Cubadebate

La gasa quirúrgica para centros asistenciales de la salud es una de las producciones priorizadas en la textilera santaclareña. Foto: Carlos Rodríguez Torres/ Vanguardia.

Más de un millón de metros cuadrados de gasas quirúrgicas ha producido en los últimos dos meses la Empresa Textil Desembarco del Granma, de Santa Clara, con destino a instituciones de salud.

María de los Ángeles García Hernández, directora técnica y de mantenimiento industrial de esa entidad, dijo al periódico Vanguardia que a pesar de la actual situación epidemiológica y de afrontar dificultades a principios del 2020 con las piezas de repuesto y el personal de esa planta, el ritmo productivo tiende a incrementarse, con montos diarios superiores a los 50 000 m² de un renglón que sustituye importaciones.

Durante esa etapa, también elaboraron 68 000 m² de tejido para nasobucos destinados a centros asistenciales, así como 90 200 m² de tela para piyamas de hospitales que atienden a personas enfermas con la COVID–19 y 75 000 m² para batas sanitarias.

Otra línea son los hilos de coser Ariadna, dirigidos fundamentalmente a la Empresa de Confecciones PUNTEX, en La Habana, y los talleres de confecciones textiles.

García Hernández precisó que en estos momentos laboran en la fábrica santaclareña unos 390 trabajadores y el resto permanece en su hogar para prevenir la epidemia, al formar parte de los grupos vulnerables por su avanzada edad, padecer de alguna enfermedad o ser madres con niños pequeños. Otros están acogidos a la modalidad de trabajo a distancia.

Para garantizar las producciones –teniendo en cuenta que la mayoría de los obreros proceden de seis municipios, además de Santa Clara–, se ha implementado un estricto control de las medidas higiénico-sanitarias establecidas para el traslado.

En la Desembarco del Granma concluyeron los compromisos asociados a la COVID–19, y ahora emprenden la producción de tejidos para el uniforme escolar y militar, y la ropa de trabajo del sector agrícola. Sin embargo, como afirmó su directora técnica y de mantenimiento industrial, existe la voluntad de asumir cualquier otra encomienda si fuera necesario.

El tratamiento consiste en la administración de un bulbo intramuscular dos veces a la semana durante un mes y medio. Foto: Vicente Brito/ Escambray.

Como parte de la protección a los grupos más vulnerables en la batalla que libra Cuba contra la COVID-19, alrededor de 500 adultos mayores de Sancti Spíritus que permanecen en instituciones sociales han sido tratados con Biomodulina T, fármaco de notables beneficios en la estimulación de la inmunidad del organismo.

El doctor Rubén Calante Barbado, especialista en gerontología y geriatría y jefe de la Sección de Adulto Mayor, Asistencia Social, Discapacidad y Salud Mental de la Dirección Provincial de Salud, explicó al periódico Escambray que el tratamiento consiste en la administración de un bulbo intramuscular dos veces a la semana durante un mes y medio.

“A todas las personas internadas en los ocho hogares de ancianos, en el Hospital Psiquiátrico Provincial y en el Centro Psicopedagógico, que sean mayores de 60 años, se les aplica este tratamiento, el cual ha reportado beneficios al disminuir el número de infecciones respiratorias.

“La Biomodulina T –de producción nacional– eleva las defensas del organismo ante infecciones de cualquier tipo y fue creada para el tratamiento de las infecciones a repetición en los adultos mayores; de ahí que se esté usando en este grupo de riesgo como parte de las medidas del Ministerio de Salud Pública ante la COVID-19.

“Con anterioridad, a los adultos mayores de estas instalaciones también se les administró el medicamento homeopático Prevengho-Vir con buenos resultados”, dijo Calante Barbado.

Aun cuando ninguna de las personas que se encuentran en estas instituciones de la provincia se ha contagiado con el nuevo coronavirus, en cada una de ellas se han extremado las medidas higiénico-sanitarias.

De acuerdo con el doctor, a quienes se encontraban de pase fuera de estos lugares se les prohibió la entrada en estos momentos, se suspendieron las visitas de los familiares –aunque se mantiene la comunicación con ellos vía telefónica– y solo personal autorizado puede visitar las instituciones.

“Todos los trabajadores antes de entrar se someten a una pesquisa”, que incluye la toma de la temperatura y la recogida de datos personales: nombre, carné de identidad y dirección particular, explicó Calante Barbado.

“Además, se exige el lavado de las manos y la limpieza de los pies antes de entrar, así como el uso de medios de protección que incluyen nasobuco, guantes, sobrebatas y caretas plásticas que se han distribuido”, agregó.

También se ha acondicionado en cada una de las instalaciones sociales de la provincia una sala aislada para aquellos internos que presenten manifestaciones respiratorias y quienes lo requieran se trasladan hacia el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, donde existe una sala destinada para los casos respiratorios.