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La Brigada Médica Cubana llega a la Isla de Gonave

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Emiliano Mariscal, el autor de esta crónica, es médico argentino graduado en la Escuela Latinoamericana de Medicina. Integra la Brigada Médica Cubana en Haití.

Gonave

Gonave

Queridos míos:

La geografía de Haití contiene disímiles sitios que incluyen penínsulas, montañas, islas. A casi tres meses del inicio de la epidemia de cólera no existían reportes de casos de la enfermedad diagnosticados en la Gonavê, la más grande de sus islas. La dirección de la Brigada Médica Cubana (BMC) decidió enviar a un grupo a conocer la situación sanitaria de ese territorio. El sentido común nos decía que era difícil que en aquel territorio no existan casos, pues sus costas se encuentran frente a zonas de alta transmisión como Saint Marc, Arcahaie y con vínculos comerciales a través de sus puertos. La Isla Gonavê está formada por dos comunas,  Anse -à- Galets y Pointe a Raquette. Tiene 11 subcomunas.

Realizamos dos viajes. En el primero, exploramos la cuidad portuaria de Anse -à- Galets y la subcomuna de Universitè hacia al sur, en ambos lugares no hay transmisión de cólera hasta el momento. Sin embargo, muchas personas nos indicaban que en poblados costeros de la región norte del país, había enfermos de cólera y también, fallecidos. Luego de muchas gestiones y algunas trabas, logramos dirigirnos a la costa norte de la Isla Gonavê.

Durante todo el peregrinaje, nos dio la impresión de que había alguien detrás de los impedimentos, pues siempre ocurría del mismo modo: nos recibían atentos y hasta entusiasmados, pero luego venían trabas y justificaciones que invitaban a desistir de la empresa. Nos llamó la atención que, por ejemplo, la ONG World Vision nos dijera que no tenían posibilidad de facilitarnos un transporte, alegando justificaciones carentes de lógica.

Por fin, realizamos la primera exploración de la zona, gracias a la contribución de un sacerdote católico que simpatiza con Cuba. Esto originó una segunda comitiva, en un Jeep 4 x 4 de la BMC, donde viajaban un especialista en Epidemiología y personal experto en armar los Campamentos para el Tratamiento del Cólera -la BMC había levantado 21 hasta ese momento.

La travesía en el mar demoró 2 horas a bordo de una embarcación con vela y dos motores. Al llegar al puerto de Anse -à- Galets nos dirigimos a la zona en cuestión. Viajamos bordeando la costa siempre con el mar a la derecha y las montañas a la izquierda, recorriendo un camino llano en muy malas condiciones durante 2 horas. Avanzamos 41 kilómetros hasta Gros Mangles,  primer poblado afectado, cuyo dispensario atendió durante el mes de diciembre -30 de noviembre fue el primer caso- 103 pacientes, con 64 hospitalizados y 5 fallecidos.

El dispensario era atendido por personal de enfermería. No hay médicos. Los pacientes se hospitalizaban en un lugar inadecuado que carecía de espacio, iluminación e higiene. El otro dispensario de la zona se encuentra en La Source, poblado ubicado a 6 kilómetro del primero en dirección al norte, siempre bordeando la costa. Allí no tuvimos posibilidad de obtener mejores datos para el trabajo que teníamos por delante. Las enfermeras estaban tensas, evadían nuestras preguntas y se mostraban a la defensiva. Vimos una camioneta de World Vision -que son, según las autoridades sanitarias de la isla, quienes garantizan el funcionamiento de los dispensarios-. Habían estado antes en Gros Mangles y ya venían de regreso a Anse -à- Galets. Entonces, entendimos la actitud de las enfermeras y nos despedimos respetuosamente.

Después de La Source hay otro poblado, Pointe de Letanier, a 8 kilómetros en dirección al norte y bordeando la costa. Allí no hay dispensario. Avanzando en esa dirección descubrimos otros caseríos en las zonas montañosas contiguas a Pointe de Letanier, a los que se accede en burro o a pie. Los líderes de las comunidades afirman que hay 21 personas murieron por cólera durante el mes de diciembre.

¿Cómo son los poblados?

