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La Industria de Materiales espirituana no cierra por la COVID-19

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El mortero cola es utilizado para enchapes de varios tipos de cerámica. (Foto: Carmen Rodríguez / Escambray)

En medio de la crisis económica que acrecentó la pandemia, la Empresa de Materiales de la Construcción de Sancti Spíritus es la única del país que suministra actualmente recursos para obras del Turismo.

Cuando José Otaño Roger llegó a la fábrica de Hormigón Ligero en la década de los años 90 todavía no se completaba el montaje de la planta con una tecnología híbrida germano-japonesa. Despegaba entonces la Empresa de Materiales de la Construcción de Sancti Spíritus (Emcos) y el camino hacia importantes proyectos dirigidos al desarrollo constructivo en el territorio.

Con altas y bajas, en medio de una emergencia energética que comenzó desde el pasado año y de una pandemia que ha puesto en crisis al mundo, la Emcos trata de sacar a flote compromisos que, según Luis Alberto Martínez, director general de la entidad, están en correspondencia con los recursos asignados, los portadores energéticos y las piezas de repuesto.

“En medio de esas condiciones, no hubo ajustes de planes. Por poner un ejemplo, el árido, que es la locomotora de todo lo que se hace en el país, el pasado año quedó al 90 por ciento y en el año en curso, como el resto de las producciones, se cumple con cifras que no sobrepasan el 80 por ciento”, explica Luis.

Entre los proyectos de la industria está retomar la fabricación de hormigón celular. Foto: Carmen Rodríguez/ Escambray

Hacer bloques, áridos de diferentes granulometrías, mosaicos, losas, morteros, entre unos 20 surtidos que salen de cerca de una de sus instalaciones, es el día a día de esa entidad que, además de sostener una producción que abastece a provincias como La Habana, Matanzas, Holguín y los grandes polos turísticos cubanos y a la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, está inmersa en importantes proyectos dirigidos a un mayor desarrollo industrial y a recuperar un patrimonio exclusivo sobre la base de la sustitución de importaciones.

Reto al Malecón habanero

Uno de los mayores proyectos está en la creación, en coordinación con la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, de un mortero duradero y antisalitre.

“Aquí se producen 11 tipos de morteros que se destinan a la mayoría de los programas de construcción que hay en el país y hoy estamos en proceso de fabricación de uno nuevo: el mortero de restauración LC-2 para recuperar 46 edificios costeros en La Habana y el Malecón a fin de que su rehabilitación sea más duradera y al mismo tiempo los protege del sol y el salitre”, explica Luis.

En la Unidad Empresarial de Base (UEB) Hormigón Ligero, perteneciente a la Emcos, el empeño por salvaguardar una industria que nació en los 90 y se detuvo en el tiempo no ceja, y las aspiraciones van más allá del incorporar morteros y fabricar, por primera vez en el país, del aditivo utilizado en la elaboración de los mismos, un componente con el que se ahorra más de un cuarto de millón de dólares al año.

“Hay inscrito un proyecto de inversión extranjera para echar a andar una tecnología que en Cuba no existe: la planta de hormigón celular, una mezcla que no pesa, es muy ligera y ofrece a las construcciones propiedades térmicas y anti acústicas. Hoy esos paneles se importan como los utilizados en la construcción del mercado Zona +. Los resultados serían inmensos, toda vez que

Cuba necesita entre 7 y 8 millones de unidades de panelería ligera que actualmente hay que comprar”, precisa Luis.

Para Guillermo Cepeda Vera, director de la planta espirituana, parecen sueños difíciles dado las condiciones que tiene la fábrica, la obsolescencia tecnológica y los espacios y naves enderezados hacia otras producciones.

“Tenemos la vieja línea con capacidad para 40 toneladas de mortero en un turno, pero se está montando una nueva para producir morteros especiales que no son de albañilería y otra diseñada para la producción de estucos finos y medios, con una demanda casi imposible de satisfacer, toda vez que vamos a asumir todas las importaciones que se hacían de esos insumos”, asegura Cepeda Vera.

