Lech Walesa, en uno de sus raros momentos de sobriedad.
El conocido político probeta polaco Lech Walesa, concebido y fabricado en Estados Unidos para destruir el socialismo en su país hace algunos años, resulta ser que ahora pretende liderar el nuevo complot que la derecha europea protagoniza hoy contra Cuba sirviendo nuevamente a los mezquinos y frustrados intereses de Washington.
Walesa, un afamado enemigo acérrimo de la Revolución cubana, parece tener intenciones de reemplazar al también enfermizo enemigo de la nación caribeña, el ex presidente del gobierno español y ex líder del ultraconservador Partido Popular (PP) José María Aznar, conocido igualmente por su sumisión sin escrúpulos a los regímenes norteamericanos.
El político probeta polaco participó en Madrid, los pasados 26 y 27 de marzo, en un foro denominado "europeos en solidaridad con Cuba", una conspiración organizada para "elaborar acciones" dirigidas a que se impida cualquier intento de cambio de la Posición Común que la Unión Europea (UE) impone desde 1996 a la mayor de las Antillas.
Como confirmó la prensa checa, antes de su estancia en la capital española, Walesa viajó a la ciudad norteamericana de Miami invitado por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) para como es lógico recibir instrucciones y financiamiento de esa vieja organización subversiva anticubana.
En el foro contrarrevolucionario de Madrid, quien ahora desea convertirse en cabecilla de la más reciente y feroz conspiración que se lleva a cabo contra Cuba explicó que la fundación que él preside, y que lleva su nombre, conoce de "técnicas de desestabilización" para lograr "transiciones con los gobiernos", y que ese sería su aporte a la "democracia en la Isla", según declaró.
Walesa dijo además que su organización, la cual se sabe recibe sumas importantes de dinero de la Agencia Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Instituto Republicano Internacional (IRI), podría aportar recursos para "actividades" encaminadas a "mantener la presión política y mediática contra Cuba".
Entre las acciones anticubanas propuestas en la misma convocatoria de Madrid, copatrocinada por el PP como era de esperar, sobresalen que parlamentarios de derecha viajen a la Isla para reunirse con los denominados "opositores internos", así como que las embajadas en La Habana de los países del llamado Viejo Continente brinden apoyo logístico a esos mercenarios al servicio de Washington, e incluso los inviten a sus actividades oficiales.
Igualmente Walesa y la comparsa que le acompañó en España promovieron que los diplomáticos europeos en Cuba participen en actos de provocación con el objetivo de tensionar las relaciones entre la UE y la mayor de las Antillas.
Los propósitos de esos enemigos de Cuba es evitar a toda costa que el también denominado Grupo de los 27 elimine su Posición Común anticubana, así como crear las condiciones dentro y fuera de la Isla para desestabilizar su sistema político y destruir definitivamente su Revolución, algo que se ha convertido para ellos en una verdadera pesadilla, como ha sido a la largo de medio siglo para las sucesivas administraciones de Washington.
Walesa y sus acólitos se quedarán una vez más con las ganas. Igual que Aznar, ambos sin caballo y como palanganeros reales de la Casa Blanca, frase inmejorable de una ilustre escritora de España.