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Armando Capiró… Con efigie de Titán

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Armando Capiró

Armando Capiró

Aprendí a admirarlo en la adversidad. Antes me había sucedido con Marquetti, desde la cabina de un camión del Primer Llamado del Servicio Militar Obligatorio, cerca de Bauta, cuyo estadio se había convertido en refugio de los vueltabajeros en su arranque por las Series Nacionales. Pero eran diferentes. El zurdo arrostraba un siglo de quehacer beisbolístico en su patria, tras otros como Cristóbal Torriente, Alejandro Oms y Lázaro Salazar; más cerca en el tiempo, Hilario Valdespino y Julio Bécquer. Ya remontaba la leyenda Tony Oliva.

De Armando Capiró Laferté, se me antoja, quedará por siempre la impronta de una efigie, desde la punta de los spikes hasta la gorra adornada en azul y la blanca letra I. Color que un día inmortalizaran los ALACRANES DEL ALMENDARES, y por más de cinco décadas ha logrado afianzar en las entrañas de millones los INDUSTRIALES, que adoptaron la fiereza del león rojo del HABANA, en una suerte de sincretismo no visto en otros tiempos. Entre todos, él lucía imponente.

Con un juego mesurado y preciso, supo echarse a todos en los bolsillos. Por entonces se transmitían los juegos con la cámara principal detrás de home. Y veíamos desplazarse su espada a la velocidad de la luz, en recuerdo de Ramón Fonst, ¡qué digo!, del florete de D’Artagnan o el machete de Quintín. Pero la realidad nos traía a la certeza de un swing abarcador e impresionante, con sus largas y abiertas piernas sobre home. A ninguno temí tanto, ni hubo otro slugger más admirado con el traje de las cuatro letras.

Todo lo hacía bien. Entre los brazos más potentes, efectivo a la defensa en las cuatro distancias, dinámico en el ejercicio, atractivo por los pasos agigantados que rompían los empujes del viento y las aguas del mar. En las bases no era segundo de nadie, si se hubiese dedicado a estafar, encabezaría con otros ese departamento. Jamás alardeó del brazo ni tiró a bases ganadas por los corredores, otra de sus virtudes menos aclamadas.

Es difícil sumar tanto. Y no para sublimar virtudes que algunos pudieran no recordar por aquello del tiempo, que nos envuelve y desmemoria. Se trata de recordar a quien nunca quisimos en contra, como vueltabajeros con sangre verde de campiña húmeda, y que, no obstante, logramos admirarlo. Jamás nos hemos cruzado una palabra, aunque hayamos compartido premios, homenajes, presentaciones de libros, Juegos de Estrellas, y esas cosas donde suelen converger los players, con quienes tratamos de inmortalizarlos en papeles, o simplemente el éter.

En la XI Serie Nacional desfilamos casi juntos. Me sentí grande entre gigantes. Él saludaba a Valido, Felipe, los Salgado (Emilio y el Gallego), y a otros pocos. El novato, que aquella vez fui, lo había visto supremo -no sé si lo advirtió. A la sombra de Michael Jordan debió sucederle a otros basketbolistas en Barcelona 1992. Con él seguí el desfile de un Alarcón vencido por las adversidades, el Isasi de cualquier tiempo que pronto cedería al empuje de Alfonso Urquiola, la incontenible camaradería de Muñoz, el andar preciso de Telemaco y, en fin, a los que creí inmarcesibles. Y la historia me dio la razón.

Una tarde dominical y plena, en los días inaugurales de 1972, quiso la vida, o fue un antojo del director, que empuñara por el fraterno Hirám Fuentes. Logré conectar un sencillo sobre segunda al estelar Walfrido Ruiz, y anclé en la inicial. Bastó para jugar como camarero el segundo desafío, de donde llevo conmigo un par de destellos. Con las bases llenas el cuadro jugó por dentro, y Marquetti al bate. En fracciones de segundos se aceleró la mente subordinada al doble swing más veloz que se recuerda. Pero más rápido aún se deslizaría la bola hacia el jardín derecho. Solo intenté pararla.

