Este viernes, China respondió al nuevo paquete de sanciones anunciado la víspera por el Departamento de Comercio de EE.UU. contra siete entidades de supercomputación del gigante asiático.
El portavoz de la cancillería china, Zhao Lijian, alertó ante la prensa que su país tomará las medidas necesarias para mantener a buen recaudo los derechos e intereses de las compañías de esa nación que fueron sancionadas por Washington.
La supuesta excusa para la decisión del Departamento de Comercio norteamericano se basó en que esas empresas de supercomputación realizan “actividades que son contrarias a la seguridad nacional o a los intereses de la política exterior estadounidense”. Además, han alegado como otro motivo para su inclusión en la lista negra, que esas entidades han estado “involucradas en la construcción de supercomputadoras utilizadas por actores militares de China”.