Durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, el 12 de junio de 1992, el Comandante en Jefe Fidel Castro, concluía su contundente discurso con estas palabras: "Mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo".
Diecisiete años más tarde, en el contexto de la Décima Bienal de La Habana, 24 artistas cubanos de varias generaciones y estilos, unían sus empeños en una exposición inspirada en ese llamado bajo el título de "Mañana será demasiado tarde", que fuera inaugurada en el Centro de Prensa Internacional de La Habana el 21 de abril del presente año.
La exposición no pasó inadvertida, pero extraviada tal vez en las muchas propuestas de la Bienal, no tuvo suficiente repercusión en los medios de comunicación. Para algunos observadores fue quizá un ejercicio esencialmente estético. Sin embargo, los que apostábamos desde esta mirada, sosteníamos: "No somos estadistas ni ecologistas, tampoco catastrofistas, somos sencillamente artistas que nos hemos unido en un grito en favor de la vida en el planeta".
Convenimos en que solo el arte (nada ni nadie solos) no puede resolver los acuciantes problemas de la Humanidad, pero estamos persuadidos de que desde él se crean y modulan conciencias movilizadoras para la transformación.
Ante los cada vez más inminentes peligros provocados por el cambio climático, los artistas tienen el deber, junto a todas las personas del mundo, de unir fuerzas en la lucha por la salvación de la especie humana. Por ello esta muestra, conformada por veinticinco obras en los formatos de pintura, dibujo, escultura, fotografía, instalación y videoarte, que ahora se presenta en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana en la ciudad de Holguín, se inscribe también en ese camino de pelea por el desarrollo sostenible para la supervivencia de la civilización y su bienestar.
No se trata solamente de conservar el equilibrio ecológico y la diversidad biológica, ni de salvar a los delfines y a las focas, ni de evitar que se sequen los ríos y sigan contaminándose los mares, sino de rescatar la tierra como la Pachamama de los pueblos originarios, en esa armonía que permita la vida en este trozo de universo en que nos tocó nacer y crecer. Como dijera Fidel recientemente: "Ya no es cuestión de "Patria o Muerte, realmente y sin exageración, es una cuestión de "Vida o Muerte".
A esa lucha debemos sumarnos todos: ¡todos!, aquí y en todas partes, en cada esfuerzo pequeño y en los grandes tesones, para modificar juntos la desidia de los ignorantes y la irresponsabilidad de gobiernos en los países industrializados, los mayores culpables del deterioro del entorno con sus modelos de consumo que dañan el planeta.
Nuestra exposición propone alerta y acciones para los artistas cubanos y de todo el mundo, fundar arte no por virtud o inspiración, sino para estremecer, convencer y transformar. ¡Móntese el artista a caballo y pelee! El pincel es su lanza, la bestia, su imaginación. En lugar del holocausto, el futuro debe y puede ser la ternura, resumen de la inmensa vocación de amor de la especie humana.
Por ese futuro luchamos y lucharemos.