Las bases seguían llenas y tocó el turno a Capiró. Al verlo abarcar tanto espacio sobre el cajón de bateo, sentí lástima por el zurdo Rodovaldo Esquivel. Desde mi ubicación parecía imposible dominarlo. No dejaba espacio libre al pitcher. Un par de swinazos barredores del plato anunciaron una catástrofe. Pero el nuestro, bien preparado para esos momentos, lo dominó, si así puede llamársele a un lineazo que pudo abrir una brecha en la cerca si no la hubiera atrapado -no sé ni cómo pudo hacerlo, el fortísimo Roberto Camejo. Fin de aquella pesadilla.

Entradas más tarde, Capiró Laferté conectó otra bala por encima de la mismísima almohadilla de segunda. Perdíamos por dos carreras. A mi derecha, Felipito Álvarez pidió cubrir si se producía un robo. El rolling saltarín entró al guante del antesalista José Shueg, quien la pasó a mis manos y me estiré cuanto pude para recibir la bola que llegó casi con sus spikes. El árbitro, –no recuerdo el nombre- decretó ¡out!

El divo herido no gestualizó. Se levantó, sacudió el polvo y profirió, sin mirarlo, las peores palabras que he escuchado ante un juez. Más que al vencido, miré al verdugo con ira en los ojos. Y quedaron las palabras entre tres; yo incluido. Pensé que lo expulsaría. Pero se llamó a reflexión y prefirió guardar el secreto; las gradas del Latino ardían. Ingenuo protesté: -Si soy yo usted me expulsa. --Con ojos de pocos amigos ripostó: --Vuelve a tu posición. --Entonces comprendí que ni siquiera en la pelota somos iguales. Que algunos suelen encumbrarse por el dominio del oficio y la virtud, mientras otros debemos acostumbrarnos a ver los toros desde la barrera. En estos flachazos se resumen nuestros encuentros.

Parael libro El Señor Pelotero indagamos por un equipo ideal de las Series Nacionales, que provocó un debate entre los finados Eddy Martin y Héctor Rodríguez. El primero ubicó a Fernando Sánchez en el jardín izquierdo, y lo argumentó en justicia por los resultados. Héctor habló de Fernando y de Gourriel, pero se decidió por Capiró. Y quien estas palabras suscribe, porque también es hijo del béisbol, en esa ocasión estuvo al compás de Héctor. Después de tantos años, me asalta la duda con Cepeda, un bateador fuera de serie, pero el habanero fue de “cinco herramientas”.

Prefiero recordar a Capiró en el terreno, sin las frías estadísticas que a veces nos confunden, aunque en catorce campañas haya conectado para .298, con 162 jonrones, 677 impulsadas y slugging de .492 y haya sido el primero en disparar más de 20 cuadrangulares. Entonces trato de apartar su desfachatez ante el novato Reinaldo Costa cuando trató de cerrarlo, y algún otro desliz. Sobre todo, prefiero no volverlo a ver ante los lanzamientos de Burt Hooton en Cartagena 1970, cuando todos, él incluido, lucían ridículos.

Los lanzadores de su época, por lo general, acuden a las anécdotas. El endeble Maximiliano Gutiérrez le caminaba para arriba, un espigado como Carlos Pérez estuvo al borde del altercado, el temerario Juan Carlos Oliva lo retaba. Pero eran y son amigos fuera del terreno, que suele hermanar hombres.

Hijo de la adversidad, temprano le llegó la seria lesión. No olvidaré la tarde con el Latino de pie para recibirlo con una ovación; llegó en silla de ruedas. Por un instante había regresado Roy Campanella, aquel irrepetible catcher negro de las Ligas Independientes de Color, la Profesional Cubana y de Las Mayores. El habanero pudo andar por sus pies, pero no volvió a ser el mismo. Era el decline de una efigie.

