Cubadebate

Brooke Harris, 26 años de edad y maestra de inglés del octavo grado en la Academy for Excellence Middle School de la ciudad de Pontiac, en Michigan, que en los últimos tres años, en dos ocasiones fue elegida «Maestra del Año» de la escuela, ha sido despedida sin más ni más. Su delito tiene que ver con un asesinato ocurrido Sanford, en el extremo sur de su país, exactamente en el estado de la Florida el pasado 26 de febrero.

No, no, no, la profesora no es cómplice del crimen cometido por el vigilante voluntario George Zimmerman contra el adolescente negro Trayvon Martin, todo lo contrario, la educadora simplemente ayudó a sus alumnos a recaudar fondos para la familia del muchacho, en lucha para que el asesinato sea esclarecido y el victimario detenido y procesado.

En la escuela media de Pontiac, las cosas fluían sencillamente, habían visto la muerte de Trayvon, muchos de los alumnos estaban energizados y políticamente motivados, así lo percibió la maestra, según relata la publicación digital Common Dreams, así que Brooke Harris consideró que el momento era oportuno para enseñarles cómo se planifica una recogida de fondos. La propuesta: cada estudiante donaría un dólar para una enguatada con capucha como la que usaba Trayvon cuando lo balearon... Pero la superintendente del centro escolar, Jacqueline Cassell, no aprobó la iniciativa a pesar de que en otras ocasiones había dado el visto bueno a similares proyectos de vestimenta. Se escuchó el primer tiro en Pontiac.

El grupo estudiantil con su maestra al frente decidió explicarle personalmente sus intenciones a la funcionaria. Respuesta de la Cassell: suspendió a Brooke por dos días, le pagaba por enseñar, no por ser activista, dijo. Segundo disparo en Pontiac.
Detroit Free Press reportó que los dos días se transformaron en dos semanas con suspensión de salario cuando la profesora, luego de intentar explicar y defenderse sin éxito, se detuvo en una feria literaria extracurricular -que ella había organizado previamente- para recoger los premios -comprados con su propio dinero-de algunos estudiantes cuyos padres no habían podido asistir al evento. Tercer disparo en Pontiac: insubordinación, dijeron.

Pero todavía faltaba el tiro de gracia a Brooke Harris. Cuando le solicitó a la Cassell que le aclarara cuál había sido su transgresión original para aprender de su error, la superintendente la despidió.

Por supuesto que el guirigay está formado en la Pontiac Academy for Excellence Middle School, y por extensión en la comunidad. Ya el Southern Poverty Law Center (SPLC) -un grupo nacional de defensa de los derechos civiles- planificó un mitin de protesta para exigir la reposición de la joven educadora, preocupado porque su despido puede crear un clima de miedo entre el profesorado que tema poner su carrera en riesgo si emplean los acontecimientos de la actualidad para involucrar a sus alumnos a las clases.

También Detroit Free Press aseguró que puede firmarse una petición online con ese propósito de reintegrar a la maestra.

Jerri Katzerman, subdirector legal del SPLC dijo a la prensa: «¿Qué clase de mensaje se les envía a los muchachos cuando su maestra es despedida por ayudarlos a entender el mundo que los rodea?»

Las fuerzas de la razón se reagrupan y puede que los alumnos de Brooke Harris estén aprendiendo que hay muchas maneras de fusilamiento en Estados Unidos, y también cómo deben emprender la búsqueda de la justicia...