Cubadebate

Torres (delante) tendrá que tirar fuerte de la canoa antillana.

En Cuba se habla de canotaje y tres nombres acuden a la mente en cuestiones de segundos. Se trata de los subcampeones olímpicos y medallistas universales Ibrahím Rojas, Leobaldo Pereira y Ledis Frank Balceiro, quienes se combinaron desde el 2000 hasta el 2004 para ubicar a la canoa biplaza cubana en la élite universal.El legado lo recogieron Serguey Torres y Karel Aguilar, quienes, sin embargo, quedaron por debajo de las expectativas en la pasada cita estival de Beijing, lo cual supone un notable reto en dicha especialidad durante los inminentes Juegos Olímpicos de Londres.

En la capital británica, Serguey Torres tendrá las riendas de la canoa, esta vez escoltado por José Carlos Bulnes, joven de 22 años campeón mundial juvenil en el 2007. Su inclusión para integrar la dupla cubana responde a mejores resultados en los pertinentes controles realizados en aguas cubanas, en los que superó en cronos a Karel, quien por su experiencia se suponía debía acompañar a Serguey en el circuito Eton Torney, sede de la competencia bajo los cinco aros.

Sin dudas, apostar por Bulnes se antoja arriesgado, máxime si tenemos en cuenta que el acople en esta prueba no se logra de la noche a la mañana, se precisa del trabajo conjunto de años, algo de lo que adolece el bisoño habanero, sin obviar el escaso roce con la élite de la modalidad, curtida en mil batallas al más alto nivel.

En su primer modelaje competitivo de contundencia, el dueto ancló octavo a las distancias de 500 y mil metros, en la discusión de medallas de la tradicional Copa del Mundo de Poznan, Polonia, donde pudieron corroborar el poder de Alemania, Bielorrusia, Polonia, Canadá, China, Ucrania y Uzbequistán, además de Eslovaquia y Hungría.

Por su parte, el kayak presenta aún más remotas opciones, amén de una preparación netamente interna, sin intercambio ni conocimiento alguno con los principales contrarios y los escenarios europeos, donde se desarrollan las regatas de mayor rango a nivel global.

El habanero Jorge García (K-1 1000 metros) asoma, tal vez, como la mejor apuesta y tiene como aval más importante el par de títulos conquistados en los Panamericanos de Guadalajara, poca cosa (sin demeritar) comparado con el extenso palmarés de sus contrincantes en Londres.

Además de este hándicap, García enfrentará una particular batalla para sostener un ritmo fuerte en cada paletada, precisamente una de las deficiencias anotadas por los entrenadores. "Ha nadado distancias largas, además de correr en la arena cronometrándole tramos de dos, cuatro y ocho kilómetros", reseñó el preparador Evidio González.

Mientras, en la rama femenina el reto se presume considerable para Darisleydis Amador (K-2 200 y 500 metros) y la dupla del K-2 a 500 metros de Dayexi Grandela y Yulitza Meneses, las cuales intentarán poner en práctica toda la intensidad que las caracteriza en pruebas relampagueantes, prácticamente sin margen a la equivocación.