El líder de U2 "es portavoz de la élite occidental"
Por Carlos Paul
Para el periodista y escritor irlandés Harry Browne, autor del libro Bono: en el nombre del poder, si se hace un balance entre la ayuda humanitaria que ha auspiciado el cantante del grupo de rock U2 y las ganancias que a partir de ese altruismo obtienen los corporativos transnacionales, de los que el músico es también representante, resulta que Bono ha hecho más daño del que parece, ya que se ha convertido en portavoz de la élite occidental, al defender la visión y el modelo económico neoliberal de personajes como George Bush, Tony Blair, Jesse Helms, Condoleezza Rice, Bill Clinton, Steve Jobs y Bill Gates, por nombrar algunos.
Puesto en circulación por el sello independiente Sexto Piso, con traducción de María Tabuyo y Agustín López Tobajas, Bono: en el nombre del poder es una rigurosa y detallada investigación en la que el autor profundiza no en la calidad musical del cantante y líder de una de las bandas con más éxito de las recientes décadas, sino en lo que Harry Browne denomina filantrocapitalismo, modelo de ayuda basado en la aceptación incondicional de las políticas neoliberales. Modelo del que, como otros ricos empresarios, Bono se ha beneficiado.
Según Browne, el libro “no es una condena a Bono, de lo que se trata es de cuestionar lo que éste representa como portavoz de un filantrocapitalismo. La idea es situarlo dentro de esas estructuras económicas neoliberales, aquellas que auspician campañas humanitarias que, con una mano dan y con otra quitan mucho más”.
PAGAN IMPUESTOS EN HOLANDA
La investigación del periodista irlandés, quien ha trabajado para periódicos como The Irish Times, Sunday Times, Irish Daily Mail y el Sunday Business Post, va más allá de la celebridad y relata también cómo los miembros de U2 cambiaron su dirección fiscal a Holanda para pagar menos impuestos; cómo cuentan con una red de empresas que logró reportar pérdidas el año en el que U2 realizó la gira más taquillera en la historia del rock, y cómo Bono ha anunciado productos de Louis Vuitton y Apple, dos de la compañías responsables de la devastación del continente africano, entre otras cuestiones.
"No es nada personal, apuntó el autor, pero me temo que uno de los primeros pasos para buscar la justicia real es dejar de comprar el mensaje que nos están vendiendo".
De acuerdo con Diego Rabasa, director y editor de Sexto Piso, el trabajo fue muy riguroso: 85 por ciento fue investigación y 15 por ciento trabajo de campo. Browne habló con distintas personas, además de académicos y economistas.
Toda la documentación, afirma el editor, es muy sólida. El volumen refleja cómo los corporativos trasnacionales, tienen cada vez más influencia y poder a través de un supuesto altruismo, pero que en realidad encubre toda una operación financiera de alcances globales, como representantes de un neoliberalismo salvaje.
Harry Browne explica en dicho volumen que esas operaciones son como si un hombre brinda ayuda humanitaria con la mano izquierda y con la derecha saquea a quienes auxilia.
Caso concreto, detalla Rabasa, “es una empresa textil que Bono y su esposa montaron en África para apoyar a los artesanos locales, pero como los costos eran muy altos, mandaron la maquila a China, para luego vender el producto como si hubiera sido fabricado en África.
No es nada personal, reitera el autor. La idea es situar a Bono y su figura dentro de esas estructuras de poder económicas neoliberales que auspician campañas humanitarias.
(Tomado de La Jornada)
- Horror ante hallazgo de fosa con más de 280 cuerpos en un hospital de Gaza (+Video)
- Enaltece sesión solemne valores de la ciudad y pueblo de Cienfuegos (+Fotos y Video)
- Comienza Fecons 2024 con la participación de más de 120 empresas
- Cuba propone perfeccionar sistema de ciencia, tecnología e innovación
- Héroe de Cuba culmina su visita a Italia con un encuentro solidario (+Fotos)
- ir aPolítica »
Por eso yo no doy ni un quilo para campañas caritativas. Solo sirve para perpetuar la injusticia.
Ya en una ocasión se puso a hablar mierda de Cuba con la mafia de Miami como anfitriona. Es el clásico "cambia casaca". Tipos así de inconsistentes son peligrosos, además de despreciables.
Me parece genial. Llamarle a casa cosa por su nombre, es el primer paso si queremos cambiar algo.
Me parece genial. Llamarle a cada cosa por su nombre, es el primer paso si queremos cambiar algo.
Simplemente basura
Muy malos amigos tiene Bono que pena que ande por el camino equivocado, esa foto con Bush es para ofenderse
SI ME LLAMARAN PARA TIRARME UNA FOTO CON BUSH ¨THE ASS¨ LE DARÍA UNA BOFETADA Y RETARÍA A DUELO A SEMEJANTE OFENSOR.
LO QUE PASA ES QUE BONO LLEVA AÑOS DICIENDO ...BUT I´M STILL HAVEN´T FOUND WHAT I´M LOOKING FOR.... OJÁLA QUE LO ENCUENTRE O SE ENCUENTRE ÉL MISMO ANTES DE QUE EL DIABLO LE MUESTRE EL CAMINO.
Esto no es nada nuevo. Desde el principio, Bono siempre ha usado las "causas humanitarias" para vender discos, para que lo tomen en serio y ganar su anhelado Nobel de la Paz. El tiene cierto complejo de creerse como Jesús, pero a la misma vez, le encanta ser centro y, sobre todo, hacer dinero. Por eso prefiero mil veces a cualquier artista pop que no se pase la vida hablando de salvar al mundo, cuando en la vida real, todo el mundo sabe que lo único que le interesa es hacer dinero y ser centro de noticias. Al menos, esos no pretenden engañar al público con sus mensajitos de salvar al planeta. En fin, que el seudónimo "Bono", le viene muy bien... sólo le interesan los bonos de dinero.
Me parece este un buen libro, me encantaría leerlo. Que Bono, al igual que muchos otros artistas, se prestan al juego de aparentar ser de izquierdas para lucrar y aumentar sus ganancias no es nuevo para nadie (a la mente me vienen algunos ejemplos de artistas españoles que alguna vez condenaron a Cuba desde posiciones “militantes”, o de artistas cubanos que pretenden estar al lado de los pobres mientras amasan buen dinero). Y no es que esté mal ganar dinero, lo condenable es no ser coherente entre lo que dice y lo que se hace. Excelente que investigaciones como esta ayuden a entender varios de los fenómenos de la industria cultural y que demuestren, con hechos comprobados, las sospechas que tenemos sobre los “altruistas” comportamientos de varios de sus protagonistas.
Quien mal anda, mal acaba,
Bono, como las Femen, es una farsa pseudoizquierdista al servicio del capital, para hacer ver que lucha contra el sistema y acallar conciencias.