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El Che Guevara y el Comandante Daniel Ortega

Por: Rafael Cancel Miranda

Hará unos cuantos años dijo el Che que el verdadero revolucionario latinoamericano se conocería por la posición que adoptara en cuanto a la situación colonial de Puerto Rico, expresión que como auténtico puertorriqueño agradecí con profunda emoción. Con la misma emoción agradezco la defensa de Puerto Rico ­nación caribeña y latinoamericana­ que hizo el comandante Daniel Ortega en la llamada Quinta Cumbre de las Américas. Sé que expresó el sentimiento de muchos de nuestros países hermanos que estaban allí presentes. Puerto Rico también es parte de la Patria Grande, de esa Patria Grande por la cual luchó el general puertorriqueño Antonio Valero Bernabé, junto a Bolívar y otros generales libertadores. Siempre me ha honrado el hecho de que el único pasaporte que he tenido en mi viaje por este mundo ha sido el honroso pasaporte de la Nicaragua sandinista, pasaporte número C 146219. No hay poder que me haga aceptar un pasaporte estadounidense (aunque respeto las diferentes tácticas y estrategias necesarias para confrontar y vencer al enemigo), como no hay poder que me haga aceptar la imposición de su ciudadanía, pues no soy lo que los gringos digan, sino lo que soy: puertorriqueño, caribeño y latinoamericano. Con muchísimo orgullo y alegría acepté y guardo con veneración aquel pasaporte sandinista.

Tuve el privilegio de asistir en Managua a la celebración del primer aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista. Lolita Lebrón, Irvin Flores Rodríguez, Oscar Collazo y yo recién habíamos salido de las prisiones del imperialismo yanqui, en las que fuimos encarcelados por nuestra lucha por la independencia de Puerto Rico. Siempre recuerdo con una sonrisa que el embajador yanqui estuvo sentado mucho más atrás que nosotros. Quiero aprovechar esta ocasión para darles las gracias a los compañeros sandinistas por el honor que nos hicieron en esa ocasión.

Daniel OrtegaTambién recuerdo con admiración un viaje, realizado años más tarde, de Darío a Managua, en el cual venía un joven combatiente que había sido herido en el tobillo. Estaba molesto porque quería seguir peleando y lo habían enviado a Managua a recuperarse. Recuerdo las palabras de aquel jovencito: «Cuando me necesiten en Puerto Rico, llámenme, que para allá voy, a pelear por la independencia de ustedes». También recuerdo con orgullo, aunque con algo de tristeza, que me tocó el honor de hacer dos ofrendas florales en nombre de los sandinistas ante las tumbas de unos combatientes que habían sido asesinados por los contras; estos últimos, al servicio del imperialismo y sus cómplices de la nefasta oligarquía. Aunque han pasado muchos años, me parece estar viendo en las paredes el mensaje revolucionario «¡No pasarán!». En otro momento, el grupo de combatientes sandinistas, dos puertorriqueñas y yo salimos en un camión militar hacia una cooperativa que había sido atacada por los contra. Viajamos por el mismo camino donde días antes habían emboscado a unos jóvenes combatientes. Un joven sandinista llevaba dos fusiles. Recuerdo que le dije: «Compañero, si nos atacan, déme uno de esos fusiles». Para defender a los nuestros, la interferencia es un derecho. Lo que sí constituye una violación a nuestros derechos son las más de sesenta intervenciones militares que los yanquis han cometido contra nuestros pueblos, incluyendo la ocupación militar del territorio nacional puertorriqueño en 1898, y que aún prevalece. Esto, sin contar los crímenes cometidos por la CÍA.

Además de expresar las gracias al compañero comandante Daniel Ortega en nombre del pueblo patriota puertorriqueño, quiero felicitar al heroico pueblo cubano por su triunfo, pues si algo se vio claramente durante la llamada Quinta Cumbre de las Américas fue que la Cuba revolucionaria y socialista había vuelto a triunfar pues los aislados eran los yanquis, y fue obvio que éstos tuvieron que replegarse. El valor heroico y moral del pueblo cubano venció el egocentrismo inmoral y asesino del imperialismo yanqui. Cuba se ha crecido ante el mundo. Su triunfo es un triunfo para toda la humanidad. Mientras, el prestigio del imperialismo yanqui, al igual que su dólar, se ha convertido en chatarra. Pero no solo Cuba ha vencido. Ahí, en esa llamada Cumbre de las Américas, se hizo evidente que otros pueblos nuestros también están venciendo.

¡Hasta la victoria siempre!

Rafael Cancel Miranda
Puertorriqueño
Antiimperialista y ex prisionero político
San Juan, Puerto Rico
27 de abril de 2009