La producción de bloques, un elemento vital en las construcciones. Foto: Carmen Rodríguez/ Escambray

La industria no se detiene

Aunque los directivos la Emcos aseguran que la tierra y las piedras no detendrán ninguna construcción en la provincia, la producción de áridos es insuficiente y se enfrenta a paradas temporales, problemas tecnológicos y limitaciones con el combustible, lo cual provoca ausencia del producto en la red de tiendas de Comercio, atrasos en la distribución y de vez en cuando la escasez de bloques.

En la bloquera Fructuoso Rodríguez, José Saroza, el administrador, defiende una producción que, según él, se ha cumplido porque no pararon ni un solo día en medio de la pandemia, aunque las asignaciones al Ministerio de Comercio Interior dependen de la demanda: “Son bloques de muy buena aceptación y la muestra es que en lo que va del año no tenemos reclamaciones”.

En aspiraciones de ensueño se enmarcan los planes de una empresa empeñada en incrementar la producción de áridos, sustituir importaciones y asumir la fabricación de hormigón celular, que hoy se importa, mantener la extracción de feldespato de potasio, con destino a la elaboración de cerámica blanca en el país y sostener la eficiencia de un mercado que ha llevado a la Emcos a ser la única empresa de su tipo que distribuye sus producciones a todas las obras del Turismo en Cuba.

(Tomado del Periódico Escambray)

Se han publicado 7 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • AMC dijo:

    Primeeo deberiamos.darnos la oportunidad a la Inversion.nacional que a la Inversion extranjera

    Propiciar el emprendimiento cubano y aprobar mini industrias para nuestros proyectos

    El objetivo satisfacer la demanda nacional

  • Jorgito dijo:

    Que alguien me diga si es verdad el título de estar artículo,porque hace más de un mes no se vende cemento en el patio de.materiales del.municipio cabecera.

  • Jose R.Oro dijo:

    que poco nos queremos como pais! cuiden la salud de esos trabajadores,coño!

  • Julio dijo:

    Sigue el Turismo devorando los pocos recursos del país, sin garantía ninguna de que habrá beneficio a corto o mediano plazo, y esto en detrimento de la agricultura que sigue abandonada a su suerte a pesar del discurso político.

  • Arcángel dijo:

    Hace falta q alguien me diga algo. ¿Y donde esta ese cemento que no llega a mi pueblo? Que hace casi dos años q tengo una licencia de construcción y nunca lo he podido comprar.

  • Carlos Garriga dijo:

    Creo que la provincia debía hacer una inversión en la Cantera “Nieves Morejón",que suministra la piedra caliza para la producción de cemento blanco,y también produce los áridos necesarios para las distintas obras de la construcción en la provincia,para la producción de elementos prefabricados y bloques,el molino necesita una inversión importante,para asumir un ritmo alto de producción,cómo nos tenía acostumbrado

  • Jose Luis Amador dijo:

    Le insisto a los compañeros que se ocupan del Mantenimiento mecánico-eléctrico en general en esa empresa espirituana, que les propongo enviarles de forma digital (pdf), mi libro "Manual de Recomendaciones Prácticas Eléctricas", publicado en el año 2000 por la Editorial Científico Técnica, por supuesto, si me pueden enviar su correo electrónico.

    Disculpen, pero el libro le resultaría muy útil a los cuadros y profesionales del Mantenimiento en general, y sobre todo a los técnicos medios e ingenieros eléctricos noveles y electricistas del mantenimiento eléctrico. Les explico que en el Manual se hace un compendio de mi trabajo durante 25 años en montaje, proyectos y mantenimiento eléctricos en la rama industrial, donde se refleja que en un trabajo hecho durante 11 años (1977 al 1988) en una fábrica de tubos de hormigón, de construcción italiana, de 40 máquinas y 300 motores eléctricos, la cual costó unos 6 millones de dólares al país en el 1975 (que pertenecía a la IMC), en la que pudo lograrse un índice de menos del 5 % de motores quemados al año con respecto a los instalados, lo que se pudo comprobar también comparándolos con los de las otras dos fábricas idénticas situadas en otras dos provincias, en donde el índice de motores quemados fue de un 30 % en cada una. Gracias por su atención:

    Para cualquier duda o aclaración:

    MsC., Ing. José Luis Amador Vilariño
    (Ingeniero eléctrico, graduado en la especialidad
    de Energía en el 1972 en la UCLV)
    Teléfono: 32-297339
    E-Mail: jlamador48@nauta.cu

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