Van apareciendo a lo largo de la costa, con una extensión aproximada de 1 kilómetro. Las calles de tierra y piedra dividen al pueblo en dos. Las viviendas son precarias, construidas con guano, muchas de ellas con pencas de palmas tejidas, pisos de tierra, la mayoría sin letrinas. No hay agua potable. Algunas casuchas poseen pozos superficiales, de menos de 2 metros de profundidad con aguas salobres. Extraen de ellas el líquido para el consumo, aseo y elaboración de los alimentos. Los lugares son tranquilos y apacibles, habitados gente noble, tierna y respetuosa. Allí según cuentan sus pobladores no es habitual el robo ni la violencia. La actividad económica principal es la pesca, sustento de la mayoría de los habitantes. Existe en las zonas montañosas cultivos de pequeña escala de yuca y maní.  Llama la atención la cantidad de iglesias que tienen los poblados, tanto protestantes como católicas.

Cuba sitio de paso

Encontramos muchos pobladores que han estado en Maisí, el extremo más oriental de Cuba. Han arribado allí en precarias embarcaciones, cuando intentaban emigrar a los Estados Unidos. Uno de ellos, pescador de profesión, llamado Gerard, nos contó las peripecias de su aventura como inmigrante. Al llegar a la costa estadounidense, fue capturado por autoridades migratorias, quienes lo trasladaron a la ilegal base que Estados Unidos ocupa en Guantánamo. Allí estuvo varado durante cuatro meses. Pienso en la llamada Ley de Ajuste Cubano. Sin darme cuenta me pregunto en voz alta  por qué no aceptan al ciudadano de Haití. Uno de los compañeros responde con claridad meridiana:

Entre otras muchas cuestiones esenciales hay una sencilla: existen muchas posibilidades de que el ciudadano de Haití que arriba a costas norteamericanas no tenga instrucción, mientras que es casi seguro que el ciudadano cubano que lo hace -motivado por las facilidades que la misma confiere de ingreso, residencia y empleo- sea graduado universitario.

Salud de la población

La mayoría nunca ha tenido la posibilidad de ser atendidos por personal médico, siendo una población relegada desde el punto de vista sanitario. Allí encontramos enfermedades de la piel, desnutrición crónica, parasitismo intestinal, hipertensión arterial, patologías oftálmicas como cataratas, hernias y tumores de gran magnitud. Son endémicos la sed, el hambre, el desamparo, la falta de oficio y de ocupación, las personas sin instrucción y muchas de ellas carentes de cultura de trabajo.

La BMC hasta entonces no había tenido presencia por esos parajes -cabe aclarar que ha estado presente desde 1998 en Anse -à- Galets-. Sin embargo muchas personas sabían de los médicos cubanos, y uno sentía en sus miradas esa mezcla de agradecimiento, de tranquilidad por nuestra presencia, y en particular una expresión que he podido percibir en muchos de los lugares intrincados a los que hemos llegado, una mezcla de alegría y admiración, la gratitud por los que se ocupan y se preocupa por ellos y con ellos.

Pesquisando en la montaña

Junto con un facilitador haitiano, Leonel, quien desde un inicio ha cooperado con nosotros, caminamos durante tres horas, de forma circular, por los caseríos de la montaña que se encuentran contiguos al poblado de Pointe de Letanier. Vamos conversando con las personas, realizando educación sanitaria y buscando enfermos. llevamos con nosotros un megáfono. Por momentos, Leonel se detiene y comienza a hablar por el altoparlante. Frente a nosotros la montaña, los árboles que siguen el curso del relieve empinado. Una frondosa vegetación dibuja un paisaje singular. Leonel pregunta si han escuchado bien. La respuesta no se hace esperar: no solo dicen sí, sino muchas gracias. Nuestro guía pregunta entonces cuántas personas habitan la zona e invita a uno de ellos a llegar hasta donde estamos nosotros para recoger Sales de Rehidratación Oral (SRO). Entre la vegetación aparece una señora. Le explicamos que en caso de existir una persona con diarrea deben preparar las SRO y acudir rápidamente al Centro de Tratamiento del Cólera, que se instalará en La Source. Agradecida, toma los sobres de sales y desaparece en la espesura.

