La Habana y Artemisa serán rivales en el Grupo A en la primera fecha. Foto: Boris Luis Cabrera
El próximo martes 2 de agosto se iniciará el VII Campeonato Nacional de Béisbol categoría sub-23, un evento de suma importancia para el desarrollo de las jóvenes figuras, después de tres años de espera producto de la pandemia del coronavirus.
Durante varios meses, los atletas de cada provincia se estuvieron preparando sumidos en una incertidumbre por el actual escenario económico en que se mueve el país, situación que amenazó varias veces con forzar la suspensión de la competencia.
La noticia de su realización es una victoria para los amantes de este deporte, aunque para ello la Comisión Nacional tuvo que hacer varias concesiones y sacrificios dirigidos a recortar al máximo los gastos, en un año en que, además, se extendió demasiado la Serie Nacional y nacerá la nueva Liga Élite.
Un calendario clasificatorio de apenas 15 juegos, los equipos repartidos en cuatro grupos y partidos a siete entradas son las medidas más visibles que han generado críticas entre los aficionados y parte de la prensa especializada, renuentes a que se celebre un torneo con estas características.
Es cierto que no podemos aspirar a desarrollar a nuestros atletas en un campeonato donde los regulares apenas llegarán a unas 50 comparecencias en el cajón de bateo y los lanzadores acumularán muy pocas entradas lanzadas, pero, ¿no es peor cerrar el estadio y mandarlos a casa?
Otros, con argumentos nada despreciables, proponen priorizar este torneo por encima de la nueva Liga Élite y comenzar esta cuando verdaderamente estén creadas las condiciones, pero la realidad es que las esperas nos han hecho ya demasiado daño y esa serie selectiva –aunque esté con muletas– debe ya levantarse y caminar.
Siempre he abogado por contar con nuestros atletas antes de tomar decisiones que los involucren, porque al final son ellos los protagonistas de estas historias.
En estos días previos al inicio, la gran mayoría de ellos han mostrado sus deseos de salir al terreno de juego no obstante lo recortado del campeonato, y eso, para mí, es más importante que todo lo demás.
Según datos que nos proporciona el Team Vívela, 166 peloteros de los que estarán presentes en esta edición ya han jugado en series nacionales y 85 son repitentes, una cifra bastante alta teniendo en cuenta que han pasado tres años desde la última versión.
Camagüey es el único que no cuenta con jugadores que estuvieron en la última copa sub-23 y el que menos tiene de los que jugaron la pasada campaña nacional, con siete, al igual que Artemisa. Mientras, Granma y Pinar del Río dispondrán de ocho atletas con experiencia en estas lides, y la Isla y Sancti Spíritus tienen en su nómina a 15 que ya estuvieron en la última Serie Nacional.
En esta categoría es muy difícil hacer vaticinios, pero si vamos a las actuaciones pasadas vemos que los actuales campeones espirituanos son los únicos que siempre han terminado con más victorias que derrotas en la historia de estos torneos, y que Santiago de Cuba ha escalado el podio en todos, con dos títulos en sus vitrinas, además de ser el único que nunca ha perdido una subserie particular.
Si vemos la composición de los grupos con el balance histórico entre ellos, de donde saldrá solo un clasificado para las semifinales, quizás podamos tener una mejor idea para armar nuestros pronósticos.
Grupo A
La Habana, campeones en 2015 (79-74)
La Isla, campeones en 2018 (83-84)
Pinar del Rio, quintos en 2019 (81-83)
Artemisa, campeones en 2014 y segundos en 2016 (85-88)
Grupo B
Cienfuegos, segundos en 2019 (104-65)
Villa Clara, segundos en 2017 y terceros en 2016 y 2015 (92-77)
Matanzas, terceros en 2014 y 2017 (71-84)
Mayabeque, sextos en 2014 (65-106)
Grupo C
Sancti Spíritus, campeones en 2019 (106-72)
Ciego de Ávila, cuartos en 2016 (86-92)
Camagüey, segundos en 2014 (86-93)
Las Tunas, segundos en 2018 (79-100)
Grupo D
Santiago de Cuba, campeones en 2016 y 2017 (122-53)
Granma, cuartos en 2018 (95-85)
Holguín, cuarto lugar en 2017 (83-93)
Guantánamo, décimos en 2019 (55-124)
Según se pudo conocer luego de efectuarse este jueves de manera virtual el congresillo técnico, la Comisión Nacional decidió que el atleta Andrys Pérez (MTZ) solo podrá desempeñarse como receptor un partido en cada subserie y el resto tendrá que jugar la primera base u ocupar el puesto de bateador designado.
Por otra parte, se informó que los lanzadores Michel Cabrera (HOL), Randy Cueto (VCL), Luis A. Serpa (CFG), Oscar Hernández (VCL), Alex Guerra (SSP), Enyer Fernández (GTM) y Alexander Valiente (GTM) solo podrán tener una actuación durante la semana.
Por último, se dijo que los serpentineros Marlon Vega (MAY) y Naykel Cruz (MTZ) no participarán en este campeonato para evitar la fatiga extrema, teniendo en cuenta la cantidad de entradas que han lanzado durante los eventos nacionales e internacionales de este año.
Cubadebate brindará información diaria de todos los partidos de este campeonato. Nos vemos en el estadio.
