Murió en La Habana una cubana ejemplar. A los 87 años de edad, después de dedicar los mejores años de su vida a la causa revolucionaria, nos abandona para siempre, Pastorita Núñez la fiel seguidora hasta su muerte del líder Ortodoxo Eduardo Chibás y después leal compañera de luchas del fundador del Movimiento del 26 de Julio y Jefe de la Revolución cubana Fidel Castro, a quien le unían lazos inquebrantables de amistad personal y comunidad de ideales patrióticos y martianos.
La noticia de la muerte de Pastorita Núñez nos conmovió a todos los que la conocimos de cerca y la quisimos con apasionado y entrañable respeto por su infatigable dedicación a la causa que abrazó desde muy joven y que nunca abandonó hasta el instante mismo de su muerte.
Su vida fue siempre austera y modesta. ¡Vergüenza contra dinero! Sus últimos años, retirada de funciones oficiales, transcurrieron dedicada al trabajo útil de un huerto organopónico que había sembrado con sus propias manos en el tranquilo asilo Santovenia en compañía de monjas caritativas con las que compartía su vejez.
Allí la visitamos en más de una ocasión, en su cuartico humilde y bien ordenado del acogedor recinto hospitalario de la barriada habanera de El Cerro, para charlar con ella sobre historias pasadas y sueños futuros rodeados de las fotos, medallas y trofeos recibidos, que resumían su larga y fecunda trayectoria revolucionara de muchos años. De joven junto a Chibás. Después con Fidel en la Sierra Maestra con uniforme de guerrillera como integrante de un pelotón de mujeres combatientes. Pastorita siempre dispuesta al combate. Nunca en flaqueza o rendida como si por sus venas corriera la sangre fecunda de Mariana Grajales.
Me dijo una vez que la visité para llevarle un cake en ocasión de su 86 cumpleaños - fue el año pasado- que estaba escribiendo sus memorias. No sé si las terminó de escribir. Pero de lo que ya tenía en manuscrito me contó como apenas con 12 años participó en una manifestación de protesta contra la dictadura de Machado en 1933y que poco después conoció a Chibás, y que desde ese instante su vida quedó consagrada a la lucha revolucionaria. Fundadora del Partido "Auténtico", después del Partido Ortodoxo de Chibás y más tarde del Movimiento 26 de Julio junto a Fidel, Pastoriota Núñez ha sido a lo largo de su fecunda existencia una revolucionaria ejemplar.
Palabras sobran cuando el llanto ahoga el sentimiento. Justo antes de su muerte en la guillotina, en pleno apogeo del terror en la Revolución Francesa, escribió el joven Saint Just una frase que le sirviera de epitafio: "El descanso del revolucionario es la tumba".
Más que de aquel joven Jacobino radical francés seguidor de Robespierre, Pastorita Núñez era de la estirpe del cubano mártir Julio Antonio Mella, cuando él dijo en frase premonitoria: "Hasta después de muertos somos útiles, porque servimos de bandera".
No habrá descanso para Pastorita Núñez, aún después de su muerte física, porque ella en espíritu eterno , como mujer, como revolucionaria y como cubana, seguirá siendo útil, porque sirve de bandera. Para ella nuestro sincero homenaje y eterno recuerdo. ¡Que morir por la patria es vivir!