- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

Las revoluciones por venir

Mientras los fuegos de rebelión y resistencia se encienden en antiguas ciudades árabes, expertos norteamericanos (especialmente los de la variedad derechista) nos advierten de catástrofes urgentes: altos precios de la gasolina, y la idea que aterroriza en  proporciones casi histéricas -- ¡los islamistas!

Pero hay algo curioso sobre rebeliones y revoluciones: pueden empezar en una forma, pero nadie -Nadie!- sabe donde van a parar.  ¡Esa es la naturaleza de las revoluciones!

Parece que las voces de la clase de los expertos norteamericanos aparentemente han olvidado que los Fundadores de Estados Unidos, a quienes ellos gustan reverenciar y elogiar como los Profetas de la Libertad, fueron --vamos a decirlo--, revolucionarios que desafiaron (con un poco de ayuda y dinero de los franceses), al imperio más poderoso de su tiempo --el imperio británico.

La mera idea de tener una nación sin un rey era... revolucionaria.  Es por éso que cuando Francia tuvo su revolución, años después de la revolución norteamericana, las coronas de Europa se juntaron (en verdad, conspiraron!) para derrotar la revolución francesa y hacerla polvo.  Porque, en esos días, era común creer que los reyes y las reinas gobernaban por la voluntad de Dios: es la teoría de el derecho divino de los reyes.

Las revoluciones norteamericana, francesa y haitiana atacaron diréctamente esa teoría.

Abraham Lincoln, cuando era miembro del Congreso norteamericano, en 1848, dijo a sus compañeros congresistas:"Es una cualidad de las revoluciones no seguir ni las viejas formas de hacer las cosas, ni las viejas leyes; sino quebrar las viejas formas y las viejas leyes; y hacer nuevas formas y nuevas leyes."

Las fuerzas que están causando estragos en varios países de Africa del Norte y del Golfo Pérsico fueron contenidas por generaciones por poderosos gobiernos represivos y despiadados, muchos de los cuales han sido aliados incondicionales de Estados Unidos.  Las fuerzas desatadas en las recientes semanas amenazan con cambiar muchas de las  viejas relaciones y entendimientos, (si no la mayoría de ellas), que formaban las bases de lo que es la política norteamericana para el Medio Este.

¡Increíble! Ninguno de los "expertos" en la región, pocos académicos, y virtualmente ni una de las cabezas parlantes del cable y la televisión tuvo la menor idea de lo que iba a pasar, hasta que las compuertas se fueron abajo y la hirviente furia lo arrasó todo.

No tenemos una idea cuando ni donde esas fuerzas se van a disipar.  Pueden irradiar por años.  En verdad, esas fuerzas pueden infiltrarse en otras partes del mundo.

Esa es también la naturaleza de la revolución.