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Pinar vs Industriales, Kramer vs Kramer

industriales pinar

Foto: AIN.

¿Usted sabe que el diestro Yosvani Torres sufrió su primera de tres derrotas de la LIII Serie Nacional, el nueve de noviembre de 2013 en una apertura de cinco y un tercio versus Industriales? Claro, seguro puede contestar eso. Y también, que el mejor abridor de la Serie 53 promedió casi siete y dos tercios de labor por cada una de las 20 aperturas que hizo en el campeonato. Así, entre lo que necesitan Alfonso Urquiola y Pinar del Río para tener grandes opciones de acceder a la final de la Serie 53, está que el primer abridor del staff sea contra los Leones el líder que fue durante toda la temporada.

¿Sabe usted que Lisbán Correa bateó .356 en la segunda fase, con 12 dobles, cinco jonrones y 20 impulsadas en 35 juegos de pelota? Por supuesto, no ha sido esta vez el bateador en ráfagas de siempre y ello llama la atención. Y también, que conectó de 27-15, con cinco biangulares y cuatro remolques en ocho juegos de pelota contra el pitcheo de Pinar del Río. Así, entre lo que necesitan Lázaro Vargas e Industriales para aspirar con fuerza a contender por el título de la pelota cubana, está que siga produciendo con estabilidad en cualquiera de los lugares de la medular del line up azul.

Yosvani Torres y Lisbán Correa son parte de las columnas vertebrales de Pinar del Río e Industriales y, sobre todo, encarnan la pugna que siempre se quiere en un duelo de béisbol, ese primigenio enfrentamiento entre el pitcheo y el bateo.

Esta es, a todas luces, la primera ecuación que se resolverá en un duelo devenido clásico en occidente y en el archipiélago todo, desde que en 1986 el jonrón de Agustín Marquetti contra Rogelio García legitimara el inicio de la era de los play offs en Cuba.

Aunque no será la única atracción, por supuesto. Hay mucha historia, Pinar superaba 91-80 a Industriales antes de la actual temporada (estadísticas del sitio www.beisbolcubano.cu), y también mucho morbo, toda vez que aún se recuerda el triunfo pinareño 24x0, en la primavera de 2008, precisamente donde hoy comienza la semifinal, en el estadio Capitán San Luis.

El pulso entre estos dos mandamases de la pelota cubana, encima, mira de reojo a la otra semifinal. Cualquiera que triunfe no tiene otra opción que ganar el título, ora contra Matanzas, ora en un clásico versus Villa Clara, el rival no importa. Los grandes siempre cargan con esa exigencia. Y conseguirlo, además, supone una estampilla dorada para el ascenso, caída y posterior resurgimiento a ritmo vertiginoso que han tenido ambos en los años recientes.

Vale el preludio, entonces, antes de sumergirnos en algunas de las claves del duelo, siempre a partir del rendimiento en la segunda fase de la Serie 53.

FORTALEZAS DE PINAR DEL RÍO

Rotación abridora: Hasta ocho lanzadores iniciaron al menos un partido en la segunda fase de la temporada regular y, como se conoce, falta Vladimir García por lesión. Pero Yosvani Torres, Julio Alfredo Martínez y Vladimir Baños, el tridente con más aperturas, esto es en 27 de 42 juegos de pelota, ganó 15 de 20 decisiones, con apenas 46 limpias en 155 y dos tercios de labor (promediaron casi ocho entradas por aperturas) y más del doble de ponches (104) que bases por bolas (50). Los tres abridores podrían bastarle a Pinar del Río para avanzar en la postemporada.

Velocidad en lo alto del line up: Roel Santos y Giorvis Duvergel, dos refuerzos, se combinaron para 14 bases robadas en 18 intentos; y Lorenzo Quintana, también usualmente ubicado delante de sus hombres de fuerza -Yosvani Peraza y William Saavedra-, robó en siete de nueve oportunidades. En total, 21 bases robadas en 27 intentos. Sin dudas, un arma que podría ayudar a desequilibrar el duelo.

Homogeneidad ofensiva: Giorvis Duvergel, que jugó en 30 desafíos, promedió .363 y tuvo OBP de .402, lideró al equipo en esos guarismos. Pero como él, que conectó cuatro cuadrangulares e impulsó 22 carreras, también Pinar del Río dispuso de rendimiento en casi cada uno de los turnos de la alineación. A saber, siete bateadores conectaron tres jonrones o más, hasta los cinco de Donal Duarte —en la segunda fase, especifico; y ocho impulsaron 17 carreras o más, hasta las 28 de Duarte. Así, se convirtieron en el segundo equipo con más carreras anotadas en la fase, 238, por 254 Matanzas.

DEBILIDADES DE PINAR DEL RÍO

Receptoría: Tres errores y dos passed ball cometió en 222 lances Lorenzo Quintana, un receptor sin recambio confiable en la posición hoy, más si es para desempeñarse en partidos límites. Esas estadísticas negativas se suman a otra que, si no conociésemos sus limitaciones, parecería una broma de mal gusto: de 31 corredores que salieron al robo, solo capturó a cinco. Se trata de un lastre demasiado pesado para una línea central de gran calidad defensiva en el resto de las posiciones.

