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Londres 2012: Mucha lucha para pocas medallas

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Mijaín, candidato a todo.

La lucha cubana puede vanagloriarse de haber obtenido  al menos una medalla de oro en los cinco últimos Juegos Olímpicos, y de presentar entre sus clasificados a Londres a Mijaín López, uno de los mejores exponentes de la historia libra por libra. Con estos avales llegarán  nuestros 12 gladiadores a la capital británica en busca  de continuar esa seguidilla y mejorar la actuación de Beijing.

La buena nueva de la comitiva es la presencia de la campeona panamericana Katherine  Videaux. La holguinera  constituye nuestra primera fémina en eventos de cinco aros, y el haber derrotado a la norteamericana Elena Pirozhkova,  subtitular del orbe en el 2010, le brinda créditos a la hora de luchar por medallas. Además, ha ido aumentando paulatinamente su nivel desde su ingreso a la lucha proveniente del judo. Entre los gruesos escollos que encontrará están la japonesa Icho Kaori y la húngara Marianna Sastin, oro y plata del mundial 2011, respectivamente.

LA GRECO, EN UN CRUCIGRAMA "CLÁSICO"

Pocas dudas existen en que la lucha grecorromana mantiene como en Beijing una de las reales posibilidades de títulos para Cuba. Esta vez la más segura. Pues el nombre Mijaín y el apellido López dicen mucho en el ámbito de los tackles  y los desbalances. El cuatro veces campeón a nivel planetario y actual rey olímpico debe tener solo dos escollos para retener su corona en los 120kg. El primero será superar la oposición del turco Riza Kayaalp, quien lo derrotó el pasado año; el segundo, comprender nuevamente que aún lo tiene todo para ser el rey.

Otros lo secundan en el plantel. Pablo Shorey, dos veces medallista del orbe, tiene posibilidades de subir al podio en la cercana justa. Oriundo de Camagüey, nuestro representante de los 84 kg ha combatido durante todo este ciclo con los mejores de su peso. Victorias y derrotas contra ellos lo anteceden, pero tiene la experiencia y la maestría suficiente para dar el alegrón de una buena actuación en la cita estival.

Pedro Isaac también posee su historia. Medallista de bronce en los campeonatos mundiales de Dinamarca 2009 y Estambul, el pasado año, es uno de los fuertes candidatos al cuadro de semifinalistas en los 66kg. Fuerza, rapidez y depurada técnica son algunos elementos positivos a su favor. Pero muchos puntos tendrá que marcar en el Centro de Convenciones Excel, pues su división se presenta como una de las más parejas.  

Además competirá Yunior Estrada (96 kg), gladiador de buenas actuaciones en competencias de nivel y con experiencia olímpica, ahora en un peso superior (anteriormente lo hacía en 84). El floridano pugnará en busca de dejar no solo una buena imagen, sino dar un salto definitivo en su extensa carrera.

De los demás concursantes antillanos en el estilo clásico no hay mucho que destacar. Sus mayores resultados han llegado en eventos panamericanos esencialmente. Son los casos del pequeño y fogoso Gustavo Balart (55kg) y Jorgisbel Álvarez (74kg), ambos campeones de los juegos continentales pasados; mientras que el bronceado en esa cita, Hansel Meoque (60 kg), califica como el de menos caché del grupo.

LA LIBRE TIENE UN STOP

Menos calibre que su prima hermana exhibe el estilo más dinámico y veleidoso de la lucha. Hace par de años poseíamos gladiadores de mayor rango, pero la realidad ha cambiado de modo radical. A días de Londres, toda una prueba de fuego, marcharán solo cuatro, y todos ellos con ínfimas posibilidades de festejar.

Solo Liván López (66 kg), bronce en la cita planetaria de Estambul, conserva un sitio privilegiado en su división. Aunque deberá sudar y forcejear bastante para obtener un resultado feliz.

Peor es la situación de Yowlys Bonne (60 kg), Humberto Arencibia (84 kg) y Javier Cortina (96 kg), quienes darán batalla, avanzarán en el organigrama, pero sus divisiones las dominan atletas que están por encima de sus reales posibilidades.

Lo cierto es que el Centro Excel albergará una armada cubana con deseos de triunfos, pero que dista de grupos de antaño en cuanto a títulos y respeto de sus contrincantes. No obstante, Mijaín debe poner a escuchar nuestro himno, y otros intentarán poner la enseña en alguna de las astas, aun cuando no sea en la más alta.