terreno; no obstante, además, la seleçao aún peca de “dunguismo”, de asentar prioridades en el fútbol físico, en la confianza, en los minutos que traerán un gol por sí solos. Minutos que a lo mejor les funcionan mejor de hombre en punta que el propio Fred.  

Chile, recuerden que ya no lo entendemos como un equipo, sino como un concepto: una falsa metáfora sobre la falta de confianza, una generación en madurez harta de estereotipos, un entramado de circunstancias que quizás se resuma en el descaro, una oportunidad que por milímetros no llegó a concretarse. Chile, probablemente, nos suene de alguna parte…

Jorge Sampaoli lo ha dicho después del partido: “no existen los triunfos morales, sino expresiones de un equipo”. A veces nos quedamos con el Sampaoli filósofo, con el Sampaoli pragmático, por eso nos resistimos a que haya perdido. Pero, necesariamente, nos identificamos en demasía con el fútbol del equipo chileno. De algún lugar nos vendrá esa "simpatía".