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España-Cuba, nueva guerra mediática más de un siglo después

  Aznar y Bush, segun el sitiowww.juancholandia.dyndns.org/humor/  

SUMMARY: Spain & Cuba: In the midst of a new war more than 100 later

 

It has been 105 years since Cuba's war with Spain but it appears that Madrid is picking up the cudgel again, and instead of muskets and canon we have the lies perpetrated by the country's mass media. This line of attack is coordinated by the US government and the Spanish government in cahoots with the mainstream press. Anyone who criticizes Cuba is lorded over, and constant references to attempts to migrate are adorned with reports on hijackings and other illegal acts, the same old human rights violations rhetoric, and a display of insults, and censure for any voice - individual or collective - that supports the Cuban Revolution. We only hear the lies on the island's supposed support for terrorists or its biological arms manufacturing. Nobody talks about our scientific and social endeavors and successes.   

 

TEXTO COMPLETO

Han pasado 105 años de la guerra de España con Cuba y se diría que el gobierno español quiere retomar de nuevo ese conflicto. Ahora no disparando con cañones o fusiles sino con mentiras, manipulaciones y medios de comunicación al servicio de los enemigos de Cuba.

También ahora como entonces, existe un pueblo cubano digno y valiente dispuesto a enfrentar los ataques y a luchar por su independencia y un pueblo español que no comparte la locura y agresividad de su gobierno. Para más vergüenza del gobierno español ni siquiera ahora se arremete contra Cuba movido por intereses españoles sino que se trabaja para los intereses de otro gobierno, el norteamericano, quien de verdad mueve los hilos de la campaña. El gobierno de Aznar ha pasado del triste título de colonizador hace 105 años al todavía más esperpéntico de mercenario del nuevo emperador.

Medios públicos o privados, televisiones o prensa, ongs mercenarias, todos se unen al servicio de un agresión que demuestra una vez más como el pensamiento único no conoce fisuras a la hora de enfrentar al país que ha sabido mantenerse firme en los momentos en que la humanidad está conociendo la mayor agresión a la paz mundial, la legislación internacional o los derechos humanos y de los pueblos.

Las líneas de agresión son uniformes y consensuadas entre los gobiernos norteamericano, español y los medios de comunicación. Protagonismo sin precedentes a cualquier figura que "lidere" una oposición o enfrentamiento al gobierno cubano, constantes referencias a los intentos de emigración aderezados con secuestros o medios ilegales, denuncias machaconas de violación de derechos humanos por el gobierno cubano en un alarde de doble rasero con respecto a otros países insultante, censura y silencio para cualquier voz, individual o colectiva, que se manifieste en apoyo a la Revolución cubana, burdas mentiras sobre apoyos al terrorismo o tenencia de armas biológicas, olvido para cualquier logro científico o social del sistema social cubano.

Los poderosos han apostado contra Cuba por una vía aparentemente menos violenta que la ejercida contra Yugoslavia, Afganistán o Iraq, pero igual de cruenta, inhumana e ilegal. Por eso, igual que alzamos nuestra voz denunciando las bombas que caían contra pueblos inocentes, debemos alzarla contra las mentiras que caen contra Cuba.

Los medios de comunicación no cejan de difundir ampliamente los manifiestos que condenan a la isla mientras se silencian los que muestran su apoyo como el suscrito por más de tres mil intelectuales, artistas y profesionales de 69 países, entre ellos cuatro premios Nobel, bajo el título "A la conciencia del mundo" . 

Mientras se airean las críticas de Saramago se omiten los apoyos de Pérez Esquivel, Noam Chomsky, Ernesto Cardenal, Mario Benedetti, Augusto Roa Bastos, Gabriel García Márquez o Rigoberta Menchú. La prensa presenta como disidentes a quienes pusieron bombas en hoteles habaneros en 1998 y a quienes secuestran aviones y barcos. Se condenan sentencias judiciales cubanas a secuestradores y se silencian masacres de otros gobiernos para "resolver" secuestros similares como el del teatro de Moscú con un centenar de muertos entre rehenes y terroristas chechenos o el asesinato a sangre fría por orden de Fujimori de los secuestradores de la embajada japonesa en Lima.

