- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Strike 3: La crueldad del samurai

Sin jonrón en 360 turnos oficiales en su liga, Sumitani decidió a costa de Pedroso.

Sin jonrón en 360 turnos oficiales en su liga, el catcher Sumitani decidió a costa de Pedroso.

Japón solo pegó seis indiscutibles y fabricó par de carreras, pero Cuba se limitó a tres hits y no pisó ninguna vez el plato. Así, la escuadra antillana le añadió un nuevo capítulo a la fatigosa novela que escribe hace ya tiempo, en la que la ofensiva abandonó los roles protagónicos en beneficio de la tranquilidad rival.

Poco, pues, voy a decir de este partido, el primero de dos ante la Samurai Japan. Que prescindió de muchos de sus ases, pero de todos modos se mostró superior a una escuadra antillana que apeló a todas sus cartas. Rectifico: lo correcto no es decir "SE MOSTRÓ superior", sino "ES superior". Gústele a quien le pese...

Desde el box, nos mataron. A la altura del quinto episodio marchábamos camino del no hit, y entonces pareció sacudirse la modorra con sucesivos imparables de Bell y Cepeda. Pero, cosa que no me explico, al ambidextro lo "tapaba" Ariel Pestano, y Pestano -que nunca fue un gran bateador y cada vez lo es menos- falló en foul fly al derecho.

(Aquí, lluevo sobre mojado. El Team Cuba, que lleva alrededor de una década sufriendo un alarmante déficit de ataque, no puede continuar dándose el lujo de regalar siete u ocho outs por encuentro. Por desgracia, lo creo firmemente, tenemos que sacrificar defensa en aras de producir carreras).

En sentido general, el estrago no lo causaron hombres supersónicos -ni siquiera lo es el cerrador Shun Yamaguchi-, pero tampoco se trataba de serpentineros con envíos 'al ralentí', a la manera del recordado Jimmy Figueroa. Comando, comando y más comando: esa es el arma monticular de los nipones.

La ponen donde duele, y por eso Despaigne no logró sacar los brazos, y por eso Rusney no pudo ser Castillo. Nos conocen. Definitivamente, nos conocen, de ahí que cada bateador recibiera su respectiva dosis de veneno. ¿No vio cómo llamaron a un zurdo para que Cepeda se parase ‘a la derecha' en el octavo? ¿Se fijó que nos tienen ‘guardaditos' en imágenes de archivo?

Es realmente difícil conectarle a sus pitchers. Faltan Kenta Maeda, Yusuke Nomura, Tetsuya Utsumi y Mitsuo Yoshikawa, para citar a cuatro de los mejores exponentes de su torneo profesional. Faltan -y faltarán en el Clásico- los estelares Darvish e Iwakuma, quienes no recibieron permiso de sus clubes ligamayoristas. Pero los japoneses disponen de un arsenal enorme...

No por gusto han ganado los dos Clásicos, amparados en un secreto a voces que podemos definir como "la maximización del rendimiento". Sus pitchers se adelantan al pensamiento táctico del bateador. Sus corredores exprimen cada lance (Alexei Bell lo sabe). Y con el madero nunca tratan de "imponerse" al lanzamiento: si es afuera, lo empujan; si es adentro, lo halan; si es al centro... si es al centro, sencilla y llanamente, lo masacran.

Cuba no hizo un mal partido, pero cedió frente a un elenco que la aventaja en, cuando menos, concentración y técnica. Hubo realce para la faena de Leandro Martínez, brutal contra los zurdos, y también para el más sosegado Ismel Jiménez. José Dariel -el cuarto bate natural de este país- estuvo a punto de burlar la barda, y el segundo turno del line up conservó la categoría de Vacante.

Cierro con un elogio a Koji Yamamoto. Sin refugiarse en lamentables misterios infundados, el manager asiático anunció desde hace rato a sus dos abridores para el tope, y advirtió que a los cubanos los lastiman el pitcheo pegado y los siniestros. Fue una guerra avisada, y la ganó. Yo, desde esta tribuna, le mando un aplauso por esa lección de transparencia y fe en sus fuerzas.