Yadiel, cargado por Víctor. Foto: José L. Anaya.
Se preveía un partido tenso, y lo fue, aunque solo durante cuatro entradas. Se esperaba que el poder de Industriales chocara con el tacto matancero, y sucedió al revés. Esto es, que anoche los Cocodrilos se volvieron sluggers, despacharon cuatro jonrones por la banda izquierda y empataron su play off con los Leones. Hoy se decide todo...
Benavides, látigo: Había una vibra extraña, pero de todos modos, el choque discurría bajo la égida del equilibrio. Pavel Pino avanzaba -desconcertado a ratos, pero avanzaba-, y ya había metido la quinta entrada en par de outs. Entonces, con Heredia en primera, el super veterano Benavides largó un doblete sólido por la raya del left field, Matanzas se fue arriba en el score, y el mando azul determinó la salida monticular del zurdo. Después... después llegó la fiesta, los yumurinos fabricaron tres carreras más en ese inning, y otras tres en el sexto. Suficiente. Y todo gracias a la mecha encendida por este santiaguero, uno de los legionarios que Víctor convocó para armar su equipo multi-territorial. Benavides, retirado desde el año 2006, volvió a ponerse los spikes y ahora mismo es el tercer "palo" de la escuadra, con desaforado promedio de .500 (11 en 22) ante el pitcheo industrialista. A todas luces, todavía se acuerda de que él militó en La Aplanadora...
Yadiel, cañonero: El ex pelotari se ha convertido en pelotero. Hace bien su trabajo en los jardines, dispone de un buen brazo, y le pega contundentemente a la Mizuno. Sobre todo cuando los serpentineros oponentes se empeñan en lanzarle en la esquina de afuera, que es donde más le gusta para firmar cuadrangulares. Dos veces superó las bardas este miércoles, una de ellas ante el zurdo, y pudo mejorar su rendimiento si no hubiera pecado -él o la dirección de la novena- de conservadurismo. Es un viejo problema de nuestra pelota: con dos compañeros a bordo, Yadiel llegó a la cuenta de tres bolas sin strike, y seguidamente vio (dejó) pasar dos manjares por el centro de la goma. Un instante después, se ponchó persiguiendo un rompimiento. Inconcebible.
Detalles, solo detalles: Dos veces consecutivas le ha fallado a Matanzas su cerrador de la etapa regular, Félix Fuentes. Aunque si hablamos de salidas infructuosas, la de Rendón no pudo ser peor: dos bases, dos jonrones y un solitario out... logrado sobre una conexión fildeada junto a los 400 pies. Por otra parte, me pareció que Vargas demoró mucho a Rendón, pero en cambio apuró la sustitución de Pino, máxime si su reemplazante iba a ser un novato (a este muchacho, Mena, le sucedieron luego los también debutantes Iglesias y Armenteros). Y, dicho sea de paso, la lesión de Frank Camilo reforzará hoy el calibre ofensivo de Industriales -toda vez que entra Correa en el line up-, pero dará pie a que la dirección yumurina ensaye en varias ocasiones la jugada de robo de bases.
Caravana: Un magnífico manager latino, Luis Dorante, apostilló que "el manejo del pitcheo es lo más importante en un juego de pelota". A Víctor le falló su abridor, y puso a desfilar a otros ocho monticulistas por el volcán de los martirios del Victoria. Sin embargo, él sabía lo que buscaba con cada uno de ellos: ido tempranamente Yera, trató de caminar lo más posible con Maykel Martínez, lo relevó con el siniestro Borges para sacar un out, y enseguida dispuso de Joel Suárez para que llevara el desafío hasta el último segmento. Allá llegó con ventaja abundante, pero no se confió: para un inning y un tercio, echó mano de cinco lanzadores. "Para eso los tengo en el staff", pensará Víctor.