Frustradas porque sus votos no sirvieron para mantener otros cuatro años en el poder al "peor gobierno" de la historia de Estados Unidos, y durante su mandato no pudieron doblegar a la Revolución cubana, las fuerzas extremistas anticubanas en Miami apuestan nuevamente al terrorismo contra Cuba.
Paralelo a los intentos de golpe blando que se ensayan en estos días en La Habana, bajo la observancia y aliento de la Embajada de Estados Unidos, se convoca a la violencia desde las redes sociales, para provocar el caos y un estallido social. Es el mismo plan, articulado desde Washington y con doble rostro a conveniencia.
Se difunden mensajes llamando a realizar acciones terroristas contra bienes públicos y se ofrecen sumas de dinero para sus comisores. Sus emisores son ciudadanos radicados en el exterior, fundamentalmente en el sur de la Florida. Un remedo actualizado de aquellos tiempos de Luis Posada Carriles reclutando a mercenarios en Centroamérica, con el dinero de la mafia de Miami, para poner bombas en instalaciones turísticas cubanas.
Veneno, terrorismo, manipulación y odio viaja a través de las redes sociales como expresión profunda de la esencia de una contrarrevolución frustrada y llena de sentimientos de venganza.
Frente a ella, la fuerza está en la unidad de nuestro pueblo.