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Ricardo Maduro, “héroe” de la ultra derecha, y protector de Posada Carriles

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A propósito del golpe de Estado en Honduras

Ricardo Maduro, el ex presidente de Honduras que participó en el criminal golpe de Estado contra el presidente constitucional, Manuel Zelaya, y que acaba de ser acogido en Washington por los congresistas de la ultra derecha cubanoamericana, fue quien presidía el país centroamericano cuando Luis Posada Carriles se refugió ahí en el 2004 para quedarse durante más de seis meses, con la tolerancia evidente de su gobierno.

Maduro está realizando una gira en Estados Unidos, adonde lo invitaron los miembros de la pandilla cubanoamericana del Congreso. El ex candidato presidencial John McCain, viejo socio de la mafia miamense, y la representante republicana, Ileana Ros-Lehtinen le organizaron una reunión en el Capitolio con una decena de sus colegas.

El 26 de agosto del 2004, tras ser indultado por la presidenta mafiosa de Panamá, Mireya Moscoso, el terrorista internacional Luis Posada Carriles y sus cómplices aterrizaron en dos jets privados en el aeropuerto Ramón Villeda Morales, de la localidad hondureña de San Pedro Sula, a 240 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

Ahí fueron recibidos personalmente por el agente CIA Rafael Hernández Nodarse, alias Ralph, multimillonario dueño del Canal 6 —hoy entre los líderes golpistas— y representantes del FBI, como se denunció más tarde.

Ralph Nodarse trabajó de oficial CIA en los años setenta, según afirma el sitio web ClandestineRadio, como jefe de una estación de radio de propaganda anticubana manejada por la agencia norteamericana de inteligencia.

Posada se identificó entonces con un pasaporte estadounidense traficado a nombre de Melvin C. Thompson, y se albergó en la lujosa residencia de Nodarse quien se encargó, con la ayuda de la embajada de Estados Unidos, de neutralizar a Maduro y su policía.

Al día siguiente, Ricardo Maduro dijo tener "información de un vuelo que ingresó irregularmente al país con cuatro personas, las cuales entraron con pasaportes y nombres falsos" y se acreditaron como "hombres de negocios".

PROTEGIDO POR MIEMBROS DEL FBI

Se denunció en el 2005 que el Buró Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos y la fiscalía hondureña protegieron entonces a Posada Carriles cuando el abogado Juan Carlos Sánchez, representante legal del destituido director de Migración y Extranjería de Honduras, Ramón Romero, presentó ante un tribunal un documento donde alega que Posada llegó a Honduras protegido por elementos de la policía federal estadounidense.

"El Ministerio Público estuvo prestándose a permitir, por suelo hondureño, el paso de personas como Posada Carriles, quien estuvo en el país, procedente de Panamá. Venía con nombres y apellidos diferentes y estaba protegido por miembros del FBI", aclaraba el documento entregado a un juzgado.

La agencia francesa AFP precisó luego que la denuncia fue declarada "bajo secreto’’ por la Fiscalía. Según el defensor de Romero, la fiscal contra el Crimen Organizado, Doris Aguilar, "se prestó" para que ingresara Posada Carriles a Honduras.
Aunque Posada era reclamado por Venezuela como autor de la voladura de un avión de Cubana de Aviación en 1976, con 73 personas a bordo, y el hecho bien conocido en Honduras de que Posada era apadrinado por el mafioso de origen cubano Nodarse, no apareció huella del viejo asesino. Tampoco Nodarse fue objeto de la menor investigación de la justicia de Ricardo Maduro.

PARTE DE UNA TRANSACCIÓN

En una amplia investigación sobre el tema, publicada en el 2005 por el sitio web La Fogata, el investigador Carlos Fazio señala que "existen indicios de que el presidente de Honduras, Ricardo Maduro, fue parte de una transacción que llevó a la desaparición de Posada Carriles en San Pedro Sula".

"Es evidente —continúa Fazio— que para que esto se diera hubo un tercer y poderoso actor que desde las sombras movió los hilos de la trama: Estados Unidos. No hay que olvidar que la CIA siempre protege a sus antiguos guerreros sucios".

John Negroponte, el ex embajador que convirtió a Honduras en campo de tortura y en portaviones para agredir a Nicaragua, visitó a Tegucigalpa, el 4 de junio 2008, y se reunió con el presidente constitucional Manuel Zelaya.

Pero se organizó otro encuentro para el entonces subsecretario de Estado de Estados Unidos con políticos y empresarios, "para tratar asuntos sobre comercio, seguridad y narcotráfico".

Entre los políticos que se entrevistaron con el criminal de guerra, figuraron Ricardo Maduro y varios individuos que un año más tarde aparecen entre los cómplices del golpe de estado.

Se han publicado 2 comentarios



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  • Marianela dijo:

    No hay dudas, no hay nada oculto entre cielo y tierra, el tiempo se encarga de sacar a flote las sucias conspiraciones que se mueven desde EEUU para controlar a su favor los asuntos de América Latina.

    La CIA, el FBI, el Pentágono: una mano lava la otra, entre las dos la cara y le pasan el jabón a todo el que necesitan limpiar para que entre en su empresa de aseos de imagen y opinión pública. Lástima para ellos que con el tiempo la suciedad salga a flote.

  • mili.- dijo:

    Definitivamente que la perversidad se invento en Washington, tiene que existir la manera de acabar con estos demonios, estos malditos son el mal del mundo...

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Jean-Guy Allard

Jean-Guy Allard

Periodista canadiense radicado en Cuba. Es autor del libro "Auge y caída de Reporteros Sin Fronteras".

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