Los Tigres, camino al Latino. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Todo quedó entre fieras. Leones y Tigres se clasificaron anoche para el duelo por el trono de la Serie Nacional, luego de desprenderse con autoridad de Cocodrilos y Alazanes, respectivamente. El domingo en la tarde, el Latino será manicomio (perdón, escenario) del primer partido. Vámonos, pues, con los highlights...
Ciego-Granma, espantoso: Poco debo decir de este play off, como no sea que los Tigres no tienen la culpa de lo sucedido. Sí, ya sé que ahora van a aparecer los eternos defensores de lo indefendible, alegando que Granma lleva dos temporadas en semifinales. Y es cierto. Lo que ocurre es que ello no es más que la prueba suprema de que nuestro campeonato doméstico va en retroceso. Los números del enfrentamiento hablan por sí solos: los Alazanes soportaron unas diez carreras y más de trece hits por juego, y para colmo cometieron cerca de dos pifias por encuentro. La serie (¿match boxístico?) presenció un nocao, un supernocao y hasta un casi nocao, y acabó por sacar a relucir, más que las virtudes avileñas -que son varias- las deficiencias de un grupo diestro con el madero, pero torpe con el guante, sin rumbo con las piernas, atrasado en cuestiones de táctica e incapaz de moderar sus estados de ánimo en bien del colectivo. Hace una semana, auguré en este espacio: "La manada corretea dispersa, a merced de las fieras. Así, tarde o temprano se la comen". Ahí lo tienen.
Romero, mágico: Parecía que el inning de apertura sería copia al calco de su antecesor. Esto es, Rudy pegó jonrón de dos carreras, y enseguida Matanzas cayó como enjambre sobre el descontrolado abridor de los azules. Pero hubo una variante en el guión: esta vez Vargas no tuvo paciencia y reemplazó enseguida a Darwin (por enésima vez se corrobora una fórmula que vale por igual al béisbol y a la vida: pecar por exceso siempre es más provechoso que hacerlo por defecto). Forzado a correr riesgos, el manager de los Leones apeló a un relevista intermedio, Romero, cuando aún no aparecía un out en el capítulo inicial y había dos cocodrilos en las bases. El milagro empezó a obrarse de inmediato: Romero firmó un escón de ponches a costa de la tanda gruesa yumurina, y a partir de ese instante "caminó" sin problemas con rectas pegadas, curvas lentas y sliders a la altura del tobillo. No aflojó. El alquizareño nunca evidenció el cansancio previsible -más de cien lanzamientos "revientan" a cualquier apagafuegos- y en el octavo se gastó el alarde de reclamar su permanencia en el montículo. No tengo la más mínima duda: Romero era el único pitcher del bullpen azul que podía hacer la hombrada. Fatalmente para los matanceros, la hizo, y presentó su candidatura para ocupar un puesto en la rotación abridora del equipo. Lo merece.
Miscelánea: Un zurdo bueno, ya se sabe, es mortífero para los derechos laterales. Por eso Urgellés empuñó contra Jorge Martínez. Lo que ocurre es que el "14" debió estar como titular en el line up, de manera que el equipo no perdiera tempranamente los servicios de Yasmani Tomás. De otra parte, volvió a impresionarme el poderoso swing de Yadiel Hernández, quien -eso sí- debe aprender a jugar con el score y no intentar correr más que Mizuno. Por último, aclaro que cuando dije que Matanzas era un equipo "multi-territorial", no pretendía demeritar en modo alguno su ejercicio beisbolero. Por el contrario, en reiteradas ocasiones me he declarado partidario de que los peloteros puedan vestir la camiseta de cualquier provincia. Como Alfredo Despaigne, un santiaguero, la de Granma. O como el cienfueguero Carlos Yanes, que tantísima gloria le reportó a la Isla.
VM32, sin réquiem: Alguna vez me premiaron una crónica que se llamó Réquiem por Víctor, en la cual rendía tributo al esfuerzo del entonces manager villaclareño frente a un Industriales que lo superó de punta a cabo. Ahora no. Ahora toca un aplauso, una palmada de ánimo, un "gracias Víctor Mesa", por gritar a los cinco vientos que se pueden ganar muchas batallas con una tropa acostumbrada a la derrota. No te vayas, campeón, que la Serie precisa de tipos como tú. Desmesurados, pero diferentes.
Lección de play off: Previo al jueves, industrialistas y antiindustrialistas se liaron en un largo debate con respecto a la inhabilitación de Odrisamer Despaigne. Los primeros censuraban a Vargas y casi daban por perdido el campeonato. Los segundos gozaban con la aflicción de los primeros. Ante todo, reitero lo dicho: renunciar a Despaigne para el séptimo juego fue un oscuro movimiento estratégico. Pero -siempre hay un "pero"- eso no significaba que a Industriales se le hubiera terminado el play off. A fin de cuentas, el choque crucial (como todos los otros) comenzaba 0-0, de modo que era cuestión de hacer borrón y cuenta nueva. ¿Que Matanzas sí podría disponer de Jorge Alberto Martínez? Aceptado, pero a pitchers inclusive mejores hay que saber ganarles cuando se quiere ir hasta el cielo. Grande es grande, aunque tenga catarro y llueva a cántaros.