Hace poco estuve en Cienfuegos y no pude ir hasta la granja solar recién instalada en las afueras de esa ciudad. Me quedé con las ganas de ver, con mis propios ojos, los 14 mil paneles“sacándole petróleo al sol.”
Con ese entusiasmo que generan las energías renovables, la prensa cienfueguera dice que allí, en cuatro meses, se generó una cantidad de electricidad que hubiese requerido quemar140 toneladas de combustible, que, en una unidad de volumen más coloquial, tal vez sean unos 140 mil litros de ese mismo combustible, más o menos.
Para cualquier transeúnte que camina durante el mediodía de agosto por las calles de La Habana, sería agradable saber que los aplastantes rayos del sol sirven para algo más que bañarlo en sudor.
Cuba tiene un gran potencial para generar electricidad con la luz solar.El mayor inconveniente que tiene la tecnología fotovoltaica, en algunas partes del mundo, es la ausencia del astro rey durante algunos períodos del año.Cuba no tiene ese ¿problema?
Pero hasta ahora, se ha priorizado la energía que se le puede sacar al viento: existen cuatro parques eólicos en activo, se construyen otros nuevos y se ha publicado información de un mapa eólico para instalar muchos más en diversos puntos del país.
LOS ENEMIGOS DEL SOL
El gran inconveniente de los paneles solares es su generación casi miserable (esa es la palabra), en comparación con las termoeléctricas de combustibles fósiles, las termonucleares, las hidroeléctricas o hasta algunos parques eólicos. La granja solar cienfueguera solo tiene la capacidad de generar 2,6 mega watts.
¿Y eso cuánto es?Pues, por ejemplo, la central Guiteras tiene una unidad generadora de 300 mega watts de potencia. La central “Máximo Gómez” de Mariel, Artemisa, aporta 600.
La energía fotovoltaica también tiene sus colosos, aunque son escasos. En Estados Unidos, la granja solar más grande del mundo, la Agua Caliente Solar Project, genera aproximadamente 300 mega watts, aunque está previsto que llegue a los 400, tras ser concluida.
Todavía está en construcción, en algún momento tendrá cinco millones de paneles y dará un uso útil a nueve kilómetros cuadrados, en medio de la más absoluta nada: el cálido desierto de Arizona.
Para los primermundistas como Estados Unidos, 400 mega watts más o menos en su sistema energético quizás no hagan una diferencia importante, pero para una economía como la cubana sería un gran alivio poder dejar de quemar todo ese petróleo.
UN FUTURO DE LUZ
La central fotovoltaica de Cantarrana, Cienfuegos, podría ser la primera de varias granjas solares que en el futuro cubrirán la geografía cubana. Uno de los defensores de la alternativa solar, el doctor Daniel Stolik, asegura en un artículo que solo se necesitarían 100 kilómetros cuadrados de terrenos cubiertos con paneles solares para suplir toda la demanda energética de Cuba.
Esto no significaría quitarle tierras a la agricultura: ese centenarde kilómetros puede ser tierras áridas no aptas para la siembra, los espacios laterales de las autopistas y carreteras, o hasta los techos de los edificios.
Recientemente, han empezado a aparecer guiños a la tecnología fotovoltaica a lo largo de la geografía cubana. Una granja solar se está construyen en Guantánamo y otra en Guáimaro, Camagüey.
Cuba es una isla. No podemos conectarnos a un oleoducto, como hacen los países continentales, no hay grandes ríos caudalosos para montar hidroeléctricas y el petróleo frente a las costas de Pinar del Río está demorando mucho en aparecer.
Además, el viento puede soplar más o menos aquí o allá; perode San Antonio a Maisíbrilla un sol que raya las piedras.