El doble rasero que aplican a los derechos humanos cuando se habla de Cuba es insultante. En las críticas contra la isla participan ministros españoles y altos representantes de los dos principales partidos que se manifiestan en la Puerta del Sol. Se protesta por el ajusticiamiento de tres personas en Cuba que intentaban un secuestro mientras se ignoran las 165 ejecuciones habidas en Texas mientras Bush era gobernador de ese estado. Ajusticiados en su gran mayoría negros, y en muchos casos también menores de edad y enfermos mentales.

Según el informe de Amnistía Internacional las condenas a muerte el año pasado en el mundo fueron 1560. Ninguna de esas ejecuciones fue en Cuba ¿y cuántas protestas hubo por esas 1560 ejecuciones?, se preguntaba el nicaragüense Ernesto Cardenal recientemente.

El profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid Augusto Zamora, ha recordado que ninguno de los que claman contra Cuba se acuerda del burdo fraude electoral de Túnez, tan próximo a Europa, que tiene un presidente que se hizo vitalicio en 2002. Son los mismos, EEUU y España, que apoyaron un golpe de estado en Venezuela, en abril de 2002 con un comunicado conjunto de las dos embajadas. Otros, como Francia, apoyaron e incitaron el golpe de estado en Argelia, en 1992, que impidió el triunfo del FIS y sumió al país en una brutal guerra civil que ha provocado 200.000 muertos. 

En Guinea Bissau fue ejecutado un alto jefe militar acusado de rebelión y encarcelado el vicepresidente de la Liga de Derechos Humanos. A pesar de ello, la UE concedió a Guinea Bissau 80 millones de euros en cooperación, quizás motivada por los grandes intereses pesqueros que posee en ese país.

En diciembre pasado murió en Turquía una joven presa política tras 512 días en huelga de hambre, haciendo el número 58 de los que así pierden la vida en las cárceles turcas. De 1990 a la fecha, se han denunciado unos 4.500 casos de tortura y en 2000 se encontraron los cuerpos de 56 personas asesinadas por grupos paramilitares. Al tiempo, se mantiene la persecución contra la minoría kurda, que sigue privada de derechos. Igualmente, los sátrapas de las petromonarquías del Golfo son agasajados en nuestro país de un modo vergonzoso.

El impudor de los medios españoles es indignante. Un somero análisis de la desinformación a la que someten al pueblo español en un solo día ofrece un ejemplo clamoroso (1). El pasado 30 de julio, los informativos de la televisión pública española (TVE1) presentaban una información difundida por Amnistía Internacional, en la que esta organización denunciaba la situación de los derechos humanos en Cuba, donde -según afirmaba- más de setenta presos de conciencia permanecían en las cárceles tras los juicios del pasado mes de abril y además se habían ejecutado los tres secuestradores de un barco. La cadena de televisión también informaba que Amnistía Internacional había pedido a los gobiernos de la UE que exigieran al gobierno cubano la libertad de los presos y el respeto a los derechos humanos.

Los interrogantes que nos podemos plantear son varios: ¿Tiene suficiente trascendencia noticiosa este hecho teniendo en cuenta que estamos hablando de unos juicios de hace tres meses?, ¿la supuesta violación de derechos humanos en Cuba es de la misma envergadura que otras violaciones denunciadas por las organizaciones humanitarias?, ¿cómo se han valorado otras denuncias de ese mismo día?, ¿cómo han valorado la denuncia de AI contra Cuba las agencias de prensa y otros medios?, ¿no es casualidad que justo tras tomar duras medidas los países de la UE, y en especial el gobierno español, contra Cuba aparezca una organización de derechos humanos pidiendo que se adopten esas medidas?

En el mismo servicio informativo, observamos que la siguiente noticia es un informe de UNICEF que se acaba de hacer público donde se denuncia que cada año el tráfico de niños afecta a 1.200.000 menores. Europa no es ajena a la noticia porque, según el informe, anualmente 500.000 muchachas son introducidas ilegalmente en nuestro continente por las mafias. Puesto que entendemos que el orden cronológico de la presentación de los informativos responde a la trascedencia informativa, no parece que esta última noticia sea menos importante que la primera.

