- Cubadebate - http://www.cubadebate.cu -

La Historia no contada de los Cinco (Parte XV): La importancia de ser un mentiroso -1-

Pastelitos de Guayaba

Luis Posada Carriles es un genuino VIP* que disfruta cortesías y privilegios únicos que no se brindan a dignatarios y celebridades. Pero también es un terrorista internacional confeso y debidamente certificado.

Sí, ha sido una larga carrera de infamia, siempre a nombre de los intereses y objetivos de Estados Unidos, como proclamó orgullosamente  su abogado de Miami.

Si vamos a creer en sus palabras, durante todo ese período Posada visitó Estados Unidos en varias ocasiones, aunque pasando inadvertido. Un día decidió establecerse allí para siempre. Después de todo, su familia ha estado residiendo en Miami por décadas.

Y entonces regresó a casa.

Posada Carriles entró a la Florida en marzo de 2005, de forma clandestina, sin visa norteamericana, como millones de latinos tratan de hacer infructuosamente una y otra vez. Pero no fue arrestado, y mucho menos deportado. La historia de cómo lo hizo, en el barco Santrina con la ayuda de su red terrorista radicada en Estados Unidos, fue descrita en el periódico "Por Esto" de Yucatán, en una crónica ampliamente difundida por todo el continente. Todo el mundo sabía esto, excepto la Administración Bush, que insistió durante dos meses en que no sabía nada de su paradero, hasta que Posada convocó a una conferencia de prensa en mayo para anunciar su disposición de continuar haciendo desde Miami su guerra total contra la Revolución Cubana.

No teniendo otra opción, la Administración Bush detuvo a Posada y lo llevó a un centro de inmigración en El Paso, donde prepararon para él un área VIP, completamente separada de la población general, con comida especial y servicios de cualquier tipo, incluso con posibilidades de reunirse con amigos y periodistas. La única queja de Posada: el protocolo norteamericano no pudo proporcionarle pastelitos de guayaba cubanos.

De acuerdo con documentos oficiales presentados por el Gobierno de Estados Unidos a los tribunales de inmigración, Washington desplegó arduos esfuerzos diplomáticos tratando de convencer a otros países a que le dieran amparo y protección a Posada. Los diplomáticos norteamericanos se acercaron a gobiernos en América Central y América del Sur, e incluso en Europa, pidiéndoles que recibieran al tan famoso VIP. Sin excepción la respuesta siempre fue: No, gracias.

Irónicamente Washington tiene todavía que responder a la nota diplomática presentada por Venezuela el 15 de junio de 2005 para su detención y subsiguiente extradición a Caracas conforme al Tratado de Extradición existente entre ambos países.

La Administración Bush, y hasta ahora su sucesor, optaron por acusarlo de ser un mentiroso y entrar en un litigio deliberadamente confuso con el Sr. Posada acusado de no haber sido sincero con los funcionarios de inmigración acerca de cómo entró en el país. Como resultado, un tribunal administrativo envió a Posada a casa para que pueda cómodamente seguir reclamando su admisión formal a unas autoridades, que han mostrado una paciencia y comprensión sin paralelos.

¿Cuántos pobres latinoamericanos indocumentados han tenido esa oportunidad? ¿Cuántos de ellos, mientras tanto, han sido liberados y se les ha permitido irse sin ser molestados y hacer lo que les venga en ganas?

Ya Posada no se queja más. Es un hombre libre en Miami comiendo muchos pastelitos de guayaba.


* VIP: Very Important Person (persona muy importante)