Bullpen: Urquiola utilizó a 15 relevistas, contado Julio Alfredo Martínez en una oportunidad. Erlis Casanova, que tuvo cuatro aperturas y tres juegos relevados, no ha podido estabilizar su rendimiento; le conectaron para .444 y fue de 9.00 su efectividad. Peor imposible. En total, el bullpen concedió 85 boletos en tanto recetó 82 ponches. Jesús Guerra, al que le batearon .300 y salvó cinco juegos, y Yormanis Socarrás, con efectividad de 7.36 y tres juegos salvados, son los relevistas con mayor experiencia. El novato Vladimir Gutiérrez (3-1, dos salvamentos) está de cara a su primera postemporada. Aguantar a los abridores no será complicado, elegir qué relevista trabaja será un dolor de muela.

Suplencia: Olber Peña jugó en apenas 56 entradas de 27 juegos de pelota y poco aportó en defensa y a la ofensiva, desde la receptoría. En el infield, solo el inicialista Dayron Hernández parece con aptitud para actuar como sustituto. Es Yanciel Ajete, que se desempeñó en el cuadro interior y los jardines, el de mayores opciones para suplir las emergencias con calidad y, en menor medida, también Lázaro Emilio Blanco. No tiene el director Alfonso Urquiola otras muchas opciones fiables, en caso de situaciones adversas.

FORTALEZAS DE INDUSTRIALES

Fuerza madero en ristre: Fueron líderes en jonrones (39), por delante de Holguín (33), el segundo que más conectó en la segunda ronda. He ahí un verdadero argumento de fuerza. Encima, contaron en sus filas con el jugador que más carreras produjo en toda la temporada y el único con más de diez jonrones (11) en la segunda instancia: Yuliesky Gourriel. Lisbán Correa, incluso Alexander Malleta en horas bajas y Yasmani Tomás, juntos, botaron 11 pelotas y remolcaron 58 carreras. Fue, pese a su slugging colectivo, uno de dos equipos que recibió más bases por bolas (192) que ponches (190): un plus, por donde se mire.

Experiencia: Se trata de un valor intangible, pero pesa toneladas en juegos de pelota que no pueden perderse. Contados los llegados desde Sancti Spíritus, más los abridores Vicyhoandry Odelín y Noelvis Entenza, la mayoría de los jugadores acumula años de experiencia en play offs, además del rigor y la presión perenne a que es sometido Industriales en todos los estadios del país, más si se quiere, en su cuartel general, el Latinoamericano. Además, cualquiera sea la alineación titular, en el banco quedarán jugadores experimentados o, en el caso de los jóvenes, acostumbrados a entrar al diamante desde la banca una y otra vez.

Receptoría: A Frank Camilo, el catcher titular, le robaron cinco bases en 21 intentos, una estadística de otra galaxia o de esta, la liga cubana, donde se roba poco y los árbitros las más de las veces mofan al decidir, pero, en fin, superior al de los demás receptores. La virtud es mayor porque la cantidad de intentos de robo es la menor contra cualquier equipo y, también, porque mejora sobremanera una línea central de defensa decorosa pero de poco alcance en segunda y el campo corto.

DEBILIDADES DE INDUSTRIALES

A más fuerza, menos velocidad: Equipo veterano al fin y al cabo, ha mermado la velocidad en bases. Fue el tercer equipo que más robos intentó, pero tuvo saldo negativo (18 robos en 42 oportunidades) y su juego, a diferencia de otros años, apuesta casi exclusivamente a la fuerza. Las jugadas de hit and run o los toques de bolas sorpresivos ya no son armas letales de su arsenal ofensivo, aunque pueden esfrimirlas.

Demasiadas dudas: ¿Está recuperado Yulieski Gourriel? ¿Llega en óptimo estado de forma física Yasmani Tomás? Si las respuestas son negativas, estará en graves problemas. No solo porque se trata de los dos jugadores más importantes en la ofensiva azul, también porque se suman a otras preguntas, sin solución durante toda la Serie, que le impidieron al director establecer una alineación tipo. ¿Podrá Alexander Malleta rendir mejor que en la temporada regular? ¿Stayler Hernández está en condición de aportar en el primer turno al bate? ¿Es Tabares un jugador de todos los días o la titularidad debe ser de Yunieski Gourriel? Son muchas dudas-preguntas de cara a la postemporada.

Bullpen: Pese a los esfuerzos de José Elosegui por organizarlo y dosificar sus prestaciones, los brazos jóvenes tuvieron una segunda fase aciaga. Ningún número del bullpen es positivo, excepto la marca de 11-8 (nueve salvados). Les batearon .289, más que esa enorme media de .286, y regalaron 91 boletos, con 80 ponches, en 170 y dos tercios de entrad. Por si no bastara, permitió 41 dobles y 19 jonrones, las peores cifras de cualquier cuerpo de relevistas en toda la segunda fase, reitero. ¡Para llorar, como dijera mi amigo Cossío!