El holguinero Paumier fue el gran inspirador de los Gallos
Disputado, sí. Emocionante, quizás. Mas el partido inicial del duelo semifinal entre Matanzas y Sancti Spíritus, en esta LII Serie Nacional de Béisbol, no fue desde ninguna perspectiva un gran juego de pelota. Todo lo contrario.
Para mostrarlo no hace falta acudir a la sabermetría, revisar en video las secuencias de lanzamientos y, mucho menos, examinar al detalle los turnos ofensivos en que los bateadores no hicieron ajustes o simplemente disparataron en el home plate.
Basta un botón que se puede coser en cualquiera de las casacas: con 11 hits —contados tres dobles y un jonrón—, más siete boletos, Sancti Spíritus fabricó cinco tristes carreras; con nueve imparables —incluidos tres dobles—, dos errores del contrario y cuatro bases por bolas, Matanzas pisó el plato en cuatro ocasiones. Los yumurinos dejaron a 11 corredores en circulación, los espirituanos a 12.
La turba de yerros e ineficacia en los dos bancos terminó por equilibrar las hostilidades en el marcador, que no reflejó ventaja clara en los compases del desafío porque, así lo veo, en el béisbol de Cuba ningún equipo está a salvo de la derrota si su contrincante puede alcanzarlo con un grand slam, con un jonrón con las bases llenas.
Ni Matanzas, dos veces arriba por ventaja mínima, ni Sancti Spíritus, que amasó una renta de tres carreras por el jonrón de Yunior Paumier en el quinto capítulo, ni uno ni el otro logró desequilibrar el partido.
Y cuando un juego, encauzado por el camino de la mediocridad, se antoja parejo en las hojas de anotación, casi siempre el finiquito sobreviene en el último tercio, cuando las posibilidades de victoria suelen construirse con seda y las derrotas cuelgan de una tela de araña.
Tuvieron opciones de triunfo los Cocodrilos. Y claras, pese a la apertura menos sólida de Joel Suárez en los últimos dos meses. Pero… Primero, Víctor Víctor Mesa no debió enfrentar a Ismel Jiménez en el sexto acto, con dos outs y desventaja de tres carreras.
Segundo, Yurisbel Gracial (ponche), Maikel Castellanos (foul fly out, después de mejorar de un conteo de 0-2, con intento de toque incluido) y el emergente Demis Valdés (rolata a segunda) fueron incapaces de conectar con solidez rectas y más rectas servidas por Yaisel Sierra e impulsar la anotación que suponía el empate, anclada en tercera —y la ventaja en primera— mucho antes del primer out en la altura del séptimo capítulo.
Y tercero, Yadier Hernández, sí o sí, debió tocar en el noveno capítulo para adelantar a segunda la oportunidad de igualar el marcador. No hacerlo resultó obtuso y lapidario: con un lanzamiento de Omar Guadarrama, los Gallos facturaron dos outs.
Fue obtuso y lapidario, como audaz y pertinente el robo de base de Gracial, ya con dos outs, en ese mismo inning.
Era la jugada indicada y la defensa espirituana debió estar al tanto. El tercera base yumurino es rápido y, en orden, venían bateadores que no producen extrabases con regularidad. Un hit pudo cambiar el desenlace. Castellanos casi logra el milagro, pero el guante de Yunior Paumier obró una maravilla y finiquitó el duelo.
Un final justo porque, pese a los errores anotados en el box score, los Gallos se equivocaron menos.
Un final que puede aupar a las huestes de Yovani Aragón que, a mi modo de ver, demoró a Ismel Jiménez en el box (¿Por qué esperar a su lanzamiento tope si es evidente que no ha sido el mismo en sus recientes aperturas y, encima, en el sexto ya tuvo grandes problemas para no permitir carreras?). Un final que puede cambiar la suerte a orillas del Yayabo.
Veremos sí sucede.
Positivo: el bateo de Robersis Ramos, que puede ser un revulsivo en el line up, es una gran noticia para los espirituanos/la ofensiva del tridente yumurino Ariel Sánchez, Guillermo Heredia y José Miguel Fernández. Negativo: la defensa de Lourdes Yunior Gourriel/del quinto al séptimo turno, los Cocodrilos batearon de 13-1. Preocupante: ¿Podrá jugar el campo Ariel Sánchez y, por tanto, entrar en la alineación regular Demis Valdés o Yariel Duque?/ Yulieski Gourriel, Frederich Cepeda y Eriel Sánchez se fueron de 12-2, sin extrabases, una impulsada y dos anotadas.