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Civiles palestinos huyen de la ciudad de Gaza, bajo intenso fuego artillero y aéreo de Israel

Una columna de humo se eleva sobre un barrio de Gaza tras ataques aéreos de Israel. Foto: AP.

Los pobladores de barrios en la periferia de la ciudad de Gaza huían este viernes, mientras tanques y la fuerza aérea del ejército israelí disparaban sobre la zona alegando que apuntan a una red de túneles de milicianos. Paralelamente, en Cisjordania los ataques de Israel dejaron al menos seis muertos, dijeron funcionarios de salud palestinos.

Masas de llamas rojas iluminaron el cielo mientras las ensordecedoras explosiones a las afueras de la Ciudad de Gaza despertaban a residentes, informó AP.

El intercambio de fuego entre Gaza e Israel ha continuado este viernes casi ininterrumpidamente, con más disparos de cohetes de las milicias desde la franja y ataques de represalia del ejército israelí, tras rechazar las autoridades israelíes una propuesta de tregua de Egipto para acabar con la escalada bélica, confirmaron a Efe fuentes en El Cairo.

Esta madrugada, las fuerzas armadas israelíes llevaron a cabo unas 50 rondas de bombardeos desde tierra y aire en solo 40 minutos, la mayor ofensiva desde el lunes, que elevó a 120 la cifra de muertos, entre ellos 31 menores y 19 mujeres, a lo que suman 830 heridos, informó este viernes el Ministerio de Sanidad de Gaza, reportó la agencia española

Del lado israelí han muerto siete personas, según datos oficiales.

Lo que comenzó con disturbios por los planes de desalojo de familias palestinas por parte del ejército israelí, ha tomado la forma de violentos enfrentamientos que están imponiendo muerte y tragedia en Gaza. Foto: Getty.

Tras anunciarlo este jueves en previsión de una posible operación por tierra contra el territorio palestino, Israel apostó tropas a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza y llamó a filas a 9 000 reservistas.

Insurgentes palestinos han disparado cientos de proyectiles (según AP, muchos no han llegado a cruzar la frontera) e Israel lanzó más de 600 ataques aéreos que derribaron al menos tres bloques de apartamentos. Las fuerzas israelíes también han atacado algunas zonas con disparos de tanques estacionados cerca de la frontera, reportó la agencia noticiosa estadounidense.

Mientras Israel y Hamas se acercaban a una guerra total a pesar de los esfuerzos internacionales por lograr un alto del fuego, la violencia comunitaria en Israel estalló por cuarta noche. Turbas judías y árabes se enfrentaron en la ciudad de Lod, un punto conflictivo, incluso después de que Israel enviara más fuerzas de seguridad.

De los seis palestinos cuyas muertes fueron confirmadas en Cisjordania, el Ministerio de Salud dijo que cinco murieron al arrojar piedras a las fuerzas israelíes en varios lugares y que el sexto murió cuando intentaba apuñalar a un soldado israelí. Un centenar de palestinos resultaron heridos, en la mayoría de los casos de bala, dijeron los funcionarios de salud.

Las protestas tuvieron lugar en varias localidades de Cisjordania, en una nueva ola de disturbios como parte de la escalada.

El lunes por la noche Hamas lanzó un cohete hacia Jerusalén en respaldo a las protestas palestinas allí contra la vigilancia policial en un lugar sagrado y las acciones de los colonos judíos para desalojar a decenas de familias de sus casas en el este de la ciudad.

Los enfrentamientos del lunes tuvieron lugar fuera de la mezquita Al Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Los palestinos arrojaron piedras a los policías antidisturbios israelíes, que dispararon balas de goma y gases lacrimógenos. La Media Luna Roja Palestina dijo que en esos choques en Jerusalén más de 300 palestinos resultaron heridos, informó BBC.

Fuerzas de Israel. Foto: EFE.

Desde entonces, Israel ha atacado cientos de blancos en la Franja, causando gran cantidad de explosiones que han sacudido ese territorio palestino, densamente poblado.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, prometió seguir adelante con la operación.

