- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Francia: Una misa pendiente

ParísMuchos de los viajeros que llegan a Paris, se paran en un puente sobre el Sena para hacerse una foto con la torre Eiffel al fondo. Subir a ella, como entrar al Louvre, es caro para turistas que no tenga rango VIP.

Para el francés corriente tampoco es asequible ir a un restaurant o un café de moda, aunque sea uno de los hábitos que caracterizan a una clase media que, también en Francia, se quejan de que descienden en la escala social.

La economía está tácitamente estancada. El paro laboral sobrepasa el 10%,y continúan cerrando pequeñas y grandes empresas. El quebranto del sector industrial adquiere desconsolado incremento. Forma parte de la deriva de los mal afamados recortes y un criterio que coloca en planos inferiores la economía real, otorgándole ventajas a una ficción financiera predestinada a estallar en algún momento y no solo en el país galo, según vaticinan varios expertos.Nada de esto se parece a lo prometido porFrancoisHollande.

En términos casi totales, descendió el poder adquisitivo de una ciudadanía que se encaminahacia el extremismo ideológico, donde encuentra un eco falsificado, oportunista, pero resonancia en definitiva, de sudesaliento. Casi seguro les estén engañando de nuevo, pero explica que el ultraderechista Frente Nacional gane escrutinios locales y aumente sus adeptos.

La tendencia xenófoba aupada durante la etapa de Nicolas Sarkozy, es blandida por el neofascismo encubierto de Marinne Le Pen, pero, -no se asombre- también por la desteñidaizquierda hoy en el poder, de la cual se esperaban acciones diferentes.

La compulsión al racismoestá estimulada por figuras de los altos estratos institucionales. Unas abiertamente intolerantes, otros por omisión o parquedad al refutar conflaquezaese extravío. Gran parte de la prensa le aporta notoriedad, no rebatiendo, sino dando su favor a tan peligrosa desafección.

Talintoxicación del clima político acarrea raras experiencias. A citar, están las revueltas en la Bretaña francesa donde una conjunción de patronos y empleados, transportistas y campesinos, paralizaron la zona oeste del país en contra de un nuevo impuesto “ecológico” en un momento en que hay cierres fraccionados o completos de las fábricas y actividades agrarias locales, debido al aumento de los precios de los insumos cuando, además, descendieron las exportaciones debido a la crisis en el resto del Viejo Continente.

Otorgando el beneficiode la duda al gabinete Hollande, pudiera considerarse que quienes elaboraron el plan fiscalse equivocaron,ingenuamente,al suponer que las clases altas aceptarían un aumento en los impuestos. Ninguno se mostró inclinado a ceder parte de sus fortunas. Al revés, hacen resistencia a perder privilegios y esconden en paraísos fiscales, entre 60000 y 80000 millones de euros.

Es otro elemento probatorio del daño subyacente en las prerrogativas otorgadas a los capitales financieros sobre los cuales no hay controles y sí mucho dejar hacer. Peor cara tiene la exigencia, para un millón de franceses que no gozan de altasretribuciones, pero deben pagar al fisco porcentajes poco concordantes con sus ingresos, para que el gobierno Hollande satisfaga las exigencias comunitarias de recortar 18 000 millones de euros buscando eso que llaman déficit del gasto público, pero que en la praxis es lainversa.

Todo cuanto se quita a los presupuestos sociales, salarios, pensiones, se emplea en sufragar los adeudos de los estados que asumieron como propios los compromisosparticulares de inversores, banqueros y empresarios.Del erario público se sacan, también, los gastos militares mientras se recortan los destinados ainvestigaciones para el desarrollo.

“La austeridad hoy, como las medidas de ajuste (…deterioro de los servicios públicos, merma de la protección social, debilitamiento de la capacidad de negociación colectiva a consecuencia de la desregulación del mercado laboral…) no son la solución a la crisis, sino la medicina equivocada que puede terminar matando al paciente”, aseguró IntermónOxfam hace poco, advirtiendo que de no cambiar esas políticas, se incrementaránhasta 146 millones los europeos viviendo en la pobreza.

El organismo aleterrmundista aseguró en su informe La Trampa de la austeridad que hay “alternativas… que permitirían en el futuro un crecimiento más justo e inclusivo que favorezca a las personas…” . Algo de ese corte había formulado Hollande cuando aspiraba a ingresar al Elíseo. ¿Se le olvidó o lo convencieron de adoptar el férreo trazado de las acciones que permiten a pocos obtener en abundancia y a la mayoría tener cada vez menos?

Otro reporte, proveniente de Socorro Católico, hace referencia a la gravedad que adquieren “todos los indicadores de la pobreza” (no poder pagar las cuentas deelectricidad y gas, entre otras necesidades básicas). El año pasado, 1431000 personas solicitaron auxilio urgente a esta entidad y durante este 2013 aumentó la cifra.

Bajo el gabinete Sarkozi surgieron los trabajadores pobres. Ciudadanos con empleo, pero insuficientes salarios, que les impedía costear el alquiler y por ello pernoctaban en los márgenes del Sena. Suscitaron un movimiento conocido como Los Hijos de Don Quijote, o sea, otras personas que se solidarizaron con su drama y aunque no lo necesitaban (todavía), acompañaron a sus semejantes en la forzada nocturnidad a la intemperie.

Hoy, al contrario, crece, junto con la pobreza, la falta de apoyo hacia la desgracia ajena. Otras malas señales se potencian por igual. “Hemos pasado de un clima social átono a una resignación rabiosa”,explican expertos del Instituto Sociológico IFOP, al referirse al rechazo a extranjeros o a la agresividad racial manifiesta con respecto a gitanos este-europeos o las ofensas hacia la ministra de justicia, ChristianeTaubira, nacida en la Guayana, miembro del gabinete Hollande, pero escasamente defendida por sus colegas cuando la caricaturizan y ofenden por el color de su piel.

Ella misma define la situación: “ (…) Progresivamente, y aun durante la pasada presidencia, se construyó un enemigo interior. Aquellos que son incapaces de trazar un horizonte pasan su tiempo diciendo al pueblo francés que está invadido, sitiado, en peligro”. Esos “argumentos” son esgrimidos por los extremistas y, al mismo tiempo, por quienes se dicen al centro del espectro político y detentan los hilos del poder, creando una arriesgadaatmósfera.

Unir falsos peligros, como culpar a los emigrantes (apenas el 6% de los 500 millones de habitantes que tiene Europa), con los golpes de la actualidad económica, que generan un descontento generalizado, junto con las frustraciones de quienes creyeron que habría menos tensiones y rumbos mejores, está creando un ambiente enfermizo, del cual pocos parecen enterados. Y eso es más grave aún.