- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

¿Quién está perdido?

Por: Luis E. López Domínguez

Ya de pequeños, somos cómplices de cada batalla. Tras páginas y anécdotas revivimos momentos inolvidables que nos hacen sentir personajes de un gran libro de Historia. Y esa enseñanza, inculcada en los corazones, es solo una de las razones para amar esta causa.

Desde los lejanos tiempos de la esclavitud y la colonia, el desafío de los mambises blandiendo machetes contra bayonetas y balas... Mella, Villena y Guiteras esgrimiendo versos, discursos y luchas... el Moncada... luego esa gran travesía por el mar en el yate Granma..., la batalla de ideas..., el tesón de un pueblo..., la juventud ha sido siempre el eslabón principal, a través de los años, de una Cuba libre de sujeción.

¿Y qué hay de los jóvenes de esta época? ¿Acaso puede colgárseles el recurrente y manoseado cartel de "perdidos" a todos? Ese epíteto transita descuidado a diferentes criterios. Muchos juzgan una y otra vez sin percatarse del contraste existente entre una sociedad y otra. ¿Se ignora totalmente la diferencia de épocas, generaciones y aspiraciones?
Las conquistas y logros sociales fueron impulsados por aquella juventud cuyas metas permanecían aún por alcanzar: Ver a dos compañeros de diferentes procedencias sociales juntos por una misma causa. La maestra que guía a sus pequeños por caminos desconocidos. Un galeno que combate contra la muerte... Son ejemplos de esa ya cumplida, con creces, motivación.

La vida transcurre y los anhelos se transforman. La entrada a nuestro país de tecnologías, marcas, culturas... influyó a generaciones actuales en la forma de pensar y ver la cotidianidad. Los frutos alcanzados a través de la historia, pasan a ser algo común, contemplado como derecho de nacimiento.

Sería tonto tratar de esconder las "prioridades" de algunos jóvenes. ¿Cuánto cuesta la entrada a esa discoteca? ¿Tiene cámara tu celular? ¿De qué marca es el jean, tenis, pulóver...? ¿Terminaste con la jeva? ¡Mi memoria es de 16 gb!... Entonces llegan las miradas, los comentarios y la frase: "La juventud está perdida".

Bueno, vivimos épocas diferentes y cada quién tiene el derecho a luchar por sus deseos... o lo que consideran sus imprescindibles necesidades e, incluso, se sienten disminuidos si no logran exhibir el último toque de la moda.
Pero ¡cuidado! no todos entran en el mismo saco. Una gran parte de la juventud, se sienta tras una computadora y hace maravillas. Incluso, defienden las fronteras cibernéticas de nuestro país cuando tienen ese acceso. Muchos de esos discotequeros con peinados extravagantes, tatuajes, piercings, cejas y cuerpo afeitados, vestuario excéntrico, como muestra de irreverencia y desafío... son universitarios, Camilitos, estudiantes de la UCI o la Lenin, y saben comportarse a la altura de las circunstancias, ellos luchan desde esta nueva era que es la suya y desde otra óptica. Esas modas criticadas por "los mayores" más conservadores, olvidados por completo de que fueron censurados por otros en su etapa, son actuales formas de libre expresión, algo típico en cada período y que nos identifica a través del tiempo.

Ahora, de que existe una pequeña parte de la juventud ostentosa no cabe la menor duda. A estos si les funcionaría muy bien la frase. El especulador y exhibicionista que presume su baratija, aquel competidor en los grandes mercados de la pacotilla, el irresponsable que pone su vida en manos de un mal vicio, quien cree que estar a la moda es hablar lo más "enredado" posible, el que olvida el respeto hacia otro ser humano, el recostado... y dependiente de "papá", quienes equiparan felicidad espiritual con material y miden valores por el precio de las etiquetas.

Sí, existen los alocados que admiran, practican y promueven el modus operandi de la selva capitalista, pero también una mayor cantidad de jóvenes que creen en los pensamientos martianos: Mucha tienda, poca alma. Los valores inculcados o impuestos por una marca, no pueden ser el motivo de existencia de persona alguna.

La juventud no está perdida..., digamos que algunos han perdido el rumbo, pero eso es dilema eterno y ha existido en todas las etapas desde que el mundo es mundo. Vayamos a la esencia, ahí se encuentra la mayor cualidad del ser humano.

(Tomado de Tribuna de La Habana)