Gianlugi Buffon
Fin de semana movido en el mundo del fútbol. Ryan Giggs celebra su partido 900 en el Manchester United con un gol en el descuento (e l 1-2 ante el Norwich) que permite a su equipo seguir en la lucha por la Premier League. El Manchester City, actual líder de la liga inglesa, sigue sumando puntos con goleadas y se mantiene dos unidades por encima de los "red devils"; ya han perforada las redes 67 ocasiones en lo que va de temporada, una menos que el Barcelona. Por cierto, los catalanes vencieron al Atlético de Madrid este fin de semana gracias a una genialidad de Messi.
Pedro se inventó una falta en el borde del área y mientras los colchoneros colocaban la barrera, Lionel disparó ante el asombro de todos y el balón se coló por la escuadra ante la mirada desesperada del guardameta rojiblanco. Xavi y el argentino parecían dos conspiradores antes del gol, con las manos se tapaban los labios y supongo, el español preguntaba al de la colección de balones de oro: "¿Tú pediste la barrera?" "Yo no, ¿tú tampoco?" "No, yo tampoco. Jeje, tírala al segundo palo, que Cuortois está poniendo la barrera" "Mirá como la cuelo pibe". No sé cuál será la onomatopeya para el pateo del balón, pero de seguro ese fue el final de la conversación. Hasta el "cholo" Simeone reconoció la genialidad de su compatriota. Gracias a esto el Barcelona sigue a 10 puntos del Madrid.
Los merengues sufrieron de lo lindo para llevarse el encuentro en Vallecas. Mourinho fue cauteloso en la rueda de prensa antes del encuentro, advirtiendo de la peligrosidad del partido contra el Rayo Vallecano, y no se equivocó. Un "taconazo" de CR7 salvó a los blancos y les asegura prácticamente el título de Liga. Ese fue el primer disparo a puerta del Madrid: minuto 54 y a Cristiano no se le ocurre nada mejor que pegarle de taco y soltar un auténtico misil entre las piernas de sus rivales. Como diría un culé, la suerte de campeones estuvo con ellos.
Aún queda más. En Italia, el Napoli prolongó las desgracias del Inter de Milán con un gol del "Pocho" Lavezzi, triste la situación de los pupilos de Claudio Ranieri, quienes andan por el séptimo escaño en la tabla del Catenaccio. Por su parte, el Napoli sube al quinto puesto, pero se mantiene a cinco puntos de Champions. Pero nada de lo anteriormente dicho fue de lo mejor de la jornada futbolera este fin de semana. De escándalo el partido en el Giusseppe Meazza en el duelo de los dos equipos punteros de la liga italiana. El A.C. Milán se adelantó en el marcador gracias a un gol de Nocerino al cumplirse el primer cuarto de hora y luego Muntari marcó el segundo para los de casa, pero el tanto no subió al marcador.
Buffon realizó una primera parada espectacular y luego una segunda genialidad. El meta italiano atajó con toda la naturalidad del mundo un balón dentro de su portería y continuó el juego como si nada ante la mirada estupefacta de los jugadores "rossoneros". Y casi cae un gol en ese contraataque para los de la "Vecchia Signora". Parecía un chiste, el portero tenía casi más de medio cuerpo dentro de las redes y ninguno de los árbitros cantó el gol, ni siquiera el linier, quien se ve claramente en línea con la portería de la Juve. Al final, empate a un gol gracias a un tanto de Matri faltando siete minutos para el final.
Acciones como esta son las que llevan a pensar que el fútbol necesita de la tecnología para evitar injusticias. También hubo un gol anulado a Matri por un offside inexistente, y en cada jornada vemos varios errores arbitrales. En esta ocasión fue demasiado, pero eso es lo bello del fútbol, la polémica que puede generar incluso un mes después. Si la Juventus de Turín termina campeona este año por un punto, la hinchada del Milán recordará este partido y declarará que le robaron el Scudetto. En mi opinión, si desean evitar estos problemas, coloquen un árbitro en la línea de gol, pero ni repeticiones ni tecnologías que salven las querellas. ¿Se imaginan un balón que pite o se ponga rojo tras cruzar la línea de gol? Adiós a las discusiones, y adiós a la pasión del fútbol.