De hecho, si intentamos ver la cobertura ese mismo día de las dos noticias observamos que tanto en las agencias Efe como Europa Press y en los servicios de noticias de última hora de los periódicos El País y El Mundo se da amplia cobertura del informe de UNICEF. Sin embargo, la noticia de Amnistía Internacional y Cuba sólo aparece en la página web de la agencia Efe y ni siquiera en portada ni en la sección de Iberoamérica. Hay que seleccionar Cuba en el buscador para encontrarla junto con otras dos noticias de la isla de ese mismo día. En cualquier caso la información de Efe se limita a lo siguiente: "AI pide apoyo España para exigir liberación presos cubanos Madrid, 30 jul (EFE).- La investigadora de Anmistía Internacional (AI) para el Caribe Paige Wilhite pidió hoy a la sociedad española que se movilice y exija la liberación de los presos de conciencia detenidos tras la ola de represión que el régimen cubano inició en marzo de este año".

Sigamos nuestro análisis. Si nos dirigimos al servicio de noticias de Amnistía Internacional, efectivamente aparece la denuncia sobre Cuba bajo el titular "Cuba: Continúan los efectos de la represión", no como nota de prensa, sino bajo el epígrafe "Informes", dado que se trata del seguimiento de un informe del 3 de junio. El comunicado incluye cuatro recomendaciones, todas ellas al gobierno cubano. Cosa extraña es que no aparezca ninguna a los gobiernos europeos en la línea de endurecer su política contra Cuba, tal y como informó la cadena pública española. Es lógico que no se pida porque eso es lo que ya ha hecho la Unión Europea, a no ser que sea el gobierno español quien quiera justificar su postura contra Cuba con esta noticia que no es actual y una recomendación que no existe.   

Por cierto, ese mismo día también Amnistía Internacional publicaba un informe con nota de prensa incluida, pidiendo explicaciones al gobierno de El Salvador sobre la desaparición de "cientos, quizás miles, de niños" durante el conflicto armado que se libró en el país de 1980 a 1991. Esta noticia no era recogida por ningún medio. En El Salvador, parece, no hay ningún problema de derechos humanos en opinión de los medios .

Y ya puestos a valorar ese mismo día como está el panorama mediático español con respecto a Cuba, encontramos un foro de discusión en la web de El País bajo el título: "La situación en Cuba". El foro se presenta e introduce con estas líneas: "Decenas de opositores, activistas de derechos humanos y periodistas independientes cubanos han sido detenidos en la mayor campaña del Gobierno de Fidel Castro contra los disidentes que se recuerda. La acusación: "conspirar" y "realizar actos de traición" al servicio de EE UU. Además, tres secuestradores de un transbordador en La Habana han sido ejecutados. Como consecuencia de estas acciones la Unión Europea decidió aplicar una serie de sanciones diplomáticas a las que Castro ha contestado con el anuncio de la ruptura del diálogo con los 15 y el rechazo de la ayuda humanitaria de los miembros de la UE". Un ejemplo de imparcialidad del diseñador y moderador del foro de El País.

Con ese panorama informativo, algunos han querido pronunciarse en los medios expresando sus posiciones de defensa de la revolución cubana. Es el caso de la Asociación de Intelectuales Antiimperialistas, integrado por decenas de intelectuales y artistas como el sociólogo James Petras, el actor Antonio Resines, el cantante Manu Chao o el dramaturgo Alfonso Sastre, entre otros muchos, quienes suscribieron un texto bajo el título "Con Cuba, contra el imperio" y propusieron su publicación en el diario El Mundo. Este se negó argumentado que contravenía la línea editorial del periódico (2).  

La actitud del diario El País no deja de ser un ejemplo de agresión mediante la mentira y la manipulación (3). Se da prioridad a cualquier firma que ataque a la isla: referencias constantes a la revista Encuentro, financiada por la CIA; reseñas publicitarias a cualquier libro escrito por disidentes como Zoe Valdés, recordando siempre sus posiciones respecto a Cuba; extensas entrevistas a todos los personajes que abanderan campañas críticas como Oswaldo Payá o Gutiérrez Menoyo. Sin embargo, ni agua ni espacio para intelectuales como Benedetti o Cardenal, y menos aún para embajadores miembros del gobierno cubano. Ellos no tienen derecho a la palabra ni a la defensa. 