Construyendo un sueño

El pueblo de La Source vive una mañana peculiar. Despierta con el inusual sonido de un helicóptero que trae los pertrechos necesarios para la construcción del CTC. En pocos minutos, con la ayuda de la población, trasladamos las tiendas de campaña y demás recursos al sitio donde se instalará el Campamento. Siguen horas de arduo trabajo junto con los pobladores del lugar. Terminamos al amanecer. Frente al Centro de Tratamiento de Cólera establecemos un área de consulta externa para todo tipo de patologías, por la alta demanda de una población sin acceso a servicios de salud durante mucho tiempo. El primer día diagnosticamos 7 pacientes con cólera, todos de Pointe de Letanier. Hospitalizamos a un enfermo, al que tenemos que suministrarle hidratación parenteral. Comienza a mejorar. Entonces el cansancio de los intensos días vividos sobreviene. Ha valido la pena.

Más que despedida es un hasta pronto

Abrazos. Nos despedimos de nuestros compañeros de la BMC y de aquellas personas que nos brindaron su apoyo y su afecto. La presencia de la BMC permitirá brindar atención médica permanente y continuada a la población de la costa norte de la Isla, enfrentando el cólera y las enfermedades que padezcan. En el viaje de retorno, enfrentado al imponente mar que nos rodea, pienso en ustedes, mi familia querida. Mentalmente los saludo y agradezco pertenecer a la Brigada Médica Cubana. Cada granito de arena que aportamos los más de 1300 colaboradores cubanos y del mundo graduados en la mayor isla de Las Antillas, nos permite tocar con las manos, hace tangible, el principio martiano de "Patria es humanidad".

Los abraza,

Emiliano

La isla de Gonâve (francés: Île de la Gonâve) es una isla de Haití situada al oeste de Puerto Príncipe en el golfo de Gonâve (18°50′N 73°5′O). La isla es un arrondissement en el departamento Oeste e incluye las comunas de Anse-à-Galets y de Pointe-à-Raquette. Compuesta sobre todo de piedra caliza, la isla tiene 60 km de largo y 15 km de anchura y un área total de 743 km². La isla es, sobre todo, estéril y montañosa con el punto más alto que alcanza 300 m. El paisaje rugoso, estéril y seco impide el cultivo de la tierra para la agricultura, y la población humana en la isla es escasa. La isla fue utilizada como base para los piratas. En 1925 un militar norteamericano, Faustin Wirkus, fue proclamado Rey de la isla con el nombre Faustino II hasta 1929 cuando fue expulsado por el gobierno haitiano.

La isla de Gonâve está situada al oeste de Puerto Príncipe en el golfo de Gonâve. Compuesta sobre todo de piedra caliza, la isla tiene 60 km de largo y 15 km de ancho y un área total de 743 km². Es estéril y montañosa con el punto más alto que alcanza 300 m. En 1925 un militar norteamericano, Faustin Wirkus, se proclamó Rey de la isla con el nombre de Faustino II, hasta que en 1929 fue expulsado por el gobierno haitiano.

Se han publicado 8 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Joao Cabeza dijo:

    somente de esculta as naracoes deste intrnacionalista, nos enche de orgulho por saber que existe uma ilha pequena na extensao geografica em comparacao com outros paises, mas tao grande no amor e na solidariedade.
    Cuba se um dia o nao desejado acontecer e penso no que Fidel sempre nos alerta, uma guerra que desaparecerá com a vida, mas se a vida resistir, entao, entao voce cuba sera sempre lembrada e o imperio, sera para sempre esquecido.
    Viva cuba viva o povo cubano.