Aquella bola que el 19 de enero de 1969 voló sobre los muros del jardín izquierdo, en el bautizo del Capitán San Luis, dejó mal parado al minero Raúl Martínez, quien orientó los ojos hasta verla desaparecer. El ídolo de mi tierra, había enfrentado a un cíclope de cuatro vientos y, contra él, no se podía.

Se han publicado 23 comentarios



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  • tony dijo:

    al fin alguien se digna a hablar de uno de los mas grandes entre los grandes uno de los mejores jonrroneros cuando habia picheo, uno de los mejores brazos entre los tres primeros de la historia como jardinero, uno de los peloteros mas disciplinados de la historia y modesto, asi como uno de los terceros bates de la historia mas consistente del equipo cuba gracias capiro por ser tan grande aunque te mantengan en silencio tanto tiempo

  • tony dijo:

    y por eso una de las gigantografias del latino es de el pues los jovenes de hoy no conocieron su rica historia beisbolera, yo de niño fue mi idolo y siempre me inspiraba en el cuando cogia el madero a todo lo largo y señalaba hacia los jardines, con su numero 9 en su espalda

  • El Cob@ dijo:

    EL MEJOR DE LOS MEJORES, TREMENDO PELOTERO Y EXCELENTE PERSONA,PELOTEROS COMO ESE ES UNA LOASTIMA QUE YA NO EXISTAN EN NUESTRO BEISBOL, SOMATOTIPO DE VERDAD COMO EN AQUELLOS TIEMPOS, ES MI PELOTERO FAVORITO,LLEGUE A EL MI AFECTO CARIÑO Y RESPETO.

    EL ELEGANTE DEL DIAMANTE

  • luis dijo:

    bella y emotiva cronica, lo felicito

  • cuarto bate dijo:

    Un grande entre los grandes, muy bonita la crónica, Capiró se la merece. Yo lo vi jugar siendo un niño y me impresionaba cuando jugaba en contra de mi equipo siempre parecía que iba a dar cuadrangular y también me daba alegría cuando iba a batear estando en el equipo Cuba. No me gustan mucho las comparaciones entre peloteros y mas cuando son de distintas etapas.

  • la incondicional dijo:

    Capiro fue uno de los grande entre los grande, que decir de aquella epoca en que el beisboll era aqui para grandes eventos internacionales, para emosionarce , disfrutarla a plenitud, porque en esos tiempos si podemos decir que habia calidad en nuestros peloteros, en los manacher de los equipos, en la direccion de este equipo Cuba que se lucia en grande cuando competia fuera del pais y puedo decir que a esto tambien se sumaba unos comentaristas excelentes(como bobby) que le sacaba los gritos de emosion y risa de cualquier parte.(que tiempos aquellos que ya pasaron como dice la cancion)pero no podemos ser pesimista, creo que la pelota tiene que volver a ocupar el lugar que le correspode en nuestro pais, para eso es el deporte nacional, solo que se le tiene que dedicar tiempo y cerebro a esto para poder ganar esta batalla que da tanto de que hablar entre los aficionados que amamos este, no es posible que dejemos de ser noticia positivas en los grandes eventos internacionales. Comandante (fidel) ayude con esto sabemos que usted le dedicaba mucho de su precioso tiempo al deporte en cuba seguia al detalle cada evento, cada competencia, confio plenamente en usted.

  • elCerro dijo:

    Magnifico!!!!!. Gracias por recordarnos la elegancia y el linaje, de Armando, hombre humilde, sencillo, de su terruño Santiago de las Vegas. De niño lo vi jugar, mi abuelo me llevaba casi todas los dias al latino, y recuerdo a Capiro, dando unas lineas que eran verdaderos misiles.
    Este industrialista, como el gran Agustin (40), o Anglanda, era puro corazon y entrega en el terreno. Cuanto quisiera que mis IND de hoy, nos regresaran la gallardia azul.

  • Sergio dijo:

    El mejor LF de las series nacionales, en mi modesta OPINION.