Quienes quieren defender a Cuba ven como sus textos, cortados y manipulados, son enviados a la sección de Cartas al Director como el caso del filósofo Fernando Martínez Heredia quien solicitó la publicación en la sección de Opinión del texto "De la Bastilla a Bruselas" (4). O la censura de texto enviado a solicitud del diario por el poeta y ensayista Guillermo Rodríguez Rivera (5).

Ni siquiera a las firmas habituales de El País se les permite la disidencia sobre la línea anticubana. El catedrático de pensamiento político de la Universidad Complutense,  Antonio Elorza, se quejaba en la Cartas al Director (El País 22-7-03) sobre el tratamiento que recibiera un artículo suyo en el periódico el domingo 20 de julio con motivo del 50 Aniversario del asalto al cuartel Moncada. Según Elorza, cuyas posiciones sobre Cuba han sido siempre de gran dureza y crítica, además de alguna otra errata, el texto publicado hace referencia a "la toma del Moncada" cuando en el original el no utiliza esa expresión porque "el asalto de unos civiles a un cuartel no es un cuartelazo". Del mismo modo el término peyorativo con el que se titula el texto "El cuartelazo que parió el castrismo" tampoco fue escrito por el catedrático.

Múltiples análisis y trabajos han dejado en evidencia la campaña mediática contra Cuba. Con el antetítulo "Análisis de una campaña de Prensa", Guadalupe Pérez Bravo en su texto "La disidencia y la unanimidad" (6) denuncia como las "famosas" declaraciones de Gabriel García Márquez sobre la "represión en Cuba", fueron desmentidas por el Nobel un día después por estar manipuladas. Si las acusaciones contra Márquez de complicidad con Fidel Castro pronunciadas por  Susan Sontag dieron la vuelta al mundo en 24 horas, la aclaración del escritor colombiano nunca alcanzó similar repercusión y terminó trastocada en un ataque personal a García Márquez por su posición.

Vergonzosas son las coberturas de las manifestaciones contra el sistema político cubano, cuentan con el apoyo de los medios para su convocatoria, sobre todo en la prensa española. Mientras la agencia Efe titulaba "Más de medio centenar de cubanos se concentraron ayer…" sobre la concentración del 26 de abril de 2003 en la Puerta del Sol madrileña, el diario La Razón utilizando el mismo cable como fuente informativa titulaba "Más de medio centenar de cubanos se concentraron ayer…".
Ampliamente cubierta fue la manifestación de protesta organizada frente a la embajada de Cuba en París con titulares como  "La seguridad de la Embajada de Cuba en París disuelve con violencia una protesta pacífica" (El Mundo) o "Esbirros de Castro golpean a los opositores al dictador en París y agreden a un cámara de TVE" (La Razón). Como se puede apreciar en el "periodismo independiente" español los funcionarios civiles de las embajadas cubanas pasan a denominarse esbirros.

Nadie dijo algunas verdades sobre esa manifestación (7). Como que el equipo de Televisión Española formaba parte de los manifestantes, puesto que la razón que alegaron para su presencia -dijeron que tenían previsto entrevistar al embajador- era mentira.

También es mentira la versión de que los manifestantes intentaban entregar una carta a la Embajada, no se hizo solicitud alguna previamente, lo que sí portaban es cadenas y candados para cerrar los accesos de la misión diplomática y toda una cohorte de medios de comunicación, lo que, en opinión del gobierno cubano, confirma el intento planificado de provocar un conflicto.  Tampoco se dijo que la policía francesa no intervino a pesar de haber sido reclamada por la embajada cubana.

En cuanto al periodista de TVE que fue golpeado no se informó que éste no iba identificado como prensa. A pesar de que el embajador transmitió sus disculpas, el gobierno español cursó una queja formal al gobierno cubano. Sin embargo, el gobierno de Aznar no ha considerado oportuna transmitir ni queja ni solicitud de explicaciones al gobierno norteamericano por la muerte de un periodista español muerto por el disparo de un tanque del ejército de Estados Unidos al hotel donde la prensa se encontraba acreditada e identificada en Bagdad. Parece que el gobierno Aznar se preocupa mucho por los periodistas españoles no acreditados que son zarandeados por funcionarios cubanos, pero no por los que son asesinados por militares norteamericanos.