  • OLIMPIO RODRIGUEZ SANTOS dijo:

    EL PAIS PUEDE AVANZAR SI TODOS AYUDAMOS CON ALTRUISMO COMO LO HACE CUBA

  • Luis dijo:

    Hola Sr. Mariscal,
    Mi nombre es Luis M. Cabrera y tanto mi lugar de residencia como de empleo están en el Vedado, ciudad de La Habana. El tema Haití, como Ud. debe saber, es acá un asunto cotidiano, desde hace relativamente muchos años. Y no me refiero a los acontecimientos de carácter más histórico del siglo IXX, sino a los hechos más recientes de los últimos años que desafortunadamente han hecho de ese pequeño país un protagonista destacado en los titulares de los medios a escala global. Demasiados infortunios en muy corto tiempo, encima de penurias y miseria acumuladas durante décadas y generaciones. Así que, como dije al inicio, las noticias sobre Haítí son casi constantes en Cuba y todos los días yo personalmente siempre escucho algo. Sin embargo, hoy viernes, esta mañana a primera hora, mi dedicación al tema ha sido diferente; por primera vez, he puesto a un lado las obligaciones laborales y leído integramente su relato en torno a la visita y recorrido por la Ile de la Gonave, al oeste de Puerto Príncipe. Y mi impresión de su relato es especial, porque el valor de ese artículo suyo es realmente admirable y útil. La sustancia que contiene como información es muy valiosa, pero su poder narrativo sin dudas le imprime al reporte mucho valor añadido. Casi estoy seguro de que además de su condición de médico, también es periodista, aunque sea sin diploma. Yo no lo conozco, pero si no lo es, permítame sugerirle afectuosamente que cultive ese don o habilidad, que seguramente hará de Ud. un gran corresponsal o un gran escritor. Muchas gracias dóctor por su gran aporte al conocimiento del mundo, o parte del mundo, de algunas intimidades del escenario actual haitiano. Buena suerte,
    Luis

  • Alexander Blanca Perez dijo:

    Tremenda crónica la de este muchacho-doctor.
    Sentí que estaba leyendo a García Marques, quiero decir que con sus palabras vi en imágenes toda su historia.
    Que puedo decir, sino decirle la frase de Cmte. Almeida “Aquí no se rinde nadie, C….”
    Cada vez que oigo esas anécdotas, pienso en la guerrilla de Fidel que hizo lo mismo que están haciendo ustedes, pero en épocas diferentes y con el mismo objetivo.
    Cada vez me siento más orgulloso de su proyecto.
    Felicidades

  • Xiomara dijo:

    Bien ilustrativa la cronica, Pero sobre todo llena de palabras sinceras, humanas,solidarias. No todo esta perdido.

  • Jorge LGuerrero dijo:

    Si no hay lugar a las dudas,es una buena cronica,bien explicito de lo que alla se hace,una obra colosal,una ayuda desinteresada y llena de solidaridad, para el pais mas pobre del mundo,pero la cosa se esta poniendo color de hormiga con los ultimos eventos y como tomarse un vaso de agua ese imperio decadente, por tal de seguir matando el ejemplo cubano,rebuelca aquello y lo pondria patas arriba,ahh seria un descaro que se hicieran alli mas fechorias contra ese sufrido pueblo,alerta que algo se cocina.

  • Nelson Martín Lugones dijo:

    Estimado Emiliano:
    No sabes la alta satisfacción que he sentido por tu brillante recuento referente a las vicisitudes de los medicos internacionalistas cubanos en esa humillada tierra del pueblo de Haití, pero pude apreciar su espiritu de lucha, que ha sido llegar con la salud donde se necesite. Desde tus años de estudiante en Villa Clara siempre demostrastes tener una alta sencibilidad humana por los humildes y las personas mas necesitadas.
    Te felicito de todo corazón
    Un abrazo, Nelson

  • Ruben Carballo Herrera dijo:

    Saludos,siento gran satisfacción al conocer que en La Isla La Gonave,también se lucha contra el cólera,soy licenciado en enfermería, conozco la geografía de esa zona,pués estuve cumpliendo misión precisamente en esa isla en un dispensario junto al Dr Pablo Oviedo en Pointe a Raquette desde 2001 al 2003, sus pobladores admiran mucho a los cubanos,al leer su reportaje he vuelto a recorrer esas montañas y he sentido también el agradecimiento de esas personas tan necesitadas de ayuda.

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Emiliano Mariscal

Emiliano Mariscal

Médico Epidemiólogo Argentino formado en Cuba. Miembro de la Brigada Internacional Henry Reeve que actuó en Haití tras el terremoto de 2010. Profesor Titular de Epidemiología en la Escuela Superior de Medicina Universidad Nacional de Mar del Plata

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