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Strike 3: Lo que escribió Ben Badler

Apagados casi todos los ecos del angustioso desempeño cubano en la Serie del Caribe, le propongo leer la opinión de un experto de categoría mundial, el columnista Ben Badler, de la afamada revista Baseball America.

En uno de sus más recientes artículos, Badler reunió los criterios de varios scouts acerca de los cuatro peloteros con más potencial dentro de la escuadra. Con traducción de mi colega espirituana Marlys Rodríguez, les dejo los principales fragmentos de esa radiografía...

Alfredo Despaigne en el III Clásico Mundial de Béisbol. Foto: Archivo de Cubadebate//Ricardo López Hevia

Alfredo Despaigne. Foto: Archivo de Cubadebate/Ricardo López Hevia

Alfredo Despaigne

Es uno de los hombres con más fuerza natural del planeta, con una buena velocidad del swing, y el suficiente poder dentro de su pequeño y robusto cuerpo, al estilo de Kirby Puckett. Despaigne demostró su potencia ante el primer lanzamiento que golpeó en el torneo y que convirtió en jonrón por el izquierdo versus Alfredo Aceves.

El jardinero cubano terminó el evento con promedio de .200 (15-3), sin más extrabases o boletos, aunque vale destacar que el tercera base de Venezuela, Adonis García, le robó un posible doble en conexión sólida por la antesala. Otro potente batazo al left field fue acreditado como error.

De 27 años, Despaigne tiene mayor velocidad de swing que su ex compañero José Dariel Abreu; sin embargo, es menos convencional y demasiado agresivo en el plato. Una muestra de ello es que en los dos primeros juegos le hizo swing al primer lanzamiento en siete de ocho veces al bate, con la única excepción de la vez que fue retirado en fly al derecho al segundo envío.

Hay algo peculiar en su swing: realiza grandes cortes a la pelota, achica con su pierna izquierda y puede perder el equilibrio cuando busca envíos en la zona. Sin embargo, mantiene su hombro delantero hacia adentro.

Hay quienes piensan que no posee un biotipo atlético y que puede resultar un riesgo en cuanto a cuestiones defensivas, pero enseñó disparos desde el jardín derecho con bastante exactitud, incluyendo el encuentro contra Venezuela en el que casi saca en home a Lew Ford tras un fly de sacrificio. No es un corredor rápido, pero se mueve mejor de lo que parece, lo que se evidenció en el hit por el campo corto que se anotó ante Puerto Rico.

El jonrón de Yulieski Gourriel fue vital en el éxito 4-1 de Cuba sobre Nicaragua (Foto: Ricarlos López Hevia)

Yulieski Gourriel. Foto: Ricarlos López Hevia

Yulieski Gourriel

Luego de ser considerado el MVP de Cuba con 20 y 21 años, el jugador ha sido una constante en los equipos nacionales de la última década, y es uno de los protagonistas de la actual Serie Nacional con 29 años de edad.

Sus números en la Serie del Caribe no brillaron (AVE .267, de 15-4), pero pudo haberse adjudicado otros tres indiscutibles fácilmente, al conectarle con fuerza a muchos envíos que en un final resultaron out.

Gourriel tiene buena velocidad en su swing y poder natural, con una habilidad especial para dirigir la pelota hacia el centro del campo. Tiene un agarre del bate demasiado pronunciado que añade longitud a su swing y afecta su ritmo, porque cuando su pierna delantera va a tierra, sus manos están abajo y en una posición no ideal para conectar. (Esto no lo afecta en la Serie Nacional debido a la falta de velocidad de sus lanzadores).

Posee fino instinto y excelente coordinación visomotora, de la cual dejó pruebas cuando Cuba enfrentó a República Dominicana, sobre rolata de Ronny Paulino en la que sacó a relucir la potencia de su disparo a primera. El tercera base también se lució ante el receptor puertorriqueño Martín Maldonado, quien intentó un toque sorpresivo y se encontró con la defensa limpia y precisa de Gourriel.

José Fernández

No hay errata alguna en la línea que recoge las estadísticas de Fernández. En Cuba, a lo largo de 179 veces al bate este año, el matancero se ha ponchado solo dos veces, demostrando que es un bateador de excelente control en una liga repleta de lanzadores de poca velocidad.

Lo más impresionante de Fernández en la Serie del Caribe resultó su buen ojo en el cajón de bateo. De 25 años, mostró una excelente disciplina en el plato, y nunca expandió su zona de strike. El único ponche que se tomó en la justa resultó de un balance que le favorecía 3-0, y se dejó cantar tres strikes seguidos ante envíos en la zona exterior, dos de los cuales parecieron ser una obra de caridad para con el lanzador.

A pesar de su gran sentido de la zona de strike, el jugador no cumplió. Negoció cinco boletos, pero se fue con un promedio de .111 (9-1), sin lograr extrabases o realizar conexiones sólidas. Fernández perdió oportunidades ante varios envíos rápidos que debió castigar, y roleteó por la zona derecha del cuadro con bastante frecuencia en vez de chocar la bola con autoridad.

Tiene una fuerza por debajo de la media, así que su juego se basa más en llegar a las bases que en conectar jonrones. También es un corredor por debajo de la media, que mostró un rango adecuado y fildeó limpiamente. “Su disciplina en el plato fue genial -dijo un scout-, pero en general fue decepcionante”.

Norge Luis Ruiz

Ruiz fue el Novato de la temporada pasada en Cuba, y a pesar de sus cortos 19 abriles ya es uno de los mejores lanzadores de la isla. Su debut en la arena internacional tuvo lugar en el circuito veraniego del pasado año frente a los colegiales estadounidenses en Omaha, donde permitió solo una carrera en 7.1 innings, con 11 ponches y dos boletos.

Cuando se enfrentó a Venezuela, el lanzador mostró las mismas potencialidades que lo hicieron dominar a los bateadores universitarios; sin embargo, careció de control sobre una alineación más experimentada que le hizo pagar sus errores. Luego de una primera entrada sin anotaciones, Ruiz entró en problemas, abandonando el box luego de 2.2 entradas con cuatro carreras permitidas (tres de ellas limpias), cuatro hits, par de bases y un ponche.

Queda la impresión de que Ruiz hubiera sido el abridor ideal contra México, debido a la fuerza de su brazo y a que los venezolanos poseen mayor velocidad de aceleración del swing que los mexicanos. Y aunque el joven lanzador alcanzó las 90-93 millas, muy por encima de la media en su liga nacional, no mostró su bola más rápida y dependió en exceso de sus envíos secundarios, ya estuviese el conteo 0-0, 2-0, e incluso 3-0.

Ruiz sacó a relucir una gran variedad de lanzamientos menos rápidos como la curva, el slider, el cambio de velocidad y la splitter. Sin dudas, el más impresionante de todos resultó la curva.

“Lanzó completamente al revés”, dijo un scout. “La elección de lanzamientos fue mala. Su velocidad estaba presente, pero no usó su bola más rápida”.

A pesar de la dificultad a la hora de colocar sus envíos casi al final de su trabajo, podemos decir que Ruiz destaca por su control y amplio repertorio. No estuvo tan fino en la Serie del Caribe como contra los universitarios de EE.UU., pero teniendo en cuenta que enfrentó a un equipo venezolano de mayoría de jugadores Triple A, no sorprende que haya salido por la puerta estrecha.