Diana Lio. Foto: Cubaperiodistas.
En la noche de este miércoles falleció en La Habana Diana Lío Busquet. Durante los tres últimos años se desempeñó como directora de la Editora Abril, el lugar al que dedicó buena parte de su vida. Llegue a sus familiares y amigos el abrazo del gremio. Hasta siempre, colega.
Hay textos que nunca quisiera escribir; que escuecen y van surgiendo de a poco, entre ojos rojos y bloqueos mentales. Hay noticias que pegan fuerte, y te tiran en redondo. Noticias de pérdidas para las que nunca se está preparado.
Nos queda el compromiso de no dejar apagar tu luz: la luz para comandar con sensibilidad seis publicaciones destinadas a los niños y jóvenes, nuestro presente y futuro; la luz para bosquejar salidas a tantas adversidades mediáticas y reconducir a las publicaciones de la Abril a un proyecto editorial que sin renunciar al papel (un reclamo reiterativo) colonizara los espacios infinitos de la red de redes.
Nos queda, sobre todo, tu confianza puesta en tantos jóvenes de edad de la Editora y en tantos otros de espíritu renovado. Nos queda la chispa para trasmutar tantos actos de fe en sinergias periodísticas que batallaron por contenidos distintos, cuestionadores, polémicos, necesarios…
Nos quedan las alegrías compartidas por los sueños profesionales realizados; y también la seguridad del pecho puesto ante situaciones apremiantes e incomprensiones. Nos queda el espíritu convocante del líder que vino de adentro – que creció desde su revista Pionero- y supo agenciarse consensos.
Diana Lio, este viaje anticipado que nos ha sacudido a tus 48 abriles nos tiene a tus amigos y colegas cabizbajos, tristes, llorosos; nos compromete a que tu esencia no deje nunca de irradiarnos el alma; a que todo de lo positivo alcanzado bajo tu dirección en la Editora Abril se multiplique y se mantenga sostenible en el tiempo. Pero cómo quisiéramos que tu hasta luego fuera una jugarreta, que nos dijeran que ha sido un malentendido, y sentarnos entonces, nuevamente, a bosquejar nuevos proyectos acompañados por tu eterna alegría.
(Tomado de Cubaperiodistas)