    Saludos,

  • Cualquiera dijo:

    Magnifico! Usted debería, señor cronista, regalarnos más a menudo estos destellos que tantas emociones nos provocan. Nunca podre olvidar la noche de 1989 cuando presencie la última comparecencia al bate de otro grande, Pedro Medina, pues ese día fui testigo de algo inolvidable. Capiro es uno de esos bateadores que para los que crecimos escuchando su leyenda se nos antojan inmortales…Gracias.

  • Sissi dijo:

    Me gustan estas crónicas que están haciendo de los grandes peloteros cubanos, no vi jugar a este hombre por mi edad pero mi papá siempre habla de él entre los mejores, se ve que hay una nostalgia en nuestro baseball de los grandes peloteros y de los buenos momentos vividos

  • Manuel dijo:

    excelente cronica. juan, no lo recuerdo a ud. como pelotero, y de su escrito se infiere que no fue ud. de los mas destacados, lo cual explica mi desconocimiento; sin embargo, dejeme decirle que sabe ud. escribir.

    en cuanto al gran capiro tuve el honor despues de su retiro de compartir equipo con el el softball en la liga de desa, dirigida por el gran andres ayon, y en el campeonato de la universidad en el estadio abrahantes, y tenia el brazo entero, cuando tiraba una base le sacaba el guante a la gente, y bateando ni se diga.

    le agradezco por el recuerdo.

  • Cerro Cerrao dijo:

    Gracias y mil veces gracias por tan bello Artículo, me han hecho recordar parte de mi niñez y juventud, ya todo está dicho, ¿qué podría decir yo de Capiró? Cómo nos hizo vibrar de emociones, ¡qué tiempos! Quisiera surgieran en mi equipo otros Capiró, Marquetti, Tony González, Medina, Changa, Hurtado, en fin, no quiero demeritar a nadie, porque los tiempos cambian, pero yo sentía una confianza diferente a la actual. Saludos Azules de la vieja leona.

  • guinero-bayamés dijo:

    MUY BELLO SU COMENTARIO MARTINEZ DE OSABA, USTED GRAN CONOCEDOR DEL BEISBOL HA MENCIONADO A UNO DE LOS MEJORES PELOTEROS QUE HE VISTO, MUY MODESTO, YO LO VI EN MI NIñEZ JUGAR EN EL LATINO,EN SAN JOSÉ Y EN BAYAMO, SE TUVO QUE RETIRAR MUY PRONTO DEBIDO A SUS OPERACIONES EN LAS PIERNAS, HABIA UNA RODILLA QUE LE DIO MUCHO DOLOR DE CABEZA, ERA LA ÉPOCA QUE INDUSTRIALES TENIA A MARQUETTI, TONY GONZALEZ,HURTADO, CHANGA RUIZ,ETC, BELLA ÉPOCA, NO SE SI FUE A ÉL O CON CASANOVA QUE LO COMPARARÓN CO ROBERTO CLEMENTE POR SU FORMA DE JUGAR POR SU BATEO Y EL PODER DE SU BRAZO, CÁPIRÓ JUNTO A TOMÁS VÁLIDO HAN SIDO DE LOS BRAZOS MÁS PODEROSOS EN CUANTO A JARDINEROS SE REFIERE.HONOR A QUIEN HONOR MERECE.

  • Ramòn Garcìa Miràs dijo:

    Grande entre los grandes, el màs carismàtico de los LF de nuestra pelota despuès de 1959, pero considero a Fernando Sànches superior. Reconozco que en mi equipo ideal la decisiòn màs difìcil fue entre ellos dos.
    Un saludo

  • JuanCriollo dijo:

    Capiró ha sido de los más grandes peloteros de nuestro país, uno de los más completos. Lo vi jugar muchas veces y a pesar de que es de la capital (soy oriental acérrimo) siempre admiramos su calidad y su caballerosidad. Excelente bateador: promedio, poder, velocidad en las bases, oportunidad. A la defensa que decir, muy buen guante y un brazo prodigioso, no solo por la fortaleza si no también por la precisión. Recordando a Capiro, recuerdo a muchos otros que como el nos regalaron una pelota de mucho más nivel que la que estamos viendo hoy.