Un médico palestino del hospital Shifa, en Gaza, atiende el jueves 13 de mayo de 2021 a una niña herida el día anterior durante un bombardeo israelí. Foto: AP.

Hospitales en Gaza, ola de víctimas de bombardeos se une a presión por COVID-19

Hace apenas unas semanas, el frágil sistema de salud de la Franja de Gaza enfrentaba con dificultades un aumento incontrolado de casos de COVID-19. Las autoridades desalojaron quirófanos, suspendieron la atención médica no esencial y asignaron los doctores a los pacientes con dificultad para respirar.

Entonces comenzaron a caer las bombas.

Los enfrentamientos de esta semana entre Israel y los gobernantes de Hamas en Gaza han dejado 103 palestinos muertos, entre ellos 27 niños y 530 personas heridas en el territorio empobrecido. La fuerza aérea israelí ha atacado apartamentos, destruido vehículos y demolido edificios.

Los médicos en el aglomerado enclave costero están reasignando ahora camas de unidades de cuidados intensivos y maniobrando a toda prisa para hacer frente a una crisis sanitaria muy distinta: atender a heridos de explosiones y esquirlas, vendar cortaduras y efectuar amputaciones.

Los familiares angustiados no esperaban la llegada de las ambulancias, sino que trasladaban a toda prisa a los heridos en vehículos o a pie hasta el hospital Shifa, el más grande del territorio.

Los médicos exhaustos se apresuraban a atender a un paciente tras otro, vendando frenéticamente las heridas de esquirlas para detener las hemorragias. Otros se reunían en la morgue del hospital y esperaban con camillas para retirar los cadáveres y que sean sepultados.

El hospital Indonesia, en la localidad de Jabaliya, en el norte, se saturó después de que cayeran las bombas en zonas cercanas. Había sangre en todas partes y las víctimas yacían en los pisos de los pasillos. Los parientes colmaban la sala de emergencias, llorando por sus seres queridos y maldiciendo a Israel.

“Antes de los ataques militares, teníamos grandes escaseces y apenas podíamos manejar la segunda ola (del coronavirus)”, dijo por teléfono Abdelatif al-Hajj, funcionario del Ministerio de Salud de Gaza, mientras las bombas retumbaban en el fondo. “Ahora las víctimas están proviniendo de todas direcciones, víctimas en verdadero estado crítico. Temo un colapso total”.

Destrozado por años de conflicto, el sistema de salud empobrecido en el territorio de más de dos millones de personas siempre ha sido vulnerable.

Problemas internos y un bloqueo de casi 14 años impuesto por Israel han asfixiado la infraestructura. Hay escasez de equipo y suministros como bolsas de sangre, lámparas quirúrgicas, anestesias y antibióticos. El equipo de protección personal, los respiradores artificiales y los tanques de oxígeno son incluso más escasos.

El mes pasado, los casos diarios de infección y muertes por COVID-19 en Gaza alcanzaron máximos históricos.

En el territorio devastado por las bombas, donde la tasa de desempleo es de 50%, la supervivencia personal suele imponerse a los llamados de los expertos en salud pública. Hay una limitada realización de pruebas diagnósticas y van más de 105 700 infectados y 976 fallecidos durante el brote, según autoridades sanitarias.

Conforme los casos aumentaban el año pasado, atizando temores de una catástrofe en la atención sanitaria, las autoridades reservaron clínicas sólo para pacientes con COVID-19. Sin embargo, eso cambió con los bombardeos israelíes sobre el territorio.

Ante la imperiosa necesidad de espacio para los heridos, el personal de enfermería del hospital European, en la localidad de Jan Yunis, trasladó en medio de la noche a decenas de pacientes infectados a un edificio distinto, dijo el director del hospital, Yusef al Akkad.

Los cirujanos y especialistas, desplegados en otras partes para tratar las infecciones, regresaron a toda prisa para atender heridas de cabeza, fracturas y lesiones abdominales.

Si el conflicto se intensifica, el hospital no podrá atender a los pacientes con COVID-19, informó Al Akkad.

(Con información de AP, BBC y EFE)