Cubadebate

El tapiz es una reproducción del cuadro original de Picasso, realizada en los años cincuenta bajo la supervisión del pintor por el taller que J. de la Baume-Dürrbach tenía en el sur de Francia. Estaba en la ONU desde mediados de los ochenta. Foto: Naciones Unidas.

El icónico tapiz del Guernica, que desde mediados de la década de los ochenta se podía apreciar en la pared exterior del Salón del Consejo de Seguridad, ha sido retirado de su emplazamiento luego de que su propietario, un miembro de la familia Rockefeller, reclamó su devolución, informó este jueves un portavoz de Naciones Unidas.

“El señor Nelson A. Rockefeller, Jr., quien es dueño del tapiz, notificó recientemente a Naciones Unidas su intención de recuperarlo”, explicó el portavoz Stéphane Dujarric.

La pieza fue devuelta este mes a su propietario, bisnieto de John D. Rockefeller, fallecido en 1937 y considerado como el estadounidense más rico de la historia.

El tapiz del Guernica fue encargado en 1955 por Nelson A. Rockefeller, nieto del magnate petrolero y quien fue vicepresidente de Estados Unidos y gobernador de Nueva York.

En el portal digital de la ONU se recuerda que es una reproducción del cuadro original de Pablo Picasso, con dimensiones cercanas a siete metros de largo y más de tres de alto, realizada bajo la supervisión del pintor por el taller que J. de la Baume-Dürrbach tenía en el departamento de Var, en el sur de Francia.

El tapiz, colocado en la pared exterior del Salón del Consejo de Seguridad, tuvo su inauguración en ese emplazamiento el 13 de septiembre de 1985.

Desde entonces, únicamente salió de allí durante un periodo de cuatro años, entre 2009 y 2013, mientras se reformó el edificio, un tiempo en el que fue conservada por la Fundación Rockefeller.

“Agradecemos a la familia Rockefeller por haber prestado esta poderosa e icónica pieza de arte durante más de 35 años”, declaró Dujarric en nombre de la ONU.

Según el portavoz, la organización va a estudiar opciones para reemplazar el Guernica a la entrada del Consejo de Seguridad, cuyos miembros han sido notificados oficialmente del retiro de la obra.

El cuadro Guernica, que se presentó al público en 1937, es un lienzo pintado en gris, blanco y negro que evoca los horrores de la guerra y lleva por título el nombre de una ciudad vasca bombardeada el 26 de abril de 1937 por aviones alemanes de la Legión Cóndor, que apoyaban al bando franquista durante la Guerra Civil española (1936-1939).

El original (óleo sobre lienzo, 1 de mayo - 4 de junio, París / 349.3 x 776.6 cm) está expuesto en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.

Guernica fue adquirido a Picasso por el Estado español en 1937. Debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial, el artista decidió que la pintura quedara bajo la custodia del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York hasta que finalizara el conflicto bélico.

En 1958 Picasso renovó el préstamo del cuadro al MoMA por tiempo indefinido. Finalmente, la obra retornó a España en 1981.

Reflejo fiel de una época y de unas luctuosas y dramáticas circunstancias, el lienzo Guernica nació para formar parte del Pabellón Español en la Exposición Internacional de París, de 1937.

El motivo que impulsó a Pablo Picasso a realizar la escena representada en esta gran pintura fue la noticia de los bombardeos efectuados por la aviación alemana sobre la villa vasca que da nombre a la obra, conocidos por el artista a través de las dramáticas fotografías publicadas, entre otros diarios, por el periódico francés L'Humanité.

A pesar de ello, tanto los bocetos como el cuadro no contienen ninguna alusión a sucesos concretos, sino que, por el contrario, constituyen un alegato genérico contra la barbarie y el terror de la guerra. Concebido como un gigantesco cartel, el gran lienzo es el testimonio del horror que supuso la Guerra Civil española, así como la premonición de lo que iba a suceder en la Segunda Guerra Mundial.

La sobriedad cromática, la intensidad de todos y cada uno de los motivos, y la articulación de esos mismos motivos, determinan el extremado carácter trágico de la escena, que se iba a convertir en el emblema de los desgarradores conflictos de la sociedad de nuestros días.

(Portal del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía)

(Con información de EFE, Naciones Unidas y Museo Nacional Reina Sofía)