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Mireya Moscoso caza la plata de los terroristas (I)

Posada Carriles y Mireya MoscosoLos terroristas de Miami contra Panamá

El 17 de noviembre del año 2000, el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, denunció en Panamá la conjura urdida por un grupo de terroristas internacionales radicados en Estados Unidos, para ejecutar un acto terrorista que produciría, sin dudas, numerosas victimas, entre ellas el entonces Presidente cubano. Este no fue un hecho aislado preparado por los terroristas por primera vez en la geografía panameña.

Estudios realizados, documentos secretos de agencias gubernamentales norteamericanas desclasificados, demuestran cómo Panamá ha sido un escenario donde los terroristas han realizado más de cuarenta actos criminales que han afectado los intereses cubanos, panameños y de otros países.

La primera referencia es el testimonio dado en abril de 1961 por el contrarrevolucionario cubano Manuel Artime Buesa, quien fuera después jefe civil de la derrotada invasión de Playa Girón, cuando realizó un periplo por América Central en 1960 en busca de apoyo económico y político. Una de sus escalas fue en Panamá adonde llegó procedente de Costa Rica. Allí estableció contactos con miembros del aún en formación Movimiento Demócrata Cristiano, quienes le facilitaron nombres y accesos a los medios de comunicación para difundir sus diatribas contra la Revolución cubana.

Los primeros actos realizados en Panamá por terroristas procedentes de Miami, datan de hace más de medio siglo. En 1961 ejecutaron trece actos de terror contra intereses de Cuba en la capital panameña. Colocaron bombas en su Embajada, su fachada fue reiteradamente manchada de pintura roja, sus funcionarios fueron agredidos, en los jardines de la representación cubana estallaron artefactos incendiarios, todo esto causó lesiones a representantes cubanos y cuantiosos daños materiales en ese año.

El 23 de febrero de 1968, resultaron lesionados Plácido Somoano, jefe de la delegación cubana a la VIII Conferencia Internacional de Seguridad Social, y el panameño Manuel Alba, delegado de la Seguridad Social de Panamá, quien los acompañaba, cuando se encontraban en el restaurante Capri, frente al hotel El Panamá, sede de dicha conferencia.

En igual fecha fue detenido el también miembro de esa Delegación cubana José A. González Marrero, funcionario de la Dirección de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, quien fue secuestrado, interrogado y deportado del país.

El 13 de febrero de 1971 el entonces general Omar Torrijos Herrera denunció un plan de la Agencia Central de Inteligencia contra su vida, con la participación de oficiales panameños complotados con el coronel Amado Sanjur, y un grupo de terroristas anti cubanos residentes en Miami. Al año siguiente el ya mencionado Artime Buesa estuvo involucrado en un plan similar contra la vida del general Torrijos Herrera.

El 12 de octubre de 1974 la organización terrorista Acción Cubana de emigrados cubanos dirigida por Orlando Bosch Ávila y Gaspar Jiménez Escobedo colocó una potente bomba en la Embajada de Panamá en Caracas, en represalia por los esfuerzos del entonces gobierno de Panamá para reintegrar a Cuba al seno de la OEA.

El 27 de marzo de 1975 una bomba rompió los vidrios de las ventanas de la oficina de turismo de Panamá en Los Ángeles, California. Este acto terrorista se lo acreditó una organización terrorista de cubanos radicados en Miami.

Para validar estas informaciones se consultó el informe del FBI 105-304390, remitido por la oficina de esa entidad en Miami a su director en Washington, el 16 de agosto de 1978, se encontró el seguimiento que dio el Buró Federal de Estados Unidos a las actividades de la Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU) desde su creación el 11 de junio de 1976. En el informe se significaba que su principal figura era Bosch Ávila había llegado a Caracas, Venezuela, procedente de República Dominicana el 8 de septiembre de ese año y se reunió con principales jefes de la Seguridad del entonces presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, entre ellos Luis Posada Carriles, Orlando García Vázquez y Ricardo Morales Navarrete. Posada y Morales eran operativos de la DISIP y García Vázquez jefe de la seguridad presidencial, todos de origen cubano.

Le indicaron no realizar terrorismo dentro de Venezuela. Bosch lo prometió, pero aseguró que sí los ejecutaría en Panamá, donde su grupo continuaría actuando. El argumento para atentar contra intereses panameños era que el gobierno del general Omar Torrijos había restablecido relaciones diplomáticas con Cuba el 22 de agosto de 1974, realizado una visita oficial a la Isla entre el 10 y el 15 de enero de 1976 y firmado acuerdos bilaterales de mutuo interés. Por esos motivos Panamá se convirtió en un blanco de los actos de terror de esos grupos.

Este fue el antecedente y sólo el inicio de la escalada criminal ejecutada por los mismos terroristas, que Mireya Moscoso indultó en el 2004 y hoy los vindica al exhibirse con ellos en Miami.

Continuará...