Aragón sonó como la orquesta. Foto: Zona de Strike.
Entre rimbombancias televisuales, fastidiosas dilaciones y alguna que otra decisión descabellada, discurrió el esperado proceso de selección de los refuerzos beisboleros, en el que Sancti Spíritus se apoderó de la mejor parte del botín.
Los Gallos, que comandan la Serie con magnífico balance de 30 victorias y 14 reveses, redondearon su plantilla como seguramente no vaticinó ninguno de sus seguidores, y ahora son cada vez más favoritos para alcanzar el banderín doméstico.
Inexplicablemente para mí, la elección de Yadier Pedroso se postergó hasta el cierre de la primera ronda de peticiones, y el manager espirituano Yosvani Aragón no vaciló para echar mano del diestro artemiseño, el mejor lanzador de la nación cuando alcanza su top form.
Tras haber conseguido una yunta eficaz para su astro Ismel Jiménez, Aragón se hizo además con los servicios ofensivos del veterano outfielfer Giorvis Duvergel, el receptor Danger Guerrero y el paracortos Alexander Ayala, así como del pitcher novato Norge Luis Ruiz, de admirable faena en el tramo inicial de la campaña.
Otros que se nutrieron estupendamente resultaron el pinero Armando Johnson y el villaclareño Ramón Moré. (Curiosamente, Aragón, Johnson y Moré fueron de los mentores menos beneficiados por la suerte en el sorteo de las pelotas numeradas).
Johnson sumó a filas un one-two-three de lujo (Alexei Bell, Joan Carlos Pedroso y Yordanis Samón), e igualmente pidió a dos serpentineros plenos de experiencia, el zurdo Yulieski González y el taponero José Ángel García.
Por su parte, Moré también hizo hincapié en el fortalecimiento del ataque, al inclinarse por un solo monticulista (Jonder Martínez) y cuatro jugadores de posición (Yordan Manduley, Edilse Silva, Danel Castro y Dairon Varona).
Me parece que son estas escuadras las que más dividendos le sacaron a la tarde. Sin embargo, no puede menospreciarse la cosecha de Iday Abreu, que trajo para Cienfuegos a un jardinero de poder (William Luis), un catcher en reemplazo del lesionado Adir Ferrán (Lednier Ricardo), dos pitchers en buen momento deportivo (Yormani Socarrás y Alberto Bicet), y un slugger (Ernesto Molinet) que acompañará en la medular del line up a José Dariel Abreu.
Para sorpresa mía, Ciego de Ávila –líder del campeonato en PCL- y Pinar del Río –con un muy sólido elenco de abridores-, se concentraron en reforzar sus respectivos staffs.
De esa manera, Roger Machado vestirá de Tigres a Danny Betancourt, Leandro Martínez y Miguel Lahera, junto al patrullero Maikel Cáceres y el short stop Dainer Moreira. Mientras, Giraldo González subirá al box a Lenier Rodríguez, Alaín Tamayo y Raimar Navarro, y le dará misiones ofensivas a Orlando Lavandera y Alfredo Despaigne, la gran perla de esta bolsa de 124 peloteros presentada por la Comisión Nacional.
Industriales y Matanzas, lo creo firmemente, pudieron extraer mucho más jugo a la jornada. Ambas escuadras, en verdad, requerían alimentar sus respectivos cuerpos de serpentineros, pero a mi juicio dejaron pasar varias oportunidades para multiplicar sus fuerzas.
En el caso de los Azules, Lázaro Vargas fue fiel a sus declaraciones previas y no seleccionó a ningún jugador de posición, aunque siempre tuvo la posibilidad de agenciarse un torpedero como Ayala o Moreira. Así, se decantó por el prometedor zurdo de Mayabeque Ariel Miranda y un cuarteto de serpentineros de Las Tunas: los starters Yoelkis Cruz y Yudier Rodríguez, y los relevistas Carlos Juan Viera y Yoandy Fernández.
En cuanto a Víctor Mesa, no pudo agenciarse el cuarto bate que buscaba, y fue uno de los que –pese a necesitar ases en la rotación- dejó pasar la oportunidad de incorporar a su nómina a Yadier Pedroso. Al final, insufló bastante aire a su área de lanzadores –Alexander Rodríguez, Darién Núñez, Pablo Millán Fernández y Alaín Delá-, pero apenas ganó con el madero al limitarse al utility Maikel Castellanos.
Una vez elegidos los 40 refuerzos (22 de ellos monticulistas), se notan las omisiones de algunas figuras como el siempre productivo granmense Ramón Tamayo, su coterráneo Carlos Benítez, el guantanamero Yoilan Cerce –metido en una mala temporada-, y los miembros de la preselección cubana Dalier Hinojosa y Luis Yander La O, que han sido afectados por las siempre inoportunas lesiones.
Por provincias, Las Tunas aportó más que ninguna otra (7 atletas), seguida por Camagüey y Santiago (6 cada una). Luego se ubicaron Mayabeque y Artemisa (5 por bando), Granma y Holguín (4 per cápita), y Guantánamo (3).
Según se conoció, los equipos que continúan en liza ya NO tendrán que dar de baja a cinco de sus integrantes para asimilar los refuerzos, cada uno de los cuales acumuló en el primer tramo de la Serie un mínimo de 119 comparecencias -en el caso de los bateadores- o 20 entradas trabajadas desde el box.
Ahora a esperar por la reanudación del certamen, que tendrá lugar en marzo, una vez finalizada nuestra participación en el Clásico Mundial. De momento, yo insisto en algo que escribí hace poco tiempo en Strike 3: en esta partida de ajedrez que acabamos de ver por televisión, podría haberse gestado el nuevo titular de la nación.