No nos engañemos, tal y como recuerda Augusto Zamora "no es la cuestión democrática lo que preocupa de Cuba (se aplauden golpes de estado contra gobiernos incómodos para salvaguardar intereses espurios ). No lo es la pena de muerte (China y EEUU van en cabeza), como tampoco los derechos humanos o las libertades ciudadanas (temas para ponerse a llorar ante el cinismo rampante de Occidente)".

Lo que molesta es la dignidad de un gobierno y un pueblo que sigue denunciando en todos los foros internacionales la pobreza y la injusticia en el mundo, que no se vende a quienes pretenden convertir la isla en otra colonia de EEUU y que sigue siendo la esperanza de tantos pueblos que aprenden de Cuba cómo David enfrenta a Goliat.

Cada vez más los ciudadanos de los "países libres", es decir, aquellos en que sus gobiernos actúan al dictado de Estados Unidos, han aprendido a desconfiar de sus medios de comunicación. Si hace ya tiempo que aprendieron que sus gobernantes están al servicio del engaño y de la mentira, ahora ya saben que también los grandes medios de comunicación juegan el mismo papel. Lo hicieron con sus complicidad en el golpe de Estado en Venezuela en abril del 2001, lo hicieron mintiendo sobre las razones para bombardear Yugoslavia, Afganistán e Iraq, y lo vuelven a hacer en su campaña de agresión contra Cuba

Ante eso, una nueva red de comunicación al servicio de los pueblos se está tejiendo mundialmente. Radios y televisiones comunitarias, pequeños boletines de barrios, agencias de prensa y periódicos en internet están ganando reconocimiento y credibilidad no tanto por sus propios méritos -que los tienen- sino por los deméritos de quienes ya han rato la cuerda de tanto tirar hacia la mentira y la complicidad con el poder con sus contenidos y falsas informaciones. 

(1) Pascual Serrano. Cuba, un ejemplo informativo en la televisión pública española http://www.rebelion.org/medios/030730tve.htm

(2) 'El Mundo' censura la opinión de los intelectuales que apoyan a Cubahttp://www.rebelion.org/spain/030730cuba.htm

(3) M. H. Lagarde. La "nueva" posición de El País.http://www.lajiribilla.cubaweb.cu/2003/n117_08/117_26.html
Y Carlo Frabetti e Irene Amador. Periodismo canalla.http://www.rebelion.org/medios/030722frabetti.htm

(4) Fernando Martínez Heredia "De la Bastilla a Bruselas" .  http://www.lajiribilla.cubaweb.cu/2003/n117_08/117_04.html

(5) . Una prueba más de la objetividad de El País.http://www.lajiribilla.cubaweb.cu/2003/n112_06/112_25.html

(6) Guadalupe Pérez Bravo. "Análisis de una campaña de Prensa. La disidencia y la unanimidad"  
HTTP://WWW.LAJIRIBILLA.CUBAWEB.CU/2003/N109_06/109_12.HTML

 (7) Pascual Serrano. Un equipo de Televisión Española formaba parte del grupo provocador que agredió a la embajada cubana en Paríshttp://www.rebelion.org/internacional/030428tve.htm

www.pascualserrano.net

Pascual Serrano (España, 1964) Se licenció en Periodismo en 1993 en la Universidad Complutense de Madrid. Se inició en el periodismo trabajando en el diario español ABC. Fue fundador y redactor jefe de la revista Voces, editada por la organización política Izquierda Unida. Ha colaborado en múltiples publicaciones: El Mundo (España), Brecha (Uruguay), Latino (El Salvador), Granma (Cuba), Resumen Latinoamericano (España), Utopías (España), La Jornada (México). Es coautor de los libros "Periodismo y crimen" y "Washington contra el mundo" y fundador de la revista electrónica Rebelión www.rebelion.org. En la actualidad es miembro del consejo de redacción de las revistas Mundo Obrero, El Otro País y Pueblos, donde colabora habitualmente.