La situación es la siguiente:
-Hoy en la tarde los Tigres devoraron a los Cazadores ocho mordidas por un disparo y pegaron tres zarpazos de cuatro esquinas, par de ellos a la cuenta del felino mayor: Yoelvis "Sandokan" Fiss.
-Las Naranjas del centro evadieron la mordida de los Cachorros, y en apretado duelo entre los líderes del este, lograron llevarse el éxito dos carreras por una.
-En interesante e inusitado enfrentamiento, los Cocodrilos mordieron la trompa de los Elefantes en cuatro ocasiones, y con eso les fue suficiente, pues los paquidermos, con su símbolo de camarones y todo, no pudieron fabricar más que dos.
-Entre humo, aullidos y oleadas de tsunami, los Pativerdes vencieron a los Alazanes por partida doble y tomaran revancha de la cabalgata de anoche.
-En apenas siete capítulos, las Avispas indómitas neutralizaron a los Leñadores trece aguijonazos por cero. La ponzoña certera de Danny Betancourt neutralizó el filo de las hachas, temibles a lo largo de la campaña por su despiadada ofensiva.
-En el Tinajón inmenso del Cándido González, los indios del Guaso pensaron que podrían aplacar la sed, pero se fueron de bruces y cayeron en el doble juego celebrado este tarde: siete carreras por cinco y ocho por cuatro.
-Los otros duelos de la jornada: Leones vs Gallos y Guerreros vs Toronjeros, se vieron suspendidos a causa de la lluvia.
Entonces, ¿cómo lograr adeptos? ¿Quién que no le interese la pelota puede sentirse atraído y desentrañar un discurso de tanta complejidad semiológica y postacumulativa?. A mí, mientras tanto, no me van quedando dudas. Ni folclor, ni colorido, ni mascotas. Entre tantos logotipos sin razón y sobrenombres eventuales, nos quieren convertir la serie nacional en un zoológico.