  • JuanC2013 dijo:

    Sin lugar a dudas una de los mejores peloteros de todos los tiempos. Mi pelotero preferido durante mi infancia, llegue a él mis saludos y respeto.

  • Latino_americano. dijo:

    No puedo opinar mucho porque no lo vi jugar,solo he escuchado de su inmejorable calidad,el estuvo en la llamada epoca de oro del beisbol despues del 62..no tuve la suerte de ver ese beisbol,y como me hubiese gustado!,se siente el pesar de muchos cuando lo comparan con el beisbol cubano actual.

    Saludos azules.

  • lazaro miranda dijo:

    DICARD, CUBA Y EL HONESTO: si paret era mejor que german, ¿por que en el equipo cuba el titular era el industrialista?

  • lazaro miranda dijo:

    LATINOAMERICANO: no sabes lo que te perdiste, pero es que eres muy joven. yo si lo vi. se retiro casi prematuramente, despues de solo 14 series, por un problema en la rodilla. te cuento algo para ilustrarte acerca del poderoso brazo que tenia. una noche yo estaba en el latino, justo encima del dogaut de tercera, el no era de los INDUSTRIALES, sino del habana, fue en el 73, cuando INDUSTRIALES fue campeon y el implanto record de la epoca con 22 jonrones. pues el estaba en el rigth field y habia un hombre en segunda. el bateador conecto un largo fly por el rigth, casi en la zona de seguridad, cerca el angulo y se oia cuando el coach de tercera le gritaba al corredor ''hazlo, hazlo'', es decir que le hiciera el pisa y corre. cuando capiro capturo el fly e hizo el tiro, mientras la pelota viajaba, se escuchaba entonces al coach que, con movimientos desesperados, gritaba ''vira, vira''. brother, el corredor regreso, pero el tiro llego de aire, casi de estray al guante del tercera base. te lo digo yo: el tipo era un extraclase. cuando aquello, se jugaba con bate de madera, con pelota de trapo y con un pitcheo mas que superior al de ahora. claro, es verdad, internacionalmente se competia contra amateurs, universitarios y trabajadores. pero en la nacional, habia que pilirla.

  • PABLO dijo:

    En una Revista Bohemia de este siglo salió el equipo ideal de la pelota revolucionaria hecho por la prensa cubana, y el Left Field era Armando Capiró, y el SS era German Mesa, así que voca abajo todo el mundo y se acabó la discución con german y Paret.

  • Raúl menejías Alvarez dijo:

    yo lo vi jugar,recuerdo que cuando comenso la serie selectiva y el bate de aluminio, en el stadium "José Ramón Cepero", habia un hombre en tercera por Camagueyanos y el torpedero angel castillo conecto linea al Jardín Izquierdo en la zona de seguridad la capturo Capiro y con la misma fuerza que llego a su guante, asi la devolvio al home y el corredor viro a tercera, Capiro, Valido, Eddy Rojas y Cazanova fueron jardineros fuera de serie en eso de tirar a las Bases, hoy se ve mucha más pelota que antes y para mi Armando Capiro Lafferte fue el mejor Lf , el tomaba el bate a todo lo largo como si fuera un palillo y lo dirigia no se si al lanzador o al jardin central, como tomando distancia entre esas posiciones y el, eso ya de por si era espectacular

  • rommel blue dijo:

    que clase de palotero sus batazos eran extraordinarios y dio sus jonrones en la epoca de bate de madera y cuando cada equipo contaba con 4 abridores de lujo , su brazo el mas potente y certero que haya visto el beisbol cubano de cualquier epoca

  • Emilio dijo:

    Sencillamente, espectacular. Jugo en otra epoca. Con el bate de aluminio con el que coincidio muy poco, hubiera pegado un monton de jonrones mas. Desgracia su retirada tan temprana cuando aun era muy temible con el bate en la mano. Lo vi conectar varios jonrones de los mas espectaculares que he visto. Tambien 2 en una entrada. Sencillamente un enorme jugador. Precioso articulo. Felicidades.

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Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

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