El fútbol olímpico no es de los grandes espectáculos de las citas estivales, pero esta vez tiene una gran cantidad de motivos para ser uno de los platos fuertes de Londres. Los próximos párrafos estarán dedicados a explicarlo...
Uruguay volverá después de 84 años a unos Juegos Olímpicos, pues su última participación fue en Ámsterdam 1928, donde ganaron el oro, al igual que en París 1924. Egidio Arévalo Ríos, Luis Suárez y Edison Cavani (llama la atención la ausencia de Diego Forlán, un veterano que no se encuentra en su mejor nivel, pero que es baluarte del vestuario) son los tres jugadores mayores de 23 años convocados a la celeste. Los charrúas estarán en el grupo A junto a Senegal y Emiratos Árabes Unidos, dos equipos debutantes y con pocas papeletas para pasar de ronda, y Gran Bretaña, comandada por Ryan Giggs y con aspiraciones al título.
Craig Bellamy y Micah Richards, delantero del Liverpool y defensa del Manchester City, respectivamente, completan la tríada de experimentados junto al incombustible de los Red Devils. La ausencia de David Beckham, uno de los principales promotores de las Olimpiadas, y de Gareth Bale, debido a una lesión, son las bajas más notorias. Esta selección británica se creó con el único objetivo de participar en Londres, otro motivo para tener el ojo en el fútbol: ¿Quién sabe cuándo volveremos a ver un equipo único en un evento de primer nivel?
La gran ausencia será Argentina, la campeona de Atenas y Beijing, que no podrá defender su título, ni Lionel Messi encantar al mundo con su juego.
México, en el grupo B, es un equipo con buenos resultados en categorías inferiores, pero que nunca ha logrado cuajar una buena selección. Aun así, creo que clasificarán sin problemas. Los jugadores más conocidos de la tricolor son Carlos Salcido y Giovanni dos Santos, aunque en el equipo figuran varios prospectos que han mostrado talento en la liga mexicana.
Gabón también estará en esta llave, otro equipo debutante y con pocas posibilidades de avanzar. No pretendo menospreciar a los equipos africanos pues pueden dar una sorpresa, y a nadie debería extrañar que de pronto aparezca una generación como la de Nigeria en Atlanta 1996 y le complique la vida a más de una selección de primer nivel.
Corea del Sur y Suiza son los otros dos equipos del grupo. Los asiáticos contarán con Park Chu-Young, recién fichado por el Arsenal, y con Jung Sung-Ryong, guardameta de la selección nacional. Me decanto por los coreanos, su fútbol vertical y frenético tiene más posibilidades, en mi opinión, que el cerrojo suizo.
La llave C tendrá a otro gran favorito: Brasil, que otra vez buscará obtener su primer oro olímpico. En la primera ronda enfrentará a rivales inferiores y su principal contrincante será Egipto, quien quizás se lleve el segundo cupo para avanzar a cuartos a expensas de Bielorrusia y Nueva Zelanda, que completan el cuarteto.
Mano Menezes convocó un equipo de élite donde resaltan monstruos como Neymar, estrella del Santos; Thiago, nuevo fichaje del Paris Saint Germain; y Marcelo, uno de los soldados de Mourinho en el Madrid. Junto a ellos estarán otros jugadores de primer nivel: Pato (A.C. Milán), Rafael (Manchester United) o Hulk (Porto), entre otros. La verdad, los 18 jugadores de Brasil son de primer nivel.
En el último grupo estará la fragante campeona del mundo, cuya convocatoria es de espanto: De Gea, Jordi Alba, Javi Martínez, Ander Herrera, Oriol Romeu, Isco, Mata, Muniain, Adrián, Tello... Para qué seguir. Es la escuadra favorita, y de conseguir el oro olímpico, se cerraría un ciclo dorado para el fútbol español.
Japón, Honduras y Marruecos lucharán por el otro boleto a cuartos de final. Los nipones de seguro serán el otro equipo clasificado, a pesar de no convocar a ninguna de sus principales cartas, como Shinji Kagawa o Keisuke Honda.
En el fútbol femenino, los equipos más fuertes se encuentran en diferentes grupos: Brasil, Japón y Estados Unidos.
Es válido recordar que las chicas de la tierra del Sol Naciente (qué kitsch suena) son las campeonas del mundo, y no por azar, pues vencieron a las norteñas en la final luego de derrotar a alemanas (la gran ausencia de esta cita) y a las suecas (a las cuales volverán a enfrentar en la grupo B).
El 25 de julio comienza la rama femenina, y el 26 el torneo masculino.