Serie 51 beisbol juego entre los equipos de Ciego de Avila vs Industriales. Yorelvis Charles.
A Yorelvis Charles Martínez el destino lo situó como el último y más destacado sobreviviente del grupo de peloteros que más ha aportado a la leyenda del béisbol en la provincia de Ciego de Ávila.Perseguido por las críticas de algunos prosélitos por una supuesta falta de entrega en el terreno, Charles conquistó en su carrera atlética la corona nacional juvenil (1996), el título olímpico en Atenas 2004 y el primer lugar en la LI Serie Nacional (SN).
En su vitrina atesora el único premio de bateo ganado por un jugador de los Tigres, al registrar average de 353 durante el regreso de la madera en la XXXIX SN.
Con 17 temporadas a nivel de país, el jugador del municipio de Morón emergió como uno de los más versátiles, al defender con acierto las cuatro posiciones del cuadro, e inscribió su nombre como el segundo de mayor promedio ofensivo (320) y tercer jonronero (143) entre las huestes de la Región de la Trocha.
De vacaciones en Antigua y Barbuda, el inicialista avileño confirmó vía Internet que después de recuperarse de la lesión sufrida en el anterior campeonato, mantiene la forma deportiva para integrarse a los entrenamientos de la preselección local.
"Lo que tengo pensado es jugar esta temporada y terminar, quiero darle paso a las jóvenes figuras que esperan una oportunidad para realizarse y demostrar su calidad".
—¿Hablas de Jozzen Cuesta Padrón?
—Sí, lo tiene todo para imponerse, defiende, batea, corre y conoce el abc de la pelota, lo veo como el futuro cercano cuarto bate del conjunto, lo que le falta es jugar y jugar.
—¿Qué piensas de la próxima serie?
—Estará marcada por nuevos matices e incentivos. Los trajes tendrán diseños novedosos, se habla de aumentar el salario a los atletas y premiar los líderes. De ser así, los jugadores pondrán el máximo en cada partido y económicamente sus familias mejorarán.
—¿Cómo valoras la designación de Miguel Albán al frente de los Tigres?
—Tengo muy buenas relaciones con él. Posee una amplia experiencia en la dirección de equipos. Nos llevó a los play off en dos ocasiones y tiene excelente compenetración con los atletas.
"Antes de venir acá, nos reunimos Víctor Cuesta, el comisionado, Albán y yo. Hablamos diversos temas del equipo, la preparación, la disciplina y los deseos de ganar."
—Pero con el pobre desempeño de los bateadores en años anteriores, ¿las aspiraciones quedarán mutiladas?
—La artillería aún goza de buena salud, lo que sucedió es que hemos tenido dos temporadas donde hemos dejado mucho que desear, pero siempre enfatizamos en la ofensiva durante las prácticas.
"Qué pasa, cuando no sale, no sale, como decimos los cubanos. Creo que con la experiencia de los mejores técnicos de la provincia, que han puesto todo su empeño, esta será una competencia diferente."
—¿Te ves en el futuro, como parte de la dirección del equipo, digamos junto a Mario Vega e Isaac Martínez?
—No he pensado en eso, quisiera prepararme un poco, estudiar y después veremos qué sucede. Sería un privilegio estar junto a atletas de la talla de Mayito e Isaac que desde niño estamos juntos.
—¿Faltan unos meses para el adiós definitivo del deporte activo, qué personas recuerdas en estos momentos?
—A mi mamá Noemí que primero me dio la vida y ha estado muy pegada a mis resultados; a mi desaparecida tía Juliana Charles, quien me dio todo, me siguió hasta sus últimos días; a mi abuelo Duvilon, el general de toda la familia, ahora con 91 años; a mi esposa Daimarelys con su confianza; y a mis tíos y tías, que los adoro por la unidad de los míos.
"Además, a mi primo Héctor Martínez, que me inculcó desde niño el amor al deporte, y mi inclinación por el béisbol, a mis amigos que me han dado la mano en momentos difíciles, a mi primer entrenador en Bolivia, Álvaro San Luis, y a mis compañeros de equipo y los técnicos del alto rendimiento."
—¿De qué manera pretendes despedirte de tus seguidores?
—Voy a hacer una buena preparación, y ojalá, Dios quiera que no me lesione, después el terreno dirá, pero saldré como siempre, aunque muchos no lo crean, a darlo todo en el campo de juego por mi camiseta, para